Capitulo 15

41 4 0
                                    

Louis.

¿Qué le pasa?

Sera que lo que dijo el tipo le afecto mucho o que, es una amargada nisiquiera me respondió lo que le pregunte. Fijo mi vista en el imbécil pelo negro de la pantalla y arrugo la cara en un gesto de desagrado. Aunque odio a la grosera esa por su mala actitud eso no significa que me alegra que la calumnien.

« Ninguna mujer merece que hablen de su vida personal en internet y menos de algo tan delicado como la muerte de un ser querido »

—…fui muy considerado con  ella, pero esa infeliz solo se enfocaba en su trabajo y no me supo corresponder —dice con voz áspera — la relación se fue dañando por culpa de ella por lo que tuve que terminarla…

—Es un desgraciado —murmura Bruno con hastío.

—Si, no puedo creer que se atreva a hablar de una mujer de esa manera—lo apoya Lucas con voz amarga— Elisabeth debe de sentirse muy mal con todo eso que dijo…

Mis ojos recorren el lugar por donde se fue con una mala sensación alojándose en mi pecho.

¿Estará bien?

Dudo entre ignorarla o ir a ver si se encuentra bien y después de tener una lucha mental durante casi un minuto, respiro hondo y me giro decidido hacia la puerta. Empiezo a caminar molesto con mi entrometida conciencia por querer meterse en algo que  debería darme igual.

« Solo veré si esta bien y me regreso a la habitación » Me digo a mi mismo para tranquilizarme.

Cruzo la puerta y miro a la derecha y luego a la izquierda. Mis ojos se abren con horror al encontrarla tirada en el suelo con las manos cubriendo su cabeza, como si algo le atormentara y estuviera luchando con fuerza contra ello para protegerse de un mundo que la abruma.

Me apresuro a llegar hasta allí y me agacho en frente de ella para tocarle el hombro con insistencia.

—Eyy, Elizabeth—la llamo, pero ella se zafa de mi agarre, negando repetidamente con desesperación.

—No fue… mi.. culpa—musita en un sollozo con los ojos cerrados y la voz entrecortada.

Frunzo el ceño con preocupación y la vuelvo a mover con más insistencia en el hombro.

—Eyy, Elisabeth abre los ojos—insisto en voz alta empezando a alarmarme.— Elizabeth por favor abre los ojos no me asustes o llamare a una ambulancia.

—¡No! —se apresura a gritar negando con la cabeza aún con los ojos cerrados —ese sonido no…la alarma..

—Entonces abre los ojos y mírame —le pido mirando a ambos lados nervioso al no ver a nadie que pueda ayudarme y vuelvo a mirarla.

Nunca había estado cerca de alguien que sufriera ataques de pánico; solo sé que las emociones intensas pueden ser devastadoras para ellos.

—Ella fue… ella se ..interpuso —Solloza negando con la cabeza.

Trago grueso sintiéndome muy preocupado y empezando a entrar en pánico.

No puede ser ¿Qué hago para ayudarla?

—Mis manos…la sangre—la respiración se le acelera y empieza a temblar.

—Elisabeth tranquilízate y respira hondo ¿si? sigue el sonido de mi voz y respira una y otra vez— Le pido con voz suave mientras la obligo a bajar las manos de su cabeza. —Por favor Elisabeth piensa en otra cosa ¿Si? —desvió la mirada pensando a toda velocidad y vuelvo a mirarla—¿Me odias cierto? Piensa en como me vas a golpear y destruir —intento ser gracioso pero fallo.

Huyendo del Sentimiento [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora