La cara me arde como si hubiesen pegado en ella un hierro incandescente. Me la toco con cuidado, aún tratando de procesar lo que pasó.
Liv me mira con rabia, casi con odio y yo no tengo la menor idea de qué está pasando aquí.
¡Todo es culpa tuya! -me grita.
Me acaricio la mejilla, trato de calmarme, y decido que no le tendré en cuenta el golpe. Evidentemente está fuera de sí.
—Liv, ¿me puedes decir qué pasó para que eches mi puerta abajo, me abofetees y me eches la culpa de algo que no tengo ni la más remota idea de lo que pueda ser?
—No te hagas la santa, Ana. ¡Estoy hablando de Anthony!
Ah..
Espera, ¿qué?
—¿A-Anthony?
Apenas la pregunta escapa de mis labios, la cara de Liv se vuelve un caleidoscopio de emociones. Transita de la rabia inicial a la confusión, el asombro, la tristeza y la burla a una velocidad impactante.
—¿No te dijo?
—¿Decirme qué?
Olivia sacude la cabeza mientras se ríe; una de esas risas bajas y escalofriantes que te erizan cada centímetro del cuerpo.
—No puedo creerlo. —suelta el aire que estaba conteniendo en un suspiro y me mira, desafiante. —Jamás te lo dijo, ¿verdad?
—¿Decirme qué Liv?
—¿Nunca te dijo que yo estuve primero?
—¿Qué?
Me quedo anonadada por un segundo, tratando de comprender las palabras que acaban de salir de su boca. La siguiente media hora transcurre casi como en un sueño, cuando Liv comienza a contarme su historia.
La historia de mi mejor amiga y el chico que me rompió el corazón.
Liv (Un año atrás)
"Hasta cuándo tendré que estar en esta cola infernal"—pienso, mientras observo a Ana venir hacia mí.
- Con esto ya tenemos todo, ¿verdad? - me pregunta y yo reviso antes de responderle.
-Sí, está todo.
Minutos después, vamos rumbo a nuestra escuela con todas las órdenes listas, dispuestas a esperar otras tres horas antes de poder ver a nuestros amigos. Sin pensarlo mucho, le suelto:
-He conocido a un nuevo chico.
Parece como si le hubiese hablado a una pared. Ana está en su propio mundo (algo muy típico en ella) y parece no haberse dado cuenta de lo que le he dicho. Tras lo que parece una eternidad, me responde:
- Ah, ¿si? ¿Cómo se llama?
-Su nombre es Anthony y a que no adivinas quién me lo presentó. - mi voz apenas puede ocultar mi emoción.
Conocía a este chico desde hace unos meses y era realmente sexy. Al parecer, ambos nos atraíamos y habíamos hablado sobre la posibilidad de conocernos en persona y, con suerte, llevar esa amistad a algo un paso más lejos.
-Ni idea- murmuró mi amiga. Casi olvido lo que le había preguntado.
-Venga, intentalo.
-Mmm, no lo sé. ¿Carlos? - no me está haciendo ni caso, pero ya sé yo que esta información le hará prestar atención.
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Historia para una chica rota
Storie d'amoreDejar ir, aceptar, perdonar... No es tan fácil como suena.