Captura la bandera y mi mejor amiga casi me besa ?

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Caminando hacia la cabaña de Hermes, con la esperanza de dormir y no estar cansado mañana, pasé por los baños

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Caminando hacia la cabaña de Hermes, con la esperanza de dormir y no estar cansado mañana, pasé por los baños. Me detuve en seco al ver a Ethan, el hijo de Ares, junto a sus hermanos. "Estoy muerto", pensé.

—Hola —saludé, tratando de sonar más tranquilo de lo que me sentía.

—¿No pueden dormir? —pregunté, pero antes de que pudiera reaccionar, me agarraron de los brazos y me llevaron a rastras al baño. "Debí esperarlo", me quejé mientras me tiraban al suelo. Me di la vuelta y vi cómo se acercaban, sonriendo de una manera que no me gustaba nada.

—Todos los nuevos llegan pensando que son especiales —dijo Ethan, con esa actitud arrogante que tanto me irritaba—. ¿Te crees especial?

Resoplé, molesto. Con una fuerza que no sabía que tenía, me removí y logré empujar a ambos semidioses que me sostenían.

—Dime, Ethan, ¿te sientes inseguro o algo? Porque realmente me tratas como si me hubiera robado a tu novia —me burlé, y eso no les gustó.

Ethan me golpeó con fuerza, y claro que me dolió, pero no iba a quedarme de brazos cruzados. Agradecí que Clarisse me hubiera enseñado algunas cosas básicas de pelea. Le devolví el golpe con firmeza, sintiendo cómo la sangre caía de mi ceja hacia mi ojo.

Ethan gimió de dolor mientras se sostenía la nariz. "Oh Dios, le rompí la nariz. Toma esa, cavernícola", pensé, pero las malas noticias llegaron rápido: se unió con sus hermanos. "Me van a acabar", pensé, cuando Ethan se acercó a mí, claramente molesto. Pero algo lo detuvo: Clarisse lo había jalado hacia atrás y le dio un golpe con fuerza.

Me enojé cuando Ethan le devolvió el golpe a Clarisse. Sin darme cuenta, apreté las manos en puños, clavando mis uñas en la piel. Y de repente, ¡pum! Un chorro de agua salió de los inodoros, empapándolos a ellos, excepto a Clarisse, que se alejó confundida y dejó de golpear a Ethan.

Yo estaba igual que ella, sorprendido por lo que acababa de pasar. ¿Qué demonios había sido eso?

Los simios se levantaron y se retiraron de ahí, avergonzados o molestos; no me importó. Simplemente me acerqué a mi mejor amiga, revisando su rostro al mismo tiempo que ella hacía lo mismo conmigo.

—¿Estás bien? —pregunté con preocupación.

—Yo sí, ¿y tú? —respondió Clarisse.

Asentí, y ella miró a su alrededor, observando el desastre provocado.

—No puedo dejarte solo ni un minuto. Mira lo que ya provocas —soltó una risa encantadora mientras miraba el caos a nuestro alrededor.

—Oye, no es mi culpa —me quejé, tratando de no sonreír—. Es culpa de ellos. ¿Qué tienen contra mí?

Clarisse suspiró, sacudiendo la cabeza.

—Ethan, el idiota de mi hermano, siempre busca fastidiarme. Y creo que ha notado que me importas —dijo, mirándome con una mezcla de cariño y resignación.

['THE BOY IS MINE'] °PERISSE° PERCY JACKSON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora