Capítulo 1: El eco de una ruptura

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Era un día nublado cuando Gala Montes salió de su departamento en la Ciudad de México. La presión de ser una piloto de Fórmula 1 era abrumadora, pero lo que la pesaba aún más era la reciente ruptura con Bárbara. Mientras se dirigía al circuito, su mente estaba llena de recuerdos de lo que había sido su relación.

Flashback: 

El periodista había hecho una pregunta que Gala jamás había anticipado. "¿Bárbara, es cierto que tienes una relación sentimental con Gala Montes?" La respuesta de Bárbara fue clara y contundente: "Jajaja, no para nada, Gala y yo solo somos buenas amigas.", y el giro que dio la conversación dejó a Gala en el ojo del huracán. 

Fin del flashback

— ¿Por qué lo hiciste? —susurró Gala a sí misma, recordando las risas compartidas, los momentos de intimidad que ahora se sentían como un sueño lejano.

— ¡Tía Gala! —gritó Bama, su sobrina de nueve años, corriendo hacia ella con una gran sonrisa— ¡Te he estado esperando!

Gala se giró, forzando una sonrisa. La pequeña siempre tenía la habilidad de iluminar su mundo.

— Hola, pequeña —respondió Gala, inclinándose para darle un abrazo— ¿Lista para el gran día?

— ¡Sí! Quiero ver cómo corres y ganar! —Bama saltaba de emoción, su energía inagotable era contagiosa.

Mientras Gala y Bama se dirigían hacia el circuito, Krista, su hermana y manager, se unió a ellas.

— Gala, he estado leyendo los comentarios en redes, y son un desastre. ¿Cómo te sientes?

— No sé, Beba. Me duele que Bárbara me haya negado así. Es como si todo lo que vivimos no significara nada.

— Eso no es cierto —Beba respondió con firmeza— Tienes que enfocarte en tu carrera. Hoy es un día importante para ti.

— Tienes razón, pero es difícil. La gente no ve más allá de los titulares.

En el Circuito

La atmósfera en el circuito estaba cargada de energía. La música sonaba y los fanáticos estaban emocionados por la carrera. Gala sintió una mezcla de nervios y adrenalina. Mientras se preparaba, su mente aún estaba en lo que había perdido.

— ¡Gala! —la llamó uno de sus compañeros pilotos, Max—¡Estás lista para ganar, ¿verdad?

— Siempre —respondió Gala, tratando de sonreír a pesar de la tristeza que la envolvía.

Durante la carrera, Gala se concentró en el asfalto y la velocidad, dejando que el rugido del motor la envolviera. Pero al cruzar la línea de meta en segundo lugar, las críticas volvieron a invadir su mente.

— ¡Gala, tienes que dar una declaración! —gritó un reportero mientras ella salía del auto.

— ¿Sobre qué? —preguntó, sintiendo que el peso de su ruptura la seguía como una sombra.
— Sobre tu relación con Bárbara. Ella acaba de negar todo en una entrevista. ¿Qué tienes que decir al respecto?

— No tengo nada que decir. —Gala se sintió abrumada, pero sabía que no podía dejar que las palabras de Bárbara la definieran.

A medida que la prensa continuaba haciendo preguntas, Gala se sintió impotente. Se alejó de los micrófonos y se encerró en su coche. La mente le daba vueltas, recordando las promesas que le había hecho a Bárbara y lo que habían compartido.

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