Brielle
La etérea voz de Lana del rey inundaba mis audífonos mientras guardaba mis libros en mi casillero.
En un momento llegó un mensaje de Asher invitándome a almorzar juntos ese día pero decliné amablemente. Era un chico guapo y dulce pero no estaba interesada en él y no quería darle ideas diferentes.
Sentía un malestar aquél día y no sabía a qué se debía, lo cual me frustraba más. Tal vez solo era la fastidiosa consecuencia de la mala noche, producto de pensar tonterías en lugar de enfocarme en repasar lo que diría en la presentación de ese día.
O tal era la presencia de Blackwell a unos metros de mí, conversando de una manera particularmente animada con una profesora que desconocía. Ella le sonreía abiertamente, pasaba la mano por su cabello y hasta se atrevió a darle un apretón en el hombro.
Cerré mi casillero con fuerza y comencé a caminar hacia el salón de clases cuando el timbre sonó. Inevitablemente debía pasar por su lado y sentí la mirada fugaz de Blackwell sobre mí mientras la mujer se despedía de él con un beso en la mejilla.
A su esposa no le agradaría.
Cuando Asher llegó a mi lado solo le sonreí con amabilidad mientras el profesor comenzaba con la clase de ese día, pasando por distintas parejas hasta que fué nuestro turno.
Ni estar parada frente a toda la clase con la atención de todos los estudiantes sobre mí me ponía tan nerviosa como la fijeza con la que Blackwell me observaba. En ninguno momento lo miré, la presentación era para la clase en general, no para él únicamente.
—Encuentro realmente interesante la manera en que hicieron funcionar sus opiniones —comentó, escribiendo algo rápido en un un cuaderno grande—. Y aprecio el uso de un vocabulario más amplio, algo que muchos aquí carecen. Es admirable y lo hizo sonar genuino, señorita Van der Wedden.
Una punzada atacó mi pecho y de pronto sentí que enrojecería. De reojo noté la mirada de Asher sobre mí pero mantuve la mía en la ventana detrás de Blackwell, queriendo que la tierra me tragara. Creí que era su opinión respecto a Asher y a mí. ¿Acaso estaba loco? A ningún otro había elogiado o criticado de manera individual.
—Pueden sentarse. Los siguientes serán…
Me dirigí a mi lugar sintiendo algunas miradas y murmullos. Que se jodan.
Cuando Asher se sentó a mi lado el resto de la clase se concentró en la siguiente pareja. Él se inclinó ligeramente y lo miré de reojo.
—¿Crees que estoy imaginandolo? —murmuró en mi oído y pasé saliva, desviando mi atención hacia la ventana.
Que Asher sospechara de algo por la conducta de Blackwell no era realmente importante para mí, pero que los demás estudiantes comenzaran a hablar jodidamente no podía suceder.
Creí que solo se quedaría como un chisme de clase y ya, pero cuando Bridget se acercó a mí a la mañana siguiente con una sonrisa maliciosa mientras estaba en mi casillero me dejó claro que no.
—Cuéntame tu secreto.
—¿De qué hablas?
—Lo que le hiciste a Dorian para tenerlo así. ¿Cuál es tu secreto para que te trate diferente y te de buenas calificaciones?
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Profesor Blackwell
RomanceLa llegada del nuevo profesor de literatura provoca revuelo en la prestigiosa Universidad Worthington. Dueño de una belleza oscura que atrae las miradas y despierta el interés de muchas estudiantes y hasta profesoras. Y de una reputación estricta y...