Déjame curar tu niño interior || Patitas K Rollo

«Envidia - 10» (2/2)

Pero en eso se escuchó un silbido agudo, te separaste algo asustada por el tal chiflido, miraste alrededor y viste a...Nicolás con Nacho, ambos los miraban, Nicolás con el ceño fruncido y Nacho con una mueca de nervios.

Marcos bufo por la interrupción, ya era la segunda vez que le pasaba lo mismo. Él volteó a ver y gruño al ver de quien era el silbido.

- ¿Que quieres?.

- ¿Que haces aqui?.

Nicolás cuestionó y se acercó a ustedes en el pequeño espacio verde y lindo, arruinando el aura relajante y volviendola tensa.

Marcos bufo y se paró de un movimiento.

- ¿Que te import-

- No hablo contigo, hablo con _____.

Nicolás le hablo mal a Marcos y te señaló, te miro y dió unos pasos más.

- Te espere en la salida de la escuela y no estabas, fui a tu casa a buscarte y no estabas, fui nuevamente a la escuela y no estabas. ¿Asique solamente decidiste dejar aún lado nuestra pelea y te tomaste enserio lo de irte con... él?.

- Espera, no, yo...No sabía que querías arreglar todo, solo estaba enojada y-

- ¿Y? Y decidiste venir con Marcos. Que común de tu, cambiándome.

Nicolás te estaba haciendo una escena, pero no sabía si de celos o si de enojo. No entendías nada, la verdad, asique te paraste y lo miraste con las cejas levantadas. Y hablaste.

- ¿Que?. La verdad estás haciendo una pelea de pura madre nada más, porque no se de que hablas.

- De que me iba a disculpar, estupida, de eso.

Nicolás tiró unas flores al suelo, las cuales estuvo escondiendo en su espalda.
Marcos miro las flores y gruño molesto, ya estaba muy enojado.

- Cuidado con tu vocabulario, no le hables así a ella, ella no tiene la culpa de que hablas a espaldas de todo el mundo.

- ¿Que...dijiste?.

Nicolás sonrió sin gracia, era más bien un sonrisa de irritación, dió pasos hacia Marcos y murmuró.

- Repitelo....

- Dije que no es la culpa de nadie que estes por ahí a hablando de los demás a sus espaldas.

Nicolas bufo y te señaló de forma amenazante.

- ¿Ya abriste tu bocota, no?. Cómo siempre, no es nada sorprendente de tu parte, abrir la bocota y decir cosas al azar.

- Y-Yo-

- "Y-Yo- Yo- Y-Y-Yo-". Mejor cállate si no vas a hablar bien. Pedazo de estúpida.

Sus palabras te hirieron, pero a Marcos solo lo enojo más y más. Marcos piso las flores que Nicolás tiró al suelo y las escupió. Y le gruño a Nicolás.

- Vete, _____ no necesita alguien como tu, solo eres un falso doble cara con todos, y lo peor es que tuviste suerte al encontrar a una chica tan dulce y paciente como ella.

- Cállate, no te metas, ni la conoces como yo.

- Por lo menos yo la conozco por qué la quiero, no como tú, que eras su amigo porque era linda.

- ¡Hijo de puta!.

Nicolás se enojo al oirlo y se abalanzó hacia Marcos, empezando así una pelea cuerpo a cuerpo entre ellos.

Trataste de detener a Marcos como pudiste, pero acabaste recibiendo un fuerte golpe en tu costilla y caiste al suelo. Nacho vio todo y se metió entre ellos, para separarlos, tal vez recibió algunos golpes, pero logro apartarlos y grito.

- ¡Basta los dos, parecen niños de kinder, peleando por una tontería!.

- ¡Ese caneon empezó, no me metas a mi!.

Marcos respondió, tenía la nariz sangrando y un ojo cerrado porque recibió un arañazo por parte de Nicolás.

Tu te paraste adolorida y agarraste a Marcos del brazo, aferrandote a él con un leve temblor, y eso Marcos lo notó, suspiro preocupado por ti y sobó tu cabeza. Luego miro a Nicolás.

- No quiero verte más...Vete...Y cuando digo vete, es vete...No solo de mi vida, también de la de _____.

- Tu no decides por ella.

- Pero yo decido que no quiero verte más...

Te metiste a la discusión y miraste mal a Nicolás mientras seguías abrazada al brazo de Marcos. Nicolás se sorprendió y suspiro.

- Bien...Bien...Listo...Ni que me importara, solo eras...una tonta...mi tonta...

Nicolás murmuró triste y frustrado.

...

Estabas sacando el resto de sangre en la nariz y cara de Marcos, ya que la sangre que salió de la nariz de Marcos paso por sus mejillas.

Marcos gruñía del dolor, pero se aferraba a ti cintura con cuidado, para no lastimarte. Mientras tu estabas parada al frente de la cama, osea, al frente de él, murmuraste.

- Dios...Si Nacho no los separaba se iban a romper los brazos si fuera por ustedes.

- Y lo hubiera hecho. Ese maldito obeso de mierda se merece todo menos la felicidad.

- Heey, Marcos, no hables así.

- Es la verdad, es un mal nacido de mierda.

- Si, lo sé, pero...no deberías de hablar así igualmente.

Marcos resopló y te miro a los ojos, sus ojitos mostraban algo de vulnerabilidad ante tu tacto y atención.

- ¿Me puedo quedar en tu casa?.

- ¿¡Qué!?.

Te sobresaltaste por la súbita pregunta. El cuarto quedó en silencio y el volvió a susurrar.

- ¿Me dejas quedarme en tu casa?.

- ¿Por...Por qué?.

- Te lo explico en un rato, pero...por favor, déjame quedarme.