Capítulo 14

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La sombra, la cual tenía en sus manos un plato de helado con galletas oreo que su amado le había servido, no se borraba de la mente el pendiente de la caja, se veía tan bien cuidado, discretamente se tocó su bolsillo, de este saco una pequeña bolsita, en la cual estaba el pendiente que le hacia pareja al pendiente de la caja, solo que el de la bolsa estaba roto. Empezo a divagar por su mente, viendo un leve recuerdo.

*  •  *  •  *  •  *

Ella estaba en un parque a mitad de la noche, nadie pasaba por allí ya que era muy oscuro, la gran mayoria le tenía miedo a ese parque, adoraba los lugares oscuros  solitarios y agradables, eso le daba mucha tranquilidad, así que se encontraba allí, sentada en un banco de madera, comiendo un pedazo de carne que habia conseguido con mucho esfuerzo, aunque alzó la mirada al notar un brillo a lo lejos, notando a una niña iluminar alrededor con una linterna, eso le dio curiosidad.

Las miradas de ambas se cruzaron, la pequeña temblaba al notar la apariencia de la sombra, quién estaba cubierta de sangre y sostenía aquella carne humana en sus manos, mientras que la sombra la miraba fijamente, preguntándose que hacia una niña alli en medio de la noche, y sobretodo, sola. Se levantó de su asiento empezando a acercarse, lo cual al la pequeña notarlo, empezó a retroceder algo asustada, aunque en segundos tenía a la sombra frente a ella.

— No me lastimes, por favor — Rogó entre tartamudeos, la niña temblando bastante, tenía apariencia de 8 a 9 años, aunque tenía moretones y golpes en el cuerpo.

La sombra simplemente la miro unos segundos en total silencio, le daba curiosidad, ademas de que se parecida a alguien quién le importo en su vida pasada, su hermana menor.

— ¿Donde queda tu casa? — Preguntó con un tono frío mirándola, ese tono a cualquiera se le ponía la piel de gallina.

La pequeña se confundió ante tal pregunta, aún sin tener la respuesta, la sombra la cargó con algo de cuidado evitando apretarla al notar que estaba lastimada, aunque su sangre tenía un olor exquisito, pero se aguantaba aquella hambre, empezó a usar su habilidad, empezando a caminar a la direccion de la casa de la pequeña.

— Te llevaré a tu casa, no es seguro que niñas de tu edad anden sola a estas horas — Comentó la sombra con frialdad y un poco irritada mientras caminaba — Solo dime tu dirección, aunque dudo que te la sepas, solo eres una niña - Preguntó solo para no dar sospechas.

La pequeña bajo sus orejas ante esa forma de hablar, soltó un suspiro y le dijo su dirección, apesar de que no fue necesaria, le sorprendía que se supiera la calle.

— Bien, te llevaré. No entiendo que haces en las calles a estas horas — Habló la sombra mientras ponía a la pequeña en su espalda mientras camina y terminaba de comer su trozo de carne.

La pequeña tardó en responder.

— Me había quedado dormida cuando me fuí a ver un amigo, aunque estoy acostumbrada a estar sola a estas horas — Habló con un tono tímido mirando el suelo de cemento.

— No digas estupideces, acostumbrada o no. No puedes andar sola, ¿Y quien se queda dormida hasta el punto de que se ponga así de oscuro? — Preguntó con algo de ironía, incredulidad y desdén.

La pequeña simplemente estuvo en silencio, aunque dentro de pocos minutos, llegaron a casa de la pequeña, la dejo frente a la puerta.

— Listo, dile a tus padres que no te paso nada — Habló un poco irritada, con los brazos cruzados.

La niña tardó nuevamente en hablar.

— Mis padres están de viaje, llevan fuera de casa 2 años — Dijo la pequeña mirándola.

Recuerdo en el OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora