14

416 74 86
                                    

—¿Qué fue eso? —Preguntó Yujin detrás, con asombro y un rostro de obvio desagrado e incomodidad. —¿Fue mi culpa?

—No. Ni siquiera lo entendí bien. No podría ser tu culpa. —Respondió Taesan, suspirando con mal sabor de boca. —Ignóralo si puedes.

Yujin parecía entender la situación mucho mejor que Taesan, pero aún así, decidió guardar silencio. El chico parecía intentar procesar el posible problema aún, sin molestarse en charlar con ella.

—No quiero ser grosera... —Susurró, suave, iniciando la conversación. —Leehan estaba triste hoy... Y le mandé unos mensajes, pero no respondió. No pensé que fuera algo como celos, pero tal vez si lo fue y estuvo mal.

Taesan la miró, con el ceño fruncido.

—¿Debo... disculparme? ¿Crees que le hablé mal? ¿Debí explicarle?

—En absoluto. —Negó, pensativa.—Si crees que tienes que dar explicaciones por salir con alguien más... entonces hay algo mal. —Explicó, levantándose para sentarse a su lado. —Ustedes son amigos, Leehan no debería tener tal control en tu vida, pero debes saber manejarlo sin necesidad de... Ignorarlo.

El contrario no contestó, solo tapó su rostro con ambas manos, estresado.

—¿No ves lo que acaba de ocurrir? Solo por... Salir conmigo. Es ridículo, la verdad. —Suspiró profundo, antes de voltear y verlo, atenta y confusa. —¿Siempre ha sido así? ¿Leehan no... estará enamorado de tí o algo parecido?

—No, no. No es nada como eso.

—Pareciera que sí. Sino, obsesión.

—No debería estar hablando sobre Leehan en lo que se supone era mi cita. —Susurró, agotado. La otra rió, cruzándose de brazos. —Todo siempre termina tratándose de él y no lo entiendo.

—Tal vez hay muchos tornillos sueltos. Deberías dejar las cosas claras de una vez, sin ser rudo. Cuando eso pase, será mucho más cómodo salir nuevamente. —Sugirió, sonriendo. —Podemos tener otra cita... en un lugar lindo, algo natural.

𓂃

Leehan estaba ansioso. Al día siguiente, recibió mensajes de Taesan pidiendo verse en la playa para charlar un poco.

La noche anterior la había pasado algo mal pensando que Taesan ya no le quería tanto, que estaría siendo cambiado por Yujin, pero ahora, sabía que no, que todo seguía normal.

Así que iban a verse en la playa. Era un día perfecto, así que estaba contento. De camino, sentía que quería saltar de emoción.

Había mucho sol, pocas nubes y el refrescante viento relajaba su tranquila caminata al lugar acordado.

Aunque le había extrañado un poco el hecho de no haber ido directamente juntos, no preguntó, después de todo, tenía en cuenta que el día anterior no había sido muy cómodo para ninguno en verdad.

Paseaba tranquilo por las veredas cercanas hasta divisar la espalda de Taesan justo a su lado, viendo el mar.

Las pocas veces que habían ido juntos a la playa había sido en días nublados, a Taesan no le gustaba meterse dentro, mucho menos en calor, siempre se quedaba mirando desde lejos.

Se acercó lento y sonriente, viendo que el mayor se encontraba completamente absorto en las olas y el bello color celeste.

—Tae—Llamó antes de estar demasiado cerca. Taesan giró inmediatamente, sorprendido.

Parecía querer decir algo, nervioso, pero tras unos momentos, se vió simplemente rendido. Leehan entendía su estado y le hacía sentir algo culpable, así que si Taesan no podía hablarlo, él podía, no quería que Taesan se guardara la molestia.

muslos | gongfourzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora