El sonido de las olas mezclándose con la música animada llenaba el ambiente en la exclusiva villa frente al mar. Karime estaba en su elemento: rodeada de amigos, risas y tragos que parecían interminables. Su energía despreocupada la hacía brillar, y Gala, aunque más reservada, no podía evitar mirarla con una mezcla de admiración y frustración.
Cuando Karime la llevó hacia un grupo cerca de la piscina, una presencia destacaba entre los demás: Nicola, un hombre alto, de cabello castaño claro y sonrisa descarada. Era un viejo amigo de Karime y, al parecer, alguien que estaba muy cómodo acaparando su atención.
—¡Karime! ¡Belleza!—exclamó Nicola al verla, abrazándola con entusiasmo antes de fijar su mirada en Gala— ¿Y esta señorita quien es?
Antes de que Gala pudiera responder, Karime sonrió, tomándola del brazo con gesto orgulloso.
—Ella es Gala, mi novia.
La palabra "novia" resonó en el aire, y Gala sintió un ligero calor en el pecho. Pero la expresión de Nicola cambió de sorpresa a una sonrisa que no alcanzó sus ojos.
—¿Novia, eh? —repitió, alzando las cejas— Interesante. Nicola Porcella, un MUY buen amigo de esta preciosa. — respondió, sus ojos recorriendo a Karime de arriba abajo sin ningún disimulo.— Un placer concerte, Gala—dijo, extendiendo la mano con una sonrisa que a Gala le pareció demasiado ensayada.
—Igualmente — respondió Gala con frialdad, estrechándole la mano brevemente.
— Aunque... ¿no nos hemos visto antes? — mencionó Nicola con una sonrisa burlona.
— No no lo creo — respondió Gala frunciendo el ceño un poco irritada mientras lo veía, sintiendo una incomodidad que no lograba disimular.
Nicola no perdió el tiempo. Pasaron los minutos y él seguía monopolizando la atención de Karime, lanzándole comentarios coquetos y haciendo bromas que parecían diseñadas para recordarle lo bien que se conocían.
Sin embargo, la tensión llegó a su punto máximo cuando Nicola, decidió cruzar los límites. Desde comentarios casuales hasta insinuaciones más descaradas, no perdía oportunidad de intentar irritar más a Gala.
—Espera, creo que ya sé de dónde te reconozco. —dijo Nicola en un momento mientras estaban en la barra— Eres la piloto que inventó haber salido con Bárbara Islas, ¿no? Qué manera de llamar la atención.
Gala sintió cómo la rabia comenzaba a burbujear en su interior, pero se limitó a tomar un sorbo de su trago, sin darle el gusto de una reacción inmediata.
—No inventé nada —respondió con calma, aunque sus ojos traicionaban su enojo.
Karime, quien hasta ese momento había mantenido su actitud relajada, sintió cómo la incomodidad la golpeaba. Su sonrisa desapareció, y rápidamente intervino.
—Nicola, ¿Qué te pasa?
Nicola fingió inocencia, levantando las manos como si no entendiera el problema.
—¿Qué? Solo estaba comentando. Es que esas cosas son difíciles de olvidar —Nicola sonrió — Aunque entiendo por qué alguien como tú buscaría estar en boca de todos. La Fórmula 1 puede ser emocionante, pero las relaciones mediáticas venden más, ¿no?
Karime apretó los labios, dirigiéndole una mirada de advertencia.
—Basta, Nicola. Estoy hablando en serio.
Nicola alzó las cejas, como si la reacción de Karime lo sorprendiera. Pero antes de que pudiera agregar algo más, Karime tomó a Gala de la mano.
—Ven, amor, vamos a buscar algo de tomar.
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Revoluciones del Corazón
FanficEn el corazón de México, dos mujeres de mundos diferentes se encuentran en un evento que cambiará sus vidas para siempre. Gala Montes, una piloto de Fórmula 1 de 24 años, ha estado lidiando con las secuelas de una ruptura dolorosa con su expareja, B...