SUPER (Monster Girl Encyclopedia)

Ch.23: Mundo en cambio.

Ch.23: Mundo en cambio.

- "Hey, estoy cuerdo" – Personajes hablando normalmente.

- (Tal vez no tanto) – Pensamientos.

Disclaimer: El mundo, razas, conceptos, artilugios y personajes presentados pertenecen a Kenkou Cross, Rick Veitch, Garth Ennis, Pat Mills y Kevin O'Neill, Heart Machine, Goichi Suda (Suda51), entre otros. No soy dueño de nada.

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- "¡Mama, mama!" – Se escucho el grito desesperado de una niña.

Usualmente se esperaría que alguien fuera a ayudarla en el instante en que escuchara sus gritos de auxilio, lamentablemente, este no es el caso...

Por todos lados había destrucción y muerte, las llamas ardientes consumían todo con hambre, dejando por atrás solo cenizas, cadáveres y ruinas.

La guerra no es heroica, ese es un hecho mas que comprobado por el humano y las muchas e infinitas especies que habitan en el universo y mas allá, nadie que regrese de la guerra puede llamarse un héroe, tal vez se les pueda llamar soldados, generales, enemigos, temerarios, lunáticos, desvalidos, victimas y asesinos, pero nunca héroes, jamás héroes...

- "¡Mama, mama, levántate!" – Se escucho nuevamente el grito de la pequeña, ahogado entre los disparos al aire que se acercaban lentamente y las voces furiosas que no paraban de gritar blasfemias.

La pequeña no era humana, sus pequeñas piernas y brazos afelpados con garras aun en crecimiento, las alas rojas y membranosas tan pequeñas que aun le era imposible alzar el vuelo, las orejas puntiagudas en la cima de su cabeza con el peinado desarreglado y, la característica mas extraña de todas, una cola acorazada que terminaba en una especie de "boca" extraña.

- "¡Mama, mama, por favor, levántate!" - Volvió a gritar mientras sus amargas lagrimas escapaban de sus ojos. Ella se aferraba al único brazo libre de su madre moribunda, la cual solo pudo darle una pequeña caricia a su cara, limpiando sus mejillas húmedas, intentaba reconfortarla incluso en estos momentos de agonía.

Ambas son Mantícoras, especie hostil propia de las zonas montañosas mas rocosas y escarpadas, de las zonas volcánicas infernales y mortales, y de los parajes desolados donde la tierra es estéril y pareciera que solo hay muerte. Siendo esta una especie adaptada a climas y ambientes peligrosos, la vida en el desierto no era nada, pero, como suele ocurrir muchas veces, sucedió algo inesperado...

¡BOOM!

Se escucho la detonación lejana.

¡BANG!

Resonó el disparo.

- "¡JODETE, PUTO MARICA!" – Se escucho una voz, cada vez mas cerca.

La pequeña Manticora oculto su cara en lo poco del pecho libre de su madre, no quería oír esos sonidos estridentes, quería que aquello que estuviera afuera se callara, que desapareciera, que todo fuera un sueño, o mejor dicho una pesadilla, y que ella despertara en su cama donde sus padres le darían los buenos días con un amoroso beso en la frente.

Fue en eso que sintió el delicado y maternal toque de su madre en cima de su cabeza, agitando su cabello con ligereza haciendo que su pequeña la viera a su cara pálida, y hablo...

- "Mi pequeña princesa... Por favor, te lo ruego... Ve con tu padre, vete..." – Su cara pálida y la frase entrecortada significaba que su tiempo casi había llegado. Triste destino, triste destino. – "No mires atrás... Solo déjame, mi pequeña Sherezade... Solo sálvate" -