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-Debería haber ido contigo

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-Debería haber ido contigo. –la voz de mi padre tenía cierto aire distraído mientras me daba la espalda. Estaba centrado en colgar la foto de la ecografía en la nevera con un par de nuestros imanes.

-Leah me concertó la cita y me pareció bien que viniera, apoyo femenino y todo eso. –respondí mientras atacaba mi desayuno. Me había levantado con el hambre sustituyendo las náuseas matutinas y estaba encantada con ello.

-No sabía que eras amiga de la hija de Harry. –comentó tras decidir que la foto estaba bien colocada y sentarse frente a mí con su taza de café parcialmente fría.

Me encogí de hombros.

-¿Hay algún problema con ella?

Charlie agitó la mano como descartando cualquier sospecha.

-No es eso, Bells. Sólo que es más mayor que tú, me sorprende que os mováis en los mismos círculos.

-Sólo tiene veintiuno. –mis estimaciones sobre su edad habían ido más por encima. –Tuvo un último año difícil en el instituto y tuvo que repetir curso y después decidió tomarse un año sabático.

-Algo escuché, la ruptura con Sam pareció difícil.

El aire se llenó de incomodidad después de que acabara de hablar. Las rupturas eran temas sensibles, en especial en nuestra casa. En especial en ese momento.

Charlie carraspeó y apuró lo que quedaba de su café antes de levantarse.

-¿Quieres que te lleve al instituto? –preguntó algo más incómodo que minutos antes.

-No, llevaré la camioneta. Esta tarde quiero ir con las chicas a Seattle a comprar las últimas cosas de navidad.

Las cejas de mi padre se alzaron.

-Dije que no quería regalos, Bells.

-Y yo dije que no te escucharía. –repliqué con calma.

Charlie bufó pero no se me escapó la sonrisa divertida en sus labios.

-Llama si necesitas algo. –asentí agitando la mano para que se marchara. -Nos vemos, luego.

-Hasta luego, papá. ¡Ten cuidado! –exclamé porque ya iba por la puerta. Hasta mí llegó un sonido afirmativo antes de que se fuera.

Rasqué unos cuantos minutos más al reloj y suspiré antes de levantarme de mi asiento. Hoy era el día. Hoy se lo diría a las chicas.

Y no tenía ni idea de cómo van a reaccionar.


❀❀❀


Había sobrevivido todo el día con un nudo en el estómago. Ángela me preguntó un par de veces si me encuentro bien y mentí de manera descarada. Me pasé las horas de clase pensando cómo decirles a mis amigas que estaba embarazada. Era ridículo. Ya se lo había dicho a Charlie, y si él se lo había tomado bien, mis amigas deberían entenderme. ¿Verdad?

Destino.  | Bella x Leah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora