01- Un secreto bien escondido

Capítulo Diez

Fluke pudo satisfacer a Ohm gracias a la estilista de la boutique del hotel del Grupo Thitiwat y cuando llegó a la fiesta en la calle Bond llevaba un traje de pantalón corto verde con unos zapatos altos. Él le había pedido que se dejara el pelo suelto.

Le tomó la mano a Ohm mientras recorrían la corta alfombra roja flanqueada por fotógrafos. Esa vez, decían su nombre tanto como el de Ohm. «¡Fluke, mira aquí!». «¡Fluke, poso un momento!». «¡Fluke, ¿de quién es el traje?!».

Afortunadamente, una actriz muy afamada apareció detrás de él y captó la atención de todos.

Una vez dentro, el ruido dejó paso a una música rítmica y al sonido de las conversaciones. Era un espacio amplio y cerrado, parecía más un museo que una tienda.

Fluke seguía de la mano de Ohm, hasta que lo soltó abochornado.

–No había esperado que me llamaran, me parece raro que sepan quién soy.

Él lo miró. Estaba muy sofisticado con un traje azul y una camisa blanca sin corbata.

–Te llaman para que reacciones, te acostumbrarás.

La verdad era que no le gustaba la idea de que eso se convirtiera en algo habitual, pero no lo dijo. Ese acto, más que cualquier otro en el que hubiese estado él, estaba repleto de auténticas estrellas. Actrices, supermodelos, políticos... Incluso, había visto a un expresidente de Estados Unidos, muy popular, con su esposa.

Notó que Ohm estaba tenso a su lado, hasta que apareció una cara conocida a su lado.

–¡Off! –exclamó él.

–Fluke, ¿qué tal estás? –él le dio un beso en la mejilla–. ¿Sigues aguantando a mi hermano?

Fluke captó el tono burlón de Off, muy parecido al de su hermano.

–Bueno, solo han sido un par de semanas...

Off desvió la mirada de él a su hermano.

–Ohm...

–Off...

A Fluke le dolía ver la tensión entre los hermanos, le dolía el corazón de ver lo parecidos que eran y de saber cuánto lamentaban no haberse criado juntos.

–No has estado en la reunión del consejo de esta mañana –comentó Off.

–Estaba ocupado.

–Por lo menos, las fotos que circulan de ti y tu familia ha hecho maravillas con el precio de nuestras acciones.

–¿Fotos? –preguntó él con perplejidad.

Off sacó el teléfono y le enseñó una página de noticias sensacionalistas. Había fotos de ellos en Hyde Park, de solo hacía unas horas, y un titular. Playboy reformado pasa la tarde con su familia. ¿Cuánto falta para que se aburra?

Fluke sintió náuseas.

Ohm le gruñó a Off, tomó la mano de su esposo y se lo llevó de allí. Se mezclaron con la multitud y Fluke intentó por todos los medios quitarse de la cabeza la idea de que Ohm había propuesto ese paseo por el parque solo para que les hicieran las fotos.

Había visto cómo había mirado a Daniel, cómo estaba uniéndose más a él cuando nadie los miraba. Tenía que darle el beneficio de la duda y confiar en él.

Ohm paró a un camarero y le preguntó a él qué quería.

–Agua con gas –contestó él con una sonrisa de oreja a oreja.

–¿De verdad? –preguntó Ohm tomando una copa de champán.

Fluke lo miró con ganas de preguntarle si esa noche había salido con él porque sabía que iban a fotografiarlos, pero se limitó a asentir con la cabeza.