Capítulo 32.

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***

Bakugou acorraló a Kirishima contra la pared del recibidor y lo miró de una forma bastante intimidante.

"¡Esto es malo! ¡Katsuki está realmente enfadado!"

—Katsuki, no estés molesto conmigo, por favor.—Yo no le di mi dirección, ni...

—¡Cállate!—¡Estoy jodidamente molesto y celoso!

—L-Lo siento, ¿qué puedo hacer para mejorar tu humor?

El licenciado en matemáticas no cambió su expresión y le respondió:

—Fóllame duro. Necesito descargar adrenalina y mi ganas de golpear hasta el hastío a ese bastardo.

"Sólo eso, menos mal."—Pensó aliviado el adulto de más edad.

Entonces sonrió y dijo:

—Estaré encantado de ayudarte~

La contestación de su novio, hizo que, inconscientemente; la postura de su cuerpo se relajase.

Sin perder tiempo, iniciaron una lucha de lenguas en la que ambos intentaban imponer su dominio sobre el otro.

—Eijirou... Vamos a la cama.

Aquella petición junto con su cara suplicante, fueron más que suficientes para que el abogado tomase a su amante y se dirigiera a toda velocidad hacia el dormitorio.

Una vez que estuvieron dentro,el pelirrojo tumbó bruscamente al contrario sobre la cama y se besaron de nuevo mientras se quitaban las ropas mutuamente.

Cuando cortaron el beso, Kirishima descendió por el cuello de su amado, lamiéndolo y mordiéndolo levemente.

—A-Aah... Ei...

"A Katsuki le excita mucho cuando estimulo su cuello. Su cuerpo siempre tiembla por el placer que siente. Además, se pone bastante duro."—Pensó contento por las reacciones que estaba obteniendo de su rubio cenizo.

A continuación, descendió por el torso  de Bakugou, concentrándose en sus pezones, los cuales amaba tener en su boca y en sus manos.

—Aaaah... Eijirou, Eijirou...—Gimió varias veces de puro gusto al recibir tanta atención por parte de su pareja.

"Dios mío... Este hombre me está volviendo loco y todavía no me la ha metido."

—Aah, ah...—Jadeó al sentir que los labios del abogado estaban descendiendo hasta sus partes íntimas.

—E-Eijirou... Házmelo ya...—Te quiero sentir dentro de mí, por favor~—Le suplicó con el rostro sonrojado, jadeante y un poco sudoroso.

Tan sólo con la vista tan erótica que tenía ante sus ojos, su pene ya dolía demasiado, así que no se negó a lo propuesto.

—Me has excitado tanto que voy a follarte duramente, así que dame el lubricante porque no puedo aguantar más.

—Pues date prisa y mete esos fuertes dedos dentro de mí.—Dijo relamiéndose los labios, mirándolo seductoramente.

Ese gesto encendió al adulto de dientes afilados, que después de haberse puesto lubricante en sus dedos, inició un apasionado beso con su pareja.

—Ngh~—Gimió ahogadamente debido a que tenía la lengua del otro en el interior de su boca.

Aquellos dedos le proporcionaban un gran placer mas no superaban el que sentía cuando era embestido por Kirishima.

—Aah, ah, ah...—Eijirou... Mételo ya...

—Sólo espera un poco más, Katsuki.—Enseguida te doy el pene por el que tanto ruegas~

Tras unos minutos, el pelirrojo consideró que su novio ya estaba preparado para recibirlo, así que lo puso de cara a la cama, alzó los glúteos del susodicho y lo penetró después de ponerse el preservativo.

—¡Ah! ¡Ah!—¡Sí, joder!—Gritó al sentir la virilidad alcanzando bastante profundidad en su interior.

—Ah... Katsuki...—Eres tan erótico...—Jadeó moviendo sus caderas con intensidad mientras agarraba las muñecas de su amado.

—¡Aaaah! ¡Más, más!

El abogado se movía con una fuerza cada vez mayor, lo que provocaba que subiera la temperatura de la habitación y también que hubiera una mayor cantidad de sonidos obscenos.

"Eijirou, es un jodido dios del sexo. Madre mía. Nunca me habían provocado tantos orgasmos seguidos. Uff... Tiene que ser sólo mío, quiero que sea mi marido en un futuro."

—¡Ah! ¡Eijirou!—¡Eres el mejor! ¡Te quiero tanto!

—¡Ah, Katsuki! ¡Yo también te quiero! ¡Te quiero!

El rubio cenizo giró su rostro para poder observar mejor a su novio, pudiendo percibir lo claramente excitado que estaba.

"Se ve tan masculino... Me encanta."

Eijirou sintió la mirada de Bakugou y le sonrió.

—Katsuki... Quiero besarte.

—Ha-Hazlo... No tienes que pedir permiso...

No se demoró y acercó su boca a la del licenciado en matemáticas para besarlo sin dejar de mover sus caderas.

Estuvieron besándose por un rato hasta que tuvieron que dejar de hacerlo debido a que necesitaban gemir en voz alta.

—¡Ah! ¡Aaaah!—Gritaba el pasivo.

—¡Ah, ah...!—Gemía el otro.

Sus estocadas fueron incrementándose en intensidad hasta que los dos alcanzaron el clímax.

Ambos cayeron rendidos sobre la cama, agotados por el intenso orgasmo que acababan de experimentar.

—¿Te sientes mejor, Katsuki?—Preguntó dándole un beso en la nuca.

El susodicho se volteó y, sonriéndole tiernamente, le contestó:

—Sí, estoy mucho mejor. Más relajado. Gracias, Eijirou.

—Me alegra saber que te hice sentir bien.—Yo he percibido que, en esta ocasión, ha sido como más intenso; ¿no lo crees?

—Sí, yo también he sentido que me has cogido con más intensidad de la habitual.—Supongo que haber estado celoso habrá tenido algo que ver.

—Eso creo yo también.—Te has excitado mucho más de lo acostumbrado, tal vez te excitaste por estar celoso y a mí también me puso cachondo ver esa faceta tuya.

—Mm... Posiblemente pero no te acostumbres a coquetear con cualquiera. Eso no te lo permitiré.

—¿Qué?—Yo no coqueteo con cualquiera, al no ser que te consideres "cualquiera".

—Hmp. Muy gracioso pero lo digo muy en serio: No coquetees con otros.

—Jajaja. Ay, por favor. ¿Cómo voy a coquetear con otros teniéndote a ti de novio?—Y no sólo es porque seas condenadamente hermoso, sino por el simple hecho de que te amo únicamente a ti. Nadie puede opacar tu belleza, ni tampoco alejarme de ti.—Dijo esbozando una tierna sonrisa a la par que acariciaba el rostro del pasivo.

"Ah... ¡Es tan lindo!"—Pensó mirándolo con amor.

Ambos se miraban con tanta ternura que no pudieron evitar darse un casto beso en los labios y abrazarse después.

—Te amo, Eijirou.

—Yo también te amo, Katsuki.

Al poco tiempo, los dos cayeron en los brazos de morfeo y se quedaron dormidos y acurrucados durante toda la noche.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Le robé el novio a mi madre (Kiribaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora