2.10: Encontronazos

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¡Último capítulo de la segunda parte! Eso significa que la semana que viene entramos en los diez últimos (+ sorpresitas hehe)

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¡Último capítulo de la segunda parte! Eso significa que la semana que viene entramos en los diez últimos (+ sorpresitas hehe).

Creo que se entiende fácil, pero si acaso aclaro que este capítulo es complementario al aneterior. Es decir, es el punto de vista de Alex durante la fiesta y como fue su noche con Brooke y Anne.

Ya me callo. Disfrutad <3

ALEX

Mamá me llevó hasta la puerta de la casa de Anne en coche. Ya era invierno y anochecía muy temprano, por lo que a ella no le hacía gracia que fuese solo hasta casa de ella caminando, así que se ofreció a llevarme en coche y luego recogernos a los tres de casa de Lydia, la compañera de clase de Anne, y dejar a las chicas aquí de nuevo antes de irnos a casa. También nos había convencido de llevarnos directamente a los tres para que no tuviésemos que caminar.

Alex: Estamos fuera ya.

Miré por la ventanilla del coche y pude ver a dos siluetas dando vueltas de un lado a otro en una de las ventanas de la casa. Sonreí al escucharlas reír, sobre todo al reconocer la risa de Brooke, a causa de la ventana abierta. Me giré a mamá cuando por el rabillo del ojo la pillé mirándome con una sonrisa.

—¿Qué?

—Te vas a enamorar de esa chica —entreabrí la boca sin saber qué decirle—. Me gusta mucho como la miras.

Estaba a nada de llevarle la contraria y decirle que llevábamos poco tiempo saliendo cuando el sonido de mi móvil me hizo volver la vista abajo para fijarme en la pantalla. Mamá soltó una risa suave cuando me vio sonreír como un idiota.

Brooke: ¡Ya vamos!

Giré el cuello para mirar la puerta de casa de Anne al escuchar a alguien gritar "¡Nos vamos mamá!". Sonreí cuando ambas chicas se acercaron al coche de mi madre con una sonrisa y cogidas de la mano. Anne iba vestida con una falda vaquera que casi llegaba por sus rodillas y una blusa de color blanco y Brooke llevaba un pantalón largo blanco y una camisa donde la mitad derecha era de color azul y la mitad izquierda era de color negro. Las dos tenían sus abrigos puestos, pero desabrochados.

Ambas entraron la parte trasera del coche y Brooke, antes de dejarse caer del todo en el asiento que estaba detrás de mí, se tiró un poco hacia delante para darme un beso en el hombro.

—Gracias por llevarnos, Michelle —se dirigió Brooke a mi madre abrochándose el cinturón. Mi madre le dirigió una sonrisa a través del retrovisor.

—Sí, muchas gracias, señora Taylor —siguió Anne imitando a mi novia—. Encantada de conocerla. Prometemos no irnos muy tarde para no molestarla.

—No os preocupéis por eso —mamá sonrió mirando a la carretera—, estáis en la edad de disfrutar. Pero me quedo más tranquila si la primera vez que salís de noche alguien se encarga de llevaros sanos a casa.

Es nuestra chica #MooreVerse2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora