Aigri la seguía vendando sintiéndose tranquilo, Daya lo miró unos momentos y le dio una sonrisa, aunque momentos después nuevamente le dio una parálisis. Cuando Aigri acabo de vendar la herida, se dió cuenta de que se había quedado paralizada.
— ¿Estas bien? — Preguntó el ángel caído algo preocupado.
La castaña solo se quedó mirándolo fijamente en su parálisis, desde su punto de vista, la imagen cambiaba repetidas veces, dejando de ver a el ángel caído también viendo al ángel en el lugar de él, y así sucesivamente por vários momentos.
— A-ah... — Soltó en una voz quebrada la castaña, cerró los ojos al abrirlos vió como un hilo de sangre salía de su nariz.
El ángel caído la llamó, pero la castaña acabo por desmayarse.
Los demás estaban en la sala, la fantasma tratando de entender lo sucedido y el porque sintió ese sentimiento, el sucubo estaba en la cocina preparando un té infernal, ya que según el, los terrenales lo empalaga, la sombra estaba junto a el dándole un abrazo, el trío llegó a escuchar algo fuerte parecido al de alguien caer al suelo.
Dejaron de hacer sus cosas para ir al baño con tal de saber que pasó, la castaña estaba en el suelo inconsciente tosiendo algo de sangre, mientras que el ángel caído trataba de despertarla, demostraba la preocupación que tenía, aunque en su sangre habían unas raras partículas, todos se dieron cuenta de que estaba sufriendo una sobredosis, ya que las porciones de las tantas pastillas que toma son muy grandes. No sabían que hacer en un principio, ya que por la tormenta no podían ir al hospital... Lo q si sabían, es q debían ayudarla, de paso, el impacto de su cabeza causó que se lastime gravemente.
Aún que era parecido cuando Aigri tomaba 3 pastillas para dormir, ya que debían hacer qué vomitara y se quedará reposando.
* * * * * *
Luego de unas cuantas horas, la castaña despertó acompañada de su mascota, que se pegó más a ella al verla despierta. Miro alrededor dándose cuenta de que estaba en su cuarto apesar de que su vista estaba levemente borrosa, cuando sintió un leve mareo, tocó su cabeza notando unas vendas, miro al frente en cuanto su vista acabo de regresar, viendo a los demás llegar a la habitación hablando algo preocupados, Aigri traía todas las pastillas que la castaña tomaba solo que con dosis menos potentes para evitar otra sobredosis, tenían mano unos horarios para cada pastilla en específica así evitar que las tome todas, al alzar la mirada, vió como la castaña trataba de pararse, pero estaba débil por lo cual hicieron que nuevamente se recueste.
Ella miró sus pastillas, luego miro a otro lado, debía tomarlas pero no le gustaba mucho ya q sabía q esto pasaría, pero le dieron la hoja de los horarios, dándose cuenta de que eran así más seguros, ¿Por qué no pensó en usar horarios diferentes en vez de uno solo? Se hubiera ahorrado muchas visitas al hospital por sobredosis. El ángel se sentó frente a ella soltando un suspiro
— ¿Por qué pareces no importarte el dolor que llegas a sufrir? — Preguntó la fantasma algo preocupada.
La castaña solo se dio la vuelta, dandoles la espalda y a entender que es un tema algo delicado.
— ¿Por qué importaría? De todos modos no tengo importancia — Contestó ignorando lo débil que se sentía, sintiendo su cuerpo gritar por un descanso.
El ángel caido la miro algo sorprendido, pues ella si tiene importancia, o al menos para él. La perrita esqueleto se apego tratando de animarla, pero ella no volteo. Los demás empezaron a irse para darle un rato a solas a excepcion de Aigri, que al estar en tanto silencio, hizo que ella no notaba su presencia. Cuando ella pensó que estaba sola, empezó a llorar algo bajo para que no la escuchen fuera de la habitación bajando sus orejas y cola.
El ángel caído la observó unos momentos, de pequeño odiaba verla triste, lo mismo pasaba con ella verlo triste. Mientras que la castaña lloraba, sintió como la tomaron y la abrazaron suavemente, al mirar Aigri miraba a otro lado avergonzado además de lijeramente adolorido, ya que no es fan de los abrazos, por qué lo hacían tener desconfianza y también le daba dolor en su herida de la espalda.
La castaña iba a separarse, pero no lo hizo, simplemente se aferró más, al sentir algo húmedo, dedujo que se pudo haber mojado con algo, empezando a llorar, ya que nunca tuvo a alguien con quien desahogar su dolor durante bastantes años, Aigri le acarició la cabeza dejando que llore y dejé todo salir, aunque también llegó a llorar un poco, ya que el hecho de estar al lado de ella le hacia sentir que todo pueda salir y quitarse un poco del peso que tiene encima, pero se negó, odiaba llorar eso lo hacía sentir ese ángel manipulable, estúpido y llorón que fue en el pasado.
Al rato la castaña quedó dormida por el agotamiento tanto emocional como mental que había estado teniendo, el ángel caído se secó las pocas lágrimas que se le habían escapado, se separó del abrazo con cuidado de no despertarla, después la acomodo en la cama y se quedó a su lado para vigilar que descanse y no le pase nada. No pasó, ni un segundo cuando de la nada la fantasma apareció, mirándolo nuevamente sintiendo ese sentimiento que había sentido antes.
— Ai... ¿Ella es mas especial que yo? — Pregunto la fantasma levemente nerviosa por la reacción de su contrario
El ángel caído miro a la fantasma confundido ya que no entendía a qué venía esa pregunta.
— Es solo, incluso la tratas mejor que a mi... — Admitió la fantasma apenada.
El ángel caído entendió, ¿Acaso ella sentía celos? Aún que le era raro un poquito, no pudo evita sonrojarse levemente.
— ¿Que? No, la trato así porqué la extrañe demasiado, llevo muchos años sin ver a la única persona que me queda, que me hizo feliz en la infancia, y también porque necesitaba a alguien — Respondió el ángel caido, después se rasco la cabeza apenado por haber dicho eso a la fantasma — Ella es muy especial para mí al igual que tu también lo eres, es solo que de una forma diferente — Agregó para ver que la castaña no los escuche, era vergonzoso desde su punto de vista.
La fantasma sonrió más calmada con un sonrojó gris en las mejillas, ya que al no tener sangré corriente, hace que no sea común ese sonrojó.
— Oh, bueno. Ok — Dicho esto, la fantasma se retira atravesando la pared más tranquila.
El ángel caído suspiro, se apoyó en la cama para descansar un poco de estar tanto tiempo parado, algo le decía que tener a la castaña a su lado evitaría q tenga esos sueños malos, y en segundos cayó dormido, rezo mentalmente para que esos sueños no vengan, pero sentía la necesidad de tomar al menos una pastilla para dormir mejor, sin embargo tenía que cuidar a la castaña.
Jah, sabia que estos dos tenian algo oculto hijos de puta Pensó la castaña, se había despertado un momento, al escuchar la conversación su lado chismosa y fujoshi se activo solo q nadie lo notó, se acomodó para recordar el hechizo de conexión de sueños, y saber finalmente quién era exactamente el ángel de un ala que tenía.
¿Por qué la castaña no reconoce al ángel caído? Era debido a que no sabía cómo era los castigos de los angeles caídos ni siquiera de su especie, mucho menos el como terminan.
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Recuerdo en el Olvido
FanficUna historia de una amistad tan apreciada de un ángel que no tuvo una buena vida en el cielo, causando que perdiera camino del cielo... Perdió a su madre, una amiga arcangel, pero... ¿Quien es ella? ¿Porque siente que la conocé? Historia escrita y c...