Capítulo III

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Edward y la Armada Carmesí.

A la mañana siguiente Edward se encuentra arreglando su cuarto, cuando suena la puerta de su casa, es John quien va a visitarlo, pues quería que le ayudase a librar batallas de la Guerra Espiritual. Edward acepto con escepticismo, y John, con el paso del tiempo, fue enseñándole la gran mayoría de las cosas que Lottus le había enseñado, para su sorpresa, el ya conocía varias de estas.

- Madre mía, aprendes rápido, ¿no? - Dijo John sorprendido al ver que Edward canalizaba la energía de una manera fenomenal.

- Yo también tengo mis dones, John. - Respondió Edward airoso de su desempeño.

En ese instante, John y Edward se encuentran meditando cuando un demonio llamado Belcebú, un demonio que, horrorizado al saber los planes de Lucifer, va y le advierte a los humanos que no deben participar en la Guerra Espiritual, pues Lucifer les ha tendido una trampa que les guiaría hacia un lugar peor que el Infierno mismo, ni siquiera él, que está en uno de los escalones más altos de la jerarquía demoníaca, soportaría tal calvario.

John permanecía tranquilo y calmado. Belcebú canaliza su poderosa energía, causando que el ambiente sea pesado, demasiado pesado para la sensibilidad de John, y este cae desmayado.

- Ven conmigo Edward, el señor Lucifer ha visto tus habilidades, serias una pieza importante en la Guerra.

- Edward intenta enfrentar al demonio pues no confiaba en el, canaliza toda su energía, se visualiza con el equipo más poderoso que su energía le permitía crear, con encantamientos de transmutación, pero Belcebú ni siquiera hacía gestos de haber recibido daño. El poderoso Demonio, cabalizo su energía de tal manera, que su aura era visible sin necesidad de usar el Ajna, Edward, ansioso de obtener un poder similar a ese, acepto la propuesta del Demonio, yéndose con él hacia lo más recóndito del Averno.

Edward, acompañado de Belcebú, al lugar donde reclutan y entrenan a los soldados para la horda infernal. Edward se mostro impresionado al ver la cantidad de reclutas que había logrado reunir Fausto, tenían un ejército entero, sin contar a los demonios del infierno...Entonces Edward, recordando que John es el único recluta mortal, se convenció de que el cielo estaba perdido.

Fausto tomo a Edward de la mano, le corto e hicieron un pacto sanguíneo, para asegurar su lealtad, acto seguido, Fausto le concedió a Edward un poder inigualable, le brindo nos mismísimos poderes del infierno, sacrificando 10.000 vidas de los reclutas infernales. Edward, estaba ansioso de probar su poder, decide ir y enfrentar a John, quien le habia enseñado cosas muy útiles... además, sabía que sin John ennla Guerra, sería una Victoria segura.

Edward se dirige a casa de John mediante un viaje astral, pero este no se encuentra.

Edward siente un poder de magnitudes colosales acercándose hacia él.

- Pensé que tenias honor, Edward...pensé que ayudarías a tu amigo a salvarnos a todos...pero me equivoque. - Dijo aquella entidad en tono serio y desafiante. La luz te consumirá.

- Vaya...he de ser bastante importante para que tu me enfrentes...serás un buen sacrificio para aumentar mi poder...hiciste un buen trabajo con John...es una pena que no puedas verlo, Lottus.

Entonces Edward canaliza una gran cantidad de energía demoniaca obtenía de Fausto, y porta el equipo con el que Lucifer fue desterrado. Edward arremete contra Lottus de una manera salvaje, con gran dominio de la espada y un poder abrumador, mas Lottus esquiva sus ataques con gran velocidad.

Lottus concentra el poder de los espíritus en sus manos, una combinación de los tres planos en una entidad, un poder inenarrable, a costa de un precio aun peor.

Lottus cambia el escenario del combate, se encuentra en un lugar lleno de flores de loto, Lottus envuelve a Edward con las flores, y forma con ellas una barrera espiritual que transmuta la energía negativa, en energia positiva o de lo contrario, la destruiría. Edward se ve totalmente inmovilizado, su derrota era segura ante los poderes de Lottus, entonces se escuchan unos aplausos con ritmo maléfico a lo lejos.

- Bien hecho, Lottus...has logrado dominar a mi aprendiz... a ver si puedes hacer lo mismo conmigo. - Dijo Fausto, quien, gracias al pacto sanguíneo con Edward, pudo materializarse al instante.

Fausto arremete contra Lottus, y la pelea es muy igualada, ambos seres son muy poderosos de alta posición en la Jerarquía de su respectivo bando.

Lottus canaliza toda la energía que puede, e invoca a Gaia, Titán de la Tierra. Fausto, quien no se mostraba preocupado en lo absoluto. Fausto se veía acorralado por Lottus y los espíritus previamente invocados, y en ese entonces, se transformo en Mephisto, un demonio casi Omnipotente, Lottus no tenia oportunidad ante la Leyenda que estaba presenciado... responsable de las Guerras Mundiales y los asesinatos en masa.

- Dios... esta guerra no ha de durar mucho tiempo. Dile a John que se comunique con Gaia y Atlas...deben le al averno lo más pronto posible, antes de que sea...el Fin de los Tiempos. - Dijo Lottus, con una actitud firme, en tono serio.

Entonces, Lottus canalizo la poca energía que le quedaba, con ayuda de los espíritus y toda planta, animal u otro ser viviente que estuviese en el escenario creado por el, hizo estallar todo con una ráfaga de luz...que consumió a Mephisto, Edward...y a sí mismo.

El amor es lo que nos hace fuertes...es lo que nos hace ser, y lo que nos hace hacer...morir...es prevalecer únicamente en la memoria de aquellos que te vieron caer...triunfando. No me olvides, chico. Dicho esto, Lottus, el amigo, maestro y única familia de John... sucumbe ante tal poder, junto con los espíritus que le acompañaban y Mephisto.

San Miguel Arcángel fue a darle la noticia a John, quien al enterarse, cayó en llanto inconsolable... la ira le invadió, un sentimiento de impotencia y culpa... por haberle enseñado a Edward, por no estar con Lottus...

Entonces John se encaminó a hablar con Atlas, el Titán que sostiene el mundo, tal como dijo Lottus, una vez allí, hablo con el mismo...

- Atlas, cargas con un gran peso sobre tus hombros...pero no se compara con el peso que cargo sobre los mios, te ruego que por favor me lleves al averno para librar la disputa que dará fin a las disputas...

Dicho esto, el Titán tomo a John y lo llevo hasta sus pies, donde se encuentra el infierno. Para su sorpresa, alguien le estaba esperando...

La Armada CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora