JAMES
Hoy era el cumpleaños de mamá, y ella y papá habían planificado una cena para celebrarlo y pasar tiempo en familia. Es decir, para obligarnos a hablar con Brooke y a ella con nosotros. Sobre todo, porque papá estaba en una reunión y mamá aterrizando de un vuelo, así que durante un rato íbamos a ser los chicos y yo con Brooke solos en el restaurante.
—¿Os podéis relajar? —preguntó Jack de golpe, en el asiento del copiloto del coche de Ethan—. Se puede cortar la tensión con un cuchillo. Y me estáis poniendo nervioso
—No estamos haciendo nada —nos defendió Ethan a él y a mí. Yo me mantuve en silencio.
—Efectivamente, eso me está poniendo nervioso —siguió Jack—. Es Brooke. No muerde.
—¿Seguro? —pregunté para mí solo en un susurro.
Jack siguió discutiendo con Ethan, que le daba respuestas cortantes, y yo me puse los auriculares para escuchar música y desconectarme del todo hasta que llegamos al parking que había al lado del restaurante en el que mamá había hecho una reserva. Al entrar dentro, Jack tomó la iniciativa con el trabajador de la puerta y le dijo que teníamos una reserva a nombre de Natalie Jones. Vislumbré nuestra mesa al fondo del salón, donde mi hermana se encontraba sentada sola y mirando despreocupadamente la pantalla de su móvil.
El camino hacia la mesa, cuando nos la señalaron y nos dejaron pasar, fue largo y tenso. Incluso Jack se había contagiado de esa tensión que había previamente en el coche. Brooke estaba tan metida en su móvil, hablando por mensaje con alguien, que ni si quiera nos notó llegar.
—Hola —fue Jack, de nuevo, el que se atrevió a hablar. Brook notó nuestra presencia y levantó la vista de la pantalla. Nos dio una sonrisa de boca cerrada y muy forzada. Su mirada se quedó parada unos segundos en Ethan, sin expresión alguna, antes de volver la atención a su móvil.
—¿Os vais a quedar de pie toda la noche? —preguntó ella sin mirarnos de nuevo. Ethan y Jack fueron más rápidos que yo y se sentaron en las sillas que había delante de ella. Los dos extremos estaban reservados para papá y mamá, así que a mí solo me quedaba una opción.
Sentarme al lado de Brooke.
Antes de dar la vuelta a la mesa me aseguré de darle unos golpes en la cabeza a mis dos hermanos y, con una tensión que llegaba a provocarme dolor de cuello, me senté al lado de mi hermana. Me quedé esperando algún tipo de reacción por su parte, pero nada. Su atención seguía en la pantalla.
Dirigí mi mirada al frente, hacia mis hermanos, intentando que me diesen alguna pista de qué hacíamos ahora. Jack se alzó de hombros sin saber que responder. Ethan tenía la cabeza agachada. Le insistí a Jack con los ojos que volviese a romper el hielo.
—¿Qué tal las fiestas, Brooke? —preguntó intentando hacer conversación. Ella lo miró confundida por un segundo antes de volver la vista al móvil.
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Es nuestra chica #MooreVerse2
Novela JuvenilINICIO: 30 de Abril de 2021 Segundo libro de la saga MooreVerse. Precuela de Son Mis Hermanos. ATENCIÓN: Esta historia se entrelaza de forma directa con "Son mis hermanos", pero no es necesario seguir un orden concreto para leerlas. Al igual que los...