A través de tú reflejo [Borrador]

Capítulo 15

Lo mataría, sin dudas lo haría. El muy hijo de puta me empujó, aún cuando le dije que no lo hiciera. Mis manos aún tiemblan mientras nadó asta el borde de la piscina. Casi me da un paro cardíaco por culpa de ese estúpido, irritante y cabezota de Brayan.

Salgo del agua y seguido escucho el salpiqueo de esta. «Sabrina». Paseo la vista por mi alrededor asta detenerme en un puesto.

«Justo lo que necesito»

Las comisuras de mis labios se levantan en una breve sonrisa. Esperé unos minutos al borde de la piscina con las manos escondidas detrás de la espalda asta que Brayan se me acercó. El cabello le caía sobre la frente mojado goteando pequeñas gotas de agua.

-Venga nada un po... - el chorro de agua no le deja terminar y empieza a toser seguramente tragó pero es mi venganza

-Esto es por haberme empujado -vuelvo a apuntarle con la pistola de agua y le lanzo otro chorro que le golpea sobre el hombro cuando intenta darse la vuelta- y este es porque yo quiero. -toce y yo bajo el arma.

-¿Con que así quieres jugar? -pone las manos en el borde de la piscina y de un empujón sale de ella. Gotas de agua se escurren por su torso desnudo y la vista me hace pasar saliva

«¿Ya lo había visto sin camisa antes?, no, no creo»

Retrocedo al mismo tiempo que el se viene sobre mí, obligo a mis ojos levantar la vista hacia su rostro. Una sonrisa torcida adorna sus labios y sus ojos se han oscurecido asta casi no dejar nada del carmelita que los adornaba.

-¡Brayan! -chillo cuando me levanta en brazos y entonces se arroja junto conmigo al agua.

El agua se me metió por la nariz inundando todos mis sentidos. Cuando logró salir a la superficie paso las manos por mi rostro acomodando los mechones de cabello que se me habían esparcido por todo el rostro.

-Brayan- repito en un hilo de vos

-¿Si nena? -lentamente me toma de la cintura bajo y me empuja contra la pared de la piscina dejando muy poco espacio entre ambos

Sus manos aprientan ligeramente su agarre, a la vez que su rostro cada vez está más cerca del mío. Su aliento se funde con el mío y no logro formular palabra alguna. Mi mirada queda fija en sus ojos oscuros como una noche donde no aparece la Luna. Su vista esta fija en mis labios lo que impulsa a la mía a dirigiese a los suyos. Rosados y carnosos completamente besables. Humedesco los mios en un movimiento rápido pasando mi lengua por ellos.

-No te imaginas te imaginas las ganas que tengo de besarte ahora mismo- su voz es un susurro ronco que me pone los pelos de punta. Mi respiración se detiene y cuando pienso que me va a besar...

-¿Brayan? - Los ácidos gástricos me suben a la garganta, juro que podría matar a alguien en este momento de la rabia que se me sube a la cabeza.

Puedo sentir el cuerpo de Brayan tensarce antes de soltarme.

-Brenda- el tono de Brayan sale un tanto hostil al dirigirse a ella. Yo me reunso a girarme y verle su cara de piraña, en este momento no se a quien detesto más si a Lucía o a ella.

-Parece que te interrumpí, lo siento- se nota su falsedad a una legua de distancia- y... ¿Quien es tu "amiguita"?

-No te importa Brenda- gruñe con molestia.

-No tienes que ser tan brusco Bray, solo tengo curiosidad, me parece haberla visto en algún lado... - siento su mirada clavada en mi espalda y me giro dándole la cara. Un jadeo incrédulo se le escapa cuando se da cuenta de quien soy -¿Tú?

-Hola -lo sé eso sonó patético

-¿Que haces tú aquí? ¿Que haces con ella? -la última pregunta hiva dirigida al peli negro de mi espalda.

-Brenda-su molestia es palpable por la forma que dice su nombre.

Brenda me escudriña con una mirada que es un dardo lleno de odio y desdén. Aprieta los dientes y entonces aparece otro chico y pasa el brazo sobre los hombros de la chica.

-¿Que esperas? Vamos a... -sus palabras quedan a medias cuando su mirada recae en mí y juraría que lo he visto antes pero no se en donde.-Espera... tu eres esa chica linda del bar -Claro es ese chico majo que me habló en el bar y deje tirado cuando Brayan me raptó.

Brayan se me pega a mí, dejando que mi espalda choque con su pecho y siento como si chocara con una pared por la tensión de sus músculos. Siento una ola de nervios que me invade y no veo manera de escapar de esta incómoda situación

-Así que tu eras ese parásito que estaba que estaba pegado a ella- el tono amargo de Brayan hace que se me hiele la sangre.

Espera un minuto... ¿Brayan me vió cuando estaba hablando con él? Y Sabrina esa noche también le dio mi número, eso quiere decir que el fue quien me llamó, esperando que yo saliera del bar. «¿Estaba celoso?»

-¿Encerio la conoces Nick? -Escupe Brenda hablándole al chico a su lado

-Hablamos un rato -responde mirando a la chica- Pero luego me dejó plantado -cambia la vista hacia mí

-Surgió una...

-Me la llevé a nuestra casa- Brayan me corta y responde tanjante.

-¿Viven juntos? - pregunta la víbora, y por la expresión de su rostro puedo deducir que esta a punto de explotar

-Somos hermanastros- me apresuro a aclarar el posible malentendido que pudieron ocasionar las palabras de Brayan

-No lo somos-me contradice y me giro para mirarle de frente con el ceño ligeramente fruncido-Mentir es malo puppet- siento el calor subir a mis mejillas, no se que quiere conseguir con esto.

-Entonces ¿Que són? -inquiere el chico

-¿Te importa?

-Pues sí- su mirada cae en mí y no se como interpretarla

-En mi chica, mi novia y próximamente mi mujer- dictamina y me quedo de piedra, ¿Que demonios?. Me toma de la mano y me jala alejándonos de ellos.

Llegamos asta la parte trasera de una de las atracciones y es ahí cuando me suelto de su agarre.

-¿Que demonios Brayan?

-¿Qué? - se gira hacia mí y puedo ver el enojo en cada una de sus facciones- ¿Te molesta que haya dicho a ese estúpido que eres mía?

-No me refiero a eso... -Nunca lo había visto tan enojado, normalmente siempre se toma las cosas a la ligera-Lo que pregunté es que...

-Lo que sucede es que te molesta cada cosa que yo hago - su mirada choca con la mía y hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo- No importa cuanto trate de acercarme ti y hacer las cosas bien, todo te enoja. ¿Acaso no te das cuenta de lo mucho que me gustas?, la forma en la que te miro, que te hablo. Que desde lancé esa maldita pelota no he dejado de pensar en esos ojos tuyos, que me encantan.

No se en que momento me moví de donde estaba pero cuando me doy cuenta tomé su rostro con mis manos, me levanté en puntillas y le besé.