Febrero, 1989
Luna había cumplido, muy recientemente, 8 años de edad, motivo por el cual, Cass y Art, junto con sus respectivas compañías y Athena, habían viajado a Inglaterra.
Ottery St. Catchpole se había llenado de niños. Entre los Weasley y otras familias mágicas, la fiesta de cumpleaños de Luna había sido un éxito. Athena había encontrado, especialmente, una amistad en Ron Weasley, quien era el más cercano a su edad. Luna jugaba con ellos también, mientras Cass acompañaba a Dora en la cocina.
—¿Has pensando alguna vez en regresar? —Le preguntó Dora.
—Estoy aquí, ¿no?
Ambas rieron. Cass observaba como León y Philius entretenían a varios de los niños. Escuchaban las aventuras de León como rompe maldiciones, Bill Weasley parecía particularmente emocionado.
—Pero me refiero a si algún día regresarías regresarías, ¿sabes? Quedarte aquí.
Cass suspiró.
—Podría hacerlo, algún día...
—Supongo que junto a León.
Cass la miró. Dora tenía los mismos ojos curiosos de siempre.
—Quizá... en realidad no lo sé. Él mismo ha dicho que nunca se ha sentido demasiado cómodo quedándose en un solo lugar... Supongo que debido a su trabajo.
—Pero ahora es un profesor, ¿no? Necesita un lugar...
Cass asintió mientras se apoyaba en la isla de la cocina.
—Dijo que era más como un pasatiempo, mientras descansaba un tiempo...
—¿Estás buscando excusas por él?
Dora levantó una ceja mientras Cass se ruborizaba.
—¿Qué? No, claro que no-
—Ha pasado mucho tiempo desde Severus...
Cass suspiró.
—No tiene nada que ver con él... Es solo... Aún no entiendo la razón de que alguien como León renuncie a sus aventuras por una madre soltera...
Dora se encogió de hombros.
—Hay cosas por las que merecemos cambiar...
Cass sonrió.
—Supongo... ¿Cómo van los experimentos y las nuevas pociones? —Preguntó cambiando de tema, Dora sonrió mientras le contaba sus avances.
Mayo, 1989
Nunca creyó que recibiría aquella carta, al menos no a tan corta edad. Nuevamente se encontraba en Ottery St. Catchpole, por razones que no deseaba. Pandora había muerto apenas días atrás, aparentemente una de sus pociones salió mal, cobrándole la vida. Luna había presenciado todo.
El día había sido muy tranquilo, aunque triste, claramente. El cielo se había manchado de gris, aunque habían ciertos rayos de Sol, asomándose entre las nubes. Había un modesto grupo de personas en el jardín de los Lovegood, Cass se encontraba, aunque cercana a la multitud, alejada de ella, perdida en sus propios pensamientos. Observaba a Philius, sentado junto a Art, distantes a ella. Él abrazaba a Luna con un brazo, mientras la pequeña miraba al cielo, como buscando a alguien, probablemente a su madre. Si bien, Luna mantenía los mismos ojos curiosos de su madre, se notaba un aura triste alrededor de ella. Xenophilius parecía tan excéntrico como siempre aunque perdido, su alegría un tanto disminuida. Quizá como un hombre al cual se le había arrebatado el alma.
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Tales Of A Lost Prince And A Forgotten Daughter
FanfictionCassiopeia Black y Severus Snape se conocen en sus primeros años en Hogwarts. A pesar de sus diferencias, forman un vínculo poco probable, atraído por el sentimiento mutuo de ser diferentes a los demás. A medida que aumentan las tensiones en el mund...