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Mira hacia el cielo Y olvida ese lánguido temor Que fue permanente emoción Ay, fue permanente emoción
Para la hija de un hombre Con ojos de cristal Y papel sellado en la piel
Apolo aún se acuerda cuando sus padres terminaron, de hecho se acuerda cuando las cosas empezaron a empeorar y como su madre parecía que iba a explotar, ni siquiera los bonitos ojos de su madre brillaban ya.
Odiaba a su padre por eso.
No lograba entender, como aquel hombre, feo y escuálido, podía hacerle daño a su madre, tan bonita y buena persona, no logra entender que le vio su madre a su padre, mientras más lo piense, más se complica, puede que el tenga solo unos ocho años, pero no es tonto, ni tan inexperto en esta vida como la gente piensa, solo por qué tiene ocho.
Por ende deseo proteger a su madre, como ella siempre lo protegía , deseo ayudarla a cargar el peso de la horrible relación que tenia con aquel asqueroso hombre, asi que actualmente se encuentra frente al primer hombre que destruyo su corazón, su padre.
Este lo miraba como si el fuera la hormiga que está debajo de su bota, aquello no le gustaba por qué significa que su padre sabía que tenía poder en el.
—Padre, por favor deje de golpear a mi mami, se que tiene problemas y desea descargarse, pero no lo haga más, siento que un día la terminará matando, no quiero eso.—Comento el pobre niño, sintiendo como su espalda pesaba más de lo habitual, como perdía su dignidad al pedirle algo tan básico como respeto a su madre.
—Mmm no! Me entretiene golpearla y maltratarla, no quiero perder eso ¿Sabes? Entonces tú mi querido payasito, ofreceme algo a cambio.—Le respondió con esa sonrisa asquerosa que tanto repudia el, agradece ser una copia igual de su madre, si tuviera la misma sonrisa que el, se hubiera mutilado la cara.
Aún así, no sabía que ofrecer, tenía una idea, pero sabía que su madre no sería feliz.
—Tic Tac tic tac... El tiempo corre mi niño, sabes que mi paciencia con ustedes dos no es la mejor, especialmente con la zorra de tu mamá.—Lo saco de sus pensamientos el adulto, provocando que se sintiera acorralado y molesto, como odiaba que le dijera zorra, guarra o perra, o en su odiaba que tratara despectivamente a su madre, ella no merecía eso.
Tomando aire tomo una decisión "por mamá" pensó mientras miraba los morbosos ojos del Joker, decidido hablar.
—Si te dejo golpearme, dejo que te desquites en mi madre, me vuelvo tu juguete personal, tu...—Vacilo por unos segundos.—Usted puede dejar de maltratar a mi mamá.
—Esta bien.—Dijo complacido, sacando de lugar al niño ¿Tan fácil? No podría ser tan fácil, algo no cuadra.—Si eres mi juguete personal, me vas a satisfacer en todo.
