Se quedó tumbado en la cama y no pudo moverse. Todavía se
estremecía por dentro, donde Ohm había entrado hasta casi hacerle daño... y luego le había dado un placer que ni siquiera se había imaginado que pudiera existir.Él se había ido al cuarto de baño y Fluke había agradecido ese momento para intentar asimilar lo que había pasado, lo que había sentido. No había esperado que fuera tan intenso y placentero, tan estremecedor.
Oyó que se abría la puerta del cuarto de baño y se tapó con la sábana. Ohm salió con una toalla alrededor de la cintura. Se le secó la boca solo de ver ese cuerpo tan extraordinario, y de pensar que un hombre como él lo había deseado...
–¿Por qué no me dijiste que eras virgen?
Lo había notado, claro que lo había notado.
Lo miró y no pudo hablar, seguía conmocionado por lo que había
pasado.Sintió un escalofrío. ¿Qué había hecho? Intentó que su boca formara una palabra.
–Yo...
–¿Tú...? –preguntó él con impaciencia y un tono cortante.
No le funcionaba el cerebro y apartó la mirada de su torso desnudo.
–¿Te importaría vestirte, por favor?
Él dejó escapar un improperio y Fluke aprovechó que había ido a recoger
los pantalones para taparse con la sábana.Ohm volvió subiéndose los pantalones y la cremallera.
–¿Y bien?
Fluke quiso decirle que el botón superior seguía desabotonado, pero
tragó saliva y se concentró en la pregunta.–Yo no pensaba...
Ese había sido el problema, no había pensado nada racional desde que
apareció por la puerta. Lo había provocado primero y lo había deseado después.Él abrió la boca, pero Fluke no quiso volver a oír ese tono cortante y lo interrumpió como si estuviera avergonzado.
–No quería que pararas...
Le daba miedo que parara. Lo tuvo en la punta de la lengua, pero consiguió mordérsela.
–Por Dios, Fluke. Deberías habérmelo dicho. Creía que tenías experiencia, no me acuesto con vírgenes. Soy el menos indicado para iniciar a nadie on su primera experiencia sexual.
El cuerpo de Fluke discrepaba. Después de lo que había pasado, la mera idea de que lo hubiese iniciado otro hombre casi le daba náuseas.... y esa era una revelación asombrosa. ¿No era Ohm Thitiwat lo opuesto a lo que siempre había buscado en un hombre? ¿Cuándo cayó rendido ante su perversa tentación?
En ese momento, todo era confuso, pero sabía que en algún momento había justificado que fuera a acostarse con él. Se había acostado con un hombre que era como su padre, rico y poderoso, y lo había hecho sin pensárselo dos veces.
–¿Me pasas el albornoz, por favor? –le pidió Fluke.
Ohm lo miró un rato y sintió rabia y deseo a la vez. Parecía un... libertino. Tenía la piel todavía rosa por su contacto, tenía el pelo enmarañado y tenía los labios hinchados. Además, sus ojos reflejaban el mismo conflicto que estaba sintiendo él, pero también tenían un brillo de perplejidad, como si no pudiera creerse lo que había pasado.
Él tampoco podía. Hacía mucho que no tenía un encuentro tan erótico, si lo había tenido alguna vez. Jamás había sentido unas ganas tan apremiantes de unir su cuerpo al de alguien.Dejó escapar un sonido de frustración, tomó un albornoz de la puerta del cuarto de baño y se lo entregó a Fluke. Fluke se ató el cinturón y se levantó de la cama. No le consoló ver que le temblaban las piernas porque las suyas no estaban mucho más firmes.
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01- Un secreto bien escondido
FanficFluke Natouch, un tímido empleado doméstico, se consideraba inmune a los hombres ricos y poderosos porque su padre, un adinerado magnate, lo había rechazado antes de que naciera y eso le había enseñado a eludirlos a toda costa. Hasta que conoció a O...