Brave Frontier ( La última esperanza)

Capítulo XXIII: Héroe Tribal... ¿Lance?/ ¿Selena del Hielo?

Estaba buscando entre mis libros de leyendas de Armas. Ya llevaba dos horas intentando buscar el modo de anular tú hechizo cuando de pronto, Miré en la historia de la Profecía de los Seis Héroes y vi un apartado que ponía Drevas... Busqué su información y vi qué es lo que hacía la Lanza y, el problema... Es que... La Lanza... Está... Hechizada
-¿Cómo?
- Lo que ponía en el libro era que quién portaba la lanza, se hacía más poderoso, obtenía el poder de la Naturaleza, pero se asemejaba a la Naturaleza cada día más
Lance rompió a llorar.
- No quiero ser un árbol- Gimió
- No lo serás si controlas el poder de Derevas
- Conseguiré controlar el poder de Drevas y así no caer bajo el poder de Drevas
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La luz que le rodeaba comenzó a brillar más fuerte hasta que ya no se le distingía, hasta que de pronto. La fuerza de la Lanza empezó a devorar su ser. Intentaba controlarlo. Entonces, ramas empezaron a brotar de la Lanza. En ese momento, Lance abrió los ojos y puso todas sus fuerzas en que las ramas no se metieran en su cuerpo. Con un estallido final, Lance cumplió su objetivo de no ser comido por las ramas... Ahora de sentía más fuerte

-Cómo mola- dijo Lance- me siento con más fuerza

- Ahora mismo tienes la fuerza de los dioses- dijo la ninfa azul.

- Te estás refieriendo a qué... ¿Soy como un dios?

-No exactamente...

Selena dijo:

- Yo también quiero

- Bueno vale...- respondió la Ninfa azul

-Sííí- y Selena comenzó a brillar...

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- ¡Estoy harto de esperar! - gritó Eze- ¡Llevamos dos días sin hacer nada!

-Tranquilo, ya falta poco para que vengan- dijo Vargas

-Señores... Por favor... Si me disculpan...- dijo uno de la tripulación

- Adelante, te escucho- dijo Vargas

- Era para decirles que... La barrera se había abierto hace un día y veintitrés horas- dijo el pirata

-¡¡Y LO DICES AHORA!!- gritó Eze

-Lógico,- dijo Atro- no parabais de discutir...

Atravesaron, lo que era la barrera, Atro, Vargas y Eze. Se les unió Verica en caso de que se encontrasen con monstruos numerosos.

Cinco minutos después, llegaron a una pradera, y tal como les ocurrió a Lance y compañía, lucharon contra las mandrágoras y quedaron inconacientes.

Despertaron, como los otros, en donde las Ninfas, pero esta vez eran tres: una blanca, una amarilla y otra roja...

-¿Dónde estamos?- preguntó Atro

- Estáis en el paraíso de la hadas- dijo la ninfa blanca.

-¿ Y por qué nos habéis traído aquí?- preguntó Atro

- Porque sí- contestó la ninfa

-Pero... ¿Por qué?

-Porque queríamos

-Sí... Pero ¿por qué?

-Porque sí pesada

-Pero... Eso no es una respuesta clara

-Pues es esa... Porque sí...

- Pero...¿POR QUÉ SÍ?

-¡PORQUE DABAIS PENA, VALE!