Ohm se agarró con fuerza al lavabo y tomó aire antes de que se
abriera la puerta.Levantó la cabeza y vio el reflejo de Fluke en el espejo. Su pelo era
como una mancha castaña y dorada contra el mármol blanco. Se dio la vuelta. Todavía estaba tembloroso, como si le hubiesen arrancado una capa de piel.Fluke entró y él quiso decirle que no se acercara. Sabía lo que necesitaba para acabar con esa sensación de vulnerabilidad y era algo que solo Fluke podía darle.
Ni siquiera esa revelación tan desasosegante pudo cambiarle de estado de ánimo y no dijo nada. Dejó que se acercara cada vez más, como si Caperucita Roja se acercara al Lobo Feroz.–¿Qué te pasa, Ohm? –le preguntó Fluke con el ceño fruncido–. Parece como si hubieras visto un fantasma.
–¿Está bien Daniel?
–Muy bien. Ya está dormido, no le has hecho daño.
–No es eso... –él sacudió la cabeza–. Es que...
–¿Qué?
Ohm levantó una mano.
–No deberías acercarte más.
Fluke notaba la descarga eléctrica en el ambiente y su cuerpo estaba
reaccionando, hacía que quisiera acercarse más aunque él le hubiera advertido de que no lo hiciera. Sabía que debería darse la vuelta y marcharse, que él no quería que estuviera allí, pero sus ojos y su rostro decían lo contrario.Lo necesitaba.
No sabía por qué lo sabía, pero lo sabía. Solo podía imaginarse que haber tenido en brazos a su hijo por primera vez había sido tan devastador como lo fue para Fluke cuando nació Daniel.
–¿Qué ha pasado? –insistió Fluke.
–No puedo explicarlo... –Ohm sacudió la cabeza–. Fluke, vete.
A Fluke se le encogió el corazón al oír el tono desgarrador de su voz.
–¿Por qué?
–Porque si no te marchas, tendré que tocarte.
A Fluke se le paró el pulso antes de acelerársele como una locomotora.
–¿Y qué tiene de malo...?
–No sería muy... delicado –contestó él apretando los dientes.
Su advertencia no lo asustó, lo excitó. Se quedó delante de él como si quisiera decirle sin palabras que podía tocarlo.
–Fluke... –murmuró él en tono de advertencia otra vez.
Fluke le tocó la mandíbula y notó la barba incipiente en la palma de la
mano. Él le agarró de la muñeca, le dio la vuelta a la mano, se la llevó a la boca y le pasó la lengua. Él sintió un estremecimiento de deseo en las entrañas.Cuando Ohm bajó la cabeza, Fluke ya estaba levantando la suya y las bocas se encontraron mientras él le rodeaba el cuello con el brazo.
Fluke estaba arqueando la espalda y nada podía pararle los pies.
Notó vagamente que Ohm lo levantaba y lo dejaba sobre una superficie dura, la encimera del cuarto de baño. Sus bocas quedaron a la mismo altura. Él le tiró de la camisa y Fluke oyó algo que caía al suelo. ¿Era un botón?Le daba igual, solo quería sentir las manos de Ohm en la piel.
Le abrió la camisa, le soltó la camiseta y le tomó uno de los pezones con los dedos. Le lamió uno y luego el otro. Estaban muy sensibles... Le agarró de la cabeza, le vibraba todo el cuerpo.
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01- Un secreto bien escondido
FanficFluke Natouch, un tímido empleado doméstico, se consideraba inmune a los hombres ricos y poderosos porque su padre, un adinerado magnate, lo había rechazado antes de que naciera y eso le había enseñado a eludirlos a toda costa. Hasta que conoció a O...