A pesar de aquel fiasco de aquella cena que ni siquiera llegó a concluirse, Apolo fue invitado de nuevo a cenar a la mansión, exactamente que fuera seis días después de aquel incidente, le prometieron incluso que nada le iba a pasar, y que al fin podría conocer la familia de su no novio.
A pesar de ser invitado de nuevo a la cena, Apolo no pudo evitar sentirse un poco nervioso. Agradecía la promesa de que no volvería a pasar nada, pero aún había un pequeño miedo latente. Aún así, no quería demostrarlo, no quería decepcionar a nadie o arruinar otra cena.
Llegó a la mansión Wayne a la hora acordada, con un aire de expectativa y nerviosismo.
Alfred le abrió la puerta junto a Jason, quien le sonrió como si de un juguete se tratara.
—Buenas tardes amo Apolo ¿Cómo se encuentra? —Le invito a pasar con su mano viendo cómo el chico avergonzado entraba.
—Buenas tardes.—Dijo con calma, entrando en la mansión y pasandose una mano por el cabello, tratando de mantener la compostura.— Estoy... estoy bien, gracias.
Afortunadamente, antes de que fuera capaz de sentir más nervios, Dick se acercó a él, con una sonrisa tranquilizadora en su rostro. Observando al rubio con suavidad, Dick estiró su brazo y colocó su mano entre los rizos dorados con afecto.
—Estoy contento de que hayas venido.— Dijo en un tono suave, manteniendo su mano en el cabello de Apolo.
—Yo también estoy contento de haber venido.— Admitió, con un tono suave de voz.— Y esta vez, haré que la cena salga bien, te lo juro. Sin vómitos.
—Maestro Dick y amo Apolo, por favor vayamos a la mesa, dónde les serviré la cena, especializada en su paladar amo Apolo.—Hablo cordial Alfred, guiando los hasta el gran comedor, que a pesar de ser la segunda vez que lo veía, el blondo se sorprendió igual.
Se sentó al lado de Dick, tratando de lucir relajado, pero un pequeño toque de nerviosismo aún persistía en él. Se mordió ligeramente el labio, antes de hablar con un tono tímido.
—Estoy... estoy un poco nervioso.— Admitió en un susurro.
—No te preocupes, no tienes por qué estar nervioso.— Dijo con suavidad, poniendo su mano en la cadera de Apolo.— Sólo relájate y disfruta de la cena, te lo pasarás bien, además ya te ganaste a jaybird y Alfred, solo hace falta que te ganes a Bruce, estoy 100% seguro que para ti eso sera fácil.
Y hablando del rey de Roma, Bruce Wayne justo entro a la habitación, con una presencia fuerte y calma, sonriendole al invitado en el lugar.
—Apolo es un gusto tenerte hoy en nuestro hogar.—Comento mientras se sentaba con una elegancia perturbadora para el Quinzel.
—El placer es mío, señor Wayne.— Dijo con respeto y un toque de nerviosismo en su voz.— Gracias por invitarme, lo aprecio mucho.
Posteriormente a esa interacción Alfred entró al gran comedor junto a una bandeja, empezando a servir una comida que en su vida Apolo había visto, pero que si se veía exquisita, agradeciéndole al mayor, espero a que el resto haga su primer movimiento, le asustaba quedar como alguien sin educación, el no era rico y le perturba la brecha de educación.
Por otro lado Dick notó cómo Apolo observaba la comida con algo de asombro y se sintió complacido de poder mostrarle un poco de cómo vivía su familia, mírenlo de esta manera retrograda.
En la mente de Dick el pensaba que demostrándole un festín junto a sus riquezas al Quinzel, este podría entender que si se hacía su novio , no le iba a faltar nada, muy retrogrado para un joven de veinte.
El patriarca tomó un bocado de la comida delante de él y se volvió hacia el chico, con una mirada seria pero amable.
—¿Te gusta la comida, Apolo?—Pregunto amablemente, viendo cómo el chico le miraba con nerviosismo.
—S-si señor Wayne, está todo exquisito, lo estoy disfrutando mucho.—Dijo para posteriormente dar un bocado, intentando demostrar su punto, sonriendo mientras masticaba.
En ese momento, Dick interviene en la conversación con una sonrisa amistosa.
—Estoy seguro de que Alfred apreciaría tus comentarios, es todo un gran chef.— Dijo con orgullo por su mayordomo.
Bruce le lanzó a Dick una leve sonrisa antes de volver su atención a Apolo, con un toque de amabilidad en su rostro
—¿Y puedo preguntar, joven Apolo, cómo te ha ido últimamente?
Apolo se aclaró ligeramente la garganta, todavía ligeramente nervioso en presencia de Bruce Wayne, pero intentó parecer relajado y animado. Observó cómo Dick le animaba con una sonrisa y decidió seguir con la interacción.
—En general, me ha ido bastante bien últimamente.— Respondió con sinceridad.— Termine el semestre universitario y estoy aprovechando el tiempo para relajarme un poco antes de comenzar el próximo.
—Es bueno saber que las cosas van bien en tu vida.— Comentó antes de preguntar.— ¿Y qué es lo que estás estudiando, si no es mucho preguntar?
—Oh estudio artes plásticas y contemporáneas, voy a una universidad en metrópolis.—Comento antes de tomar un sorbo de algo en una copa.—Me gusta mucho, pero siento que puedo hacer más por este mundo, así que últimamente he pensado en cambiarme de carrera, tal vez me ponga estudiar psicología.
Luego de aquella interacción la cena continúo de igual forma todo el resto del tiempo, con Bruce interrogando y un nerviosos Apolo respondiendo, aunque en algún punto el ya había agarrado confianza y dejaba de responder de manera nerviosa, se había acostumbrado al patriarca de la casa.
Bruce pareció complacido por el comportamiento de Apolo, y mantuvo su actitud amable y cortés a través de todo el proceso. Tomó nota de los intereses del chico, especialmente en el tema de la psicología, y pareció bastante intrigado por ello.
Era un buen chico y estaba seguro de que sería un perfecto novio para su hijo, Richard se ganó la lotería, solo espera que el no siga sus mismos errores y no sepa apreciar al chico frente a el.
Richard y Jason Por otro lado sonreían tal cual diablillos, como si supieran que Bruce iba a caer en los encantos del Quinzel y que lo iba aprobar, ahora solo faltaba algo.
Richard debería pedirle noviazgo al bonito chico que le mueve el suelo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
