Brielle
El profesor Blackwell se movía frente a la clase con actitud segura y relajada mientras demostraba sus conocimientos realizando un análisis constructivo de la novela.
Era interesante escucharlo hablar, era elocuente y un hombre evidentemente culto. Además de un tanto sofisticado con su atractivo tan pulcro y su voz tan profunda como envolvente.
Se supone que era lo que debíamos hacerlo, escucharlo y observarlo, pero entre más pasaba el tiempo más me daba cuenta que no podía dejar de hacerlo aunque quisiera.
Que atrapara la atención de todos en su aura magnética y nos tuviera en un obediente silencio escuchando cada una de sus palabras parecía inevitable.
Había notado un detalle que llamó mi atención y era que, de vez en cuando, aportaba algún dato interesante respecto a lo que contaba. Lo que me dió a entender que no solo sabía la materia porque fuera un amplio conocedor sino que evidentemente también le apasionaba.
Y sí, habían profesores que daban ciertas materias por muchos motivos diferentes a que realmente les gustara.
Si había algo que me parecía de los más interesante eran las personas cultas. ¿Cómo podría no ser intrigante y cautivador alguien con profundo conocimiento en diversos temas?
Supuse que esa fascinación nació por mi padre. Era un hombre instruido al que realmente admiraba por su conocimiento. Él tenía su oficina repleta de libros pesados y antiguos. Al verlos de pequeña llamaron mi atención y me regaló mi primer libro a los seis años, desde entonces se me facilitó memorizar casi todo lo que leía y veía. Tal vez de allí también nació mi adicción al History Channel, con sus documentales sobre sucesos históricos y misterios interesantes. También porque me encantaba poder descubrir cosas que estaban allí pero ocultas a simple vista, como en las series y los libros de misterio.
El profesor Blackwell se apoyó en el borde de su escritorio, con sus manos a los lados de su cadera. Llevaba pantalones de vestir negros, un cinturón delgado de cuero y una camisa blanca ligeramente suelta y evidentemente costosa.
Su cabello negro perfectamente arreglado le daba un aire fresco como recién salido de la ducha, toda su apariencia era cuidada y pulcra. Realmente divagaba al respecto y me dí cuenta que mi atención se había perdido un poco en eso cuando el timbre sonó y me sacó de mis pensamientos.
—Para la próxima clase comenzaremos a planear una presentación oral acerca de sus ensayos. Como estoy de buenas será en pareja —agregó y entonces las muecas de los estudiantes se relajaron y hasta se animaron un poco.
Mientras guardaba mis cosas pude ver cómo una estudiante, que si mal no recordaba su nombre era Bridget, se acercaba hacia el profesor pasando sus dedos por su cabello rubio. Le dijo algo respecto a unos papeles que tenía en la mano y cuando el profesor les dió un vistazo ella mordió su labio inferior, acercándose discretamente. Estaba coqueteando.
—Hola.
Mi mirada se dirigió al chico que acababa de acercarse a mí y le sonreí.
—Hola… Asher.
—Quería preguntarte, si no tienes a nadie más, si te gustaría que hiciéramos juntos la presentación —se ofreció.
—Sí, está bien —accedí de buena gana pues realmente no tenía a otra persona en mente y él parecía un chico agradable—. ¿Te parece juntarnos en mi casa para prepararlo?
—Claro.
Anoté mi número en mi libreta y luego le dí el trozo de papel.
—Nos vemos, Brielle —se alejó con una sonrisa amable y me despedí con la mano.
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Profesor Blackwell
RomanceLa llegada del nuevo profesor de literatura provoca revuelo en la prestigiosa Universidad Worthington. Dueño de una belleza oscura que atrae las miradas y despierta el interés de muchas estudiantes y hasta profesoras. Y de una reputación estricta y...