Era el quinto día de grabación y el sol apenas comenzaba a asomarse cuando el teléfono de Chimon vibró sobre la mesita de noche. Se frotó los ojos y sonrió al ver la pantalla; era Perth, quien había sido un apoyo constante desde el inicio de las grabaciones. Siempre estaba presente, ya fuera con algún consejo, un chiste tonto para aliviar la tensión, o incluso llevándolo de vuelta a casa después de largas jornadas.
—¿Ya estás despierto? —preguntó Chimon, respondiendo la llamada con voz adormilada.
—Despierto y listo. ¿Quieres que te acompañe al set hoy? Podría pasar por ti en unos minutos —respondió Perth con un tono entusiasta, como si hubiera esperado ese momento desde la noche anterior.
Chimon rió suavemente, sintiendo algo de gratitud, pero también cierta incomodidad. No quería que Perth estuviera siempre pendiente de él, y menos cuando ya tenía otros planes para ese día.
—Gracias, pero... no hace falta que vengas. Hoy voy a ir con Love.
Hubo un breve silencio en la línea, lo cual le pareció extraño. Cuando Perth volvió a hablar, su tono era ligeramente menos relajado.
—¿Love? ¿De qué hablas? —preguntó, intentando sonar casual, aunque la sorpresa era evidente.
Chimon sonrió ante la reacción de su amigo, como si fuera un secreto que Perth aún no había descubierto.
—Sí, Love también es parte del elenco de la serie. Tiene un par de apariciones en los capítulos, pero es mi pareja en la trama. Así que... bueno, decidimos ir juntos hoy.
Perth guardó silencio por unos segundos. Aunque intentaba disimularlo, una ligera punzada de celos se instaló en su pecho. Sabía que Love y Chimon eran amigos desde hace tiempo y se llevaban bien, pero de algún modo, la idea de que Love estuviera tan cerca de Chimon en el set le incomodaba. Sentía como si lo estuvieran dejando a un lado, y el hecho de que Chimon lo prefiriera para ese día hacía que la incomodidad se intensificara aún más.
—Ah bueno, suena genial. —Perth fingió indiferencia, aunque su tono dejaba entrever cierta rigidez—. Supongo que entonces te veré después de la grabación, ¿no?
—Claro, terminamos temprano hoy —respondió Chimon, sin percatarse de los sentimientos encontrados de Perth—. Luego podemos salir a dar una vuelta si quieres.
—Perfecto —respondió Perth, intentando sonar alegre—. Bueno, entonces... que te vaya bien con Love.
Al colgar, Perth se quedó mirando el teléfono, sin entender del todo de dónde venía esa molesta sensación en su pecho. Solo era una escena, un papel. Y, aun así, no podía evitar sentir que algo dentro de él quería ser quien acompañara a Chimon al set, quien estuviera a su lado y compartiera esos momentos especiales. No le gustaba ver a Love ocupando ese espacio, aunque no entendía exactamente por qué.
Chimon terminó de guardar todo en su mochila y bajó rápidamente las escaleras cuando escuchó el timbre. Al abrir la puerta, allí estaba Love, con una sonrisa radiante y un par de cafés en las manos.
—¡Buenos días! —saludó ella, extendiéndole un café—. Pensé que podrías necesitar un poco de energía extra.
Chimon sonrió agradecido, tomando el café y dándole un sorbo inmediato.
—Justo lo que necesitaba, gracias, Love. ¿Lista para un largo día?
Love lo miró, y por un instante su expresión se suavizó, como si sus ojos se fijaran en él con un brillo especial.
—Si tú estás listo, yo también lo estoy —respondió, con un tono dulce y cercano que hizo que Chimon la mirara con una ligera sorpresa. Pero antes de que pudiera decir algo, Love le dio una palmada en la espalda y rió—. Vamos, hay que llegar antes de que el director nos regañe por llegar tarde.
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El Lenguaje de las Flores || PerthChimon.
Fiksi Penggemar|| En un mundo donde las relaciones florecen y se marchitan, Chimon, un joven de familia poderosa, vive atrapado entre las expectativas de su linaje y el deseo de descubrir qué quiere en realidad. Su vida da un vuelco cuando, por un proyecto escolar...