Le robé el novio a mi madre (Kiribaku)

Capítulo 4.

***
El rubio cenizo condujo molesto en dirección al pub Moon, lugar en el que iba a dejar que Midoriya se lo cogiera sin piedad.

"¿Habrá llegado ya?"—Se preguntó Bakugou cuando aparcó su coche y se dirigió hacia la puerta del local.

En cuanto entró, varias miradas se posaron en él mas las ignoró y se dispuso a buscar al pecoso.

Había bastante gente, así que no le estaba resultando sencillo dar con él. Eso lo desesperaba debido a que ya tenía ganas de tener sexo con su amigo con beneficios.

"Mierda. Quiero coger, quiero coger."

Iba a rendirse cuando sintió que alguien lo agarraba de uno de sus hombros, lo que hizo que se voltease.

—¿Quién mi-?

—¡Hola, Kacchan!

Al ver que era Izuku, se relajó.

—Hola, Izuku~—Lo saludó acercándose para darle un beso.

El pecoso aceptó gustosamente el beso del rubio cenizo y se besaron durante unos segundos.

—Eso fue intenso, Kacchan.—¿Quieres beber algo o pasamos directamente a la acción~?

—Pues... ¿Por qué no bebemos un poco antes?—Luego vamos a la habitación, ese beso me ha dejado un poco sediento~

—Está bien, invito yo.

—De acuerdo. Gracias, Izuku.—Le agradeció dándole un tierno beso en la mejilla izquierda.

Acto seguido, se acercaron a la barra y pidieron el alcohol que quisieron.

Estuvieron bebiendo y coqueteando por un rato hasta que se sintieron a tono para follar.

—Vamos a por un cuarto, Izuku.—Le dijo al oído.

—¡Por fin!

Los dos fueron a buscarse un cuarto y pagaron por estar dos horas, ya que querían tener varias rondas.

—Muy bien, disfruten de su noche.—Dijo el recepcionista.

No perdieron el tiempo y se adentraron en el dormitorio para saciar su líbido.

***

Mientras tanto, en la casa de los Bakugou, Mitsuki y su novio estaban tratando de ver una película pero era tremendamente aburrida.

El pelirrojo no atendía porque no hacía nada más que pensar en lo que había pasado con Katsuki. Estaba realmente preocupado por él.

"¿Quién es Izuku? ¿Realmente es un buen chico o sólo se quiere aprovechar de Katsuki?"—Pensaba el abogado.

La rubia ceniza notó la mirada ausente de Kirishima y le preguntó:

—Eijirou, ¿estás bien? ¿Te estás aburriendo?

La voz de su novia lo sacó de sus pensamientos y le respondió:

—La verdad, un poco sí.—No es muy interesante, lo siento.

—Jajaja.—No te preocupes, pienso igual. ¿Qué te parece si hacemos algo realmente pervertido~?—Dijo con tono pervertido, acortando la distancia con el contrario y poniendo una expresión muy parecida a la de su hijo.

El problema es que, al recordarlo, tuvo una erección.

"Mierda, esto es malo."

Mitsuki también se dio cuenta de la erección de Eijirou y dijo:

—Parece que necesitas ayuda, puedo ayudarte con tu "problema".

El pelirrojo sonrió y le contestó: