CAPITULO 3: CONOCIENDO MI GUIA

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Termine de pasar por el camino que me había dicho y gire a la derecha, camine durante un rato más y ahí pase por unas rejas en donde pude ver varias casas rodeando una especie de pisa hecha de tierra.

Estaba sorprendido al verlo, era como un vecindario para las carreras o algo así, mientras seguía caminando pude ver varios coches parecidos a los que me gustaban, aunque un poco viejos y hechos con chatarra, pero igual eran increíbles.

Aunque no pude contemplarlo por mucho tiempo ya que mis ojos se me cerraban por no dormir. Decidí buscar un lugar en donde descansar, intenté entrar por las casas que había, pero o estaban cerradas o a veces no quería por despertar a las personas.

Después de unos minutos pude encontrar una con su puerta de rejas abierta, entre cuidadosamente y me metí a su taller mediante una ventana abierta. Deje mi mochila y mi casco en un lado escondido y ahí en el suelo me heche para dormir usando mi mochila como almohada.

Antes de dormir me puse a pensar en varias cosas, en la huida de casa, lo que pensarían mi madre al no verme en casa, los mercenarios y sobre todo el hombre... que me salvo. En fin, ya veremos que pasara el día siguiente.

Abrí mis ojos lentamente y moví mi cabeza un poco notando que ya era de día. En eso escuche unas voces hablando cerca de mí. Me levante rápido y me coloque el casco. Se trataban de dos hombres que hablaban de unos neumáticos y que necesitaban repuestos.

Me quede en silencio unos segundos, intrigado por lo que hablaban, estos hablaron durante un rato mas y luego salieron del garaje. Me asome para ver que se habían ido por completo y al ver que no regresaron me levante y me coloque mi mochila, tambien note en mi reloj que eran las doce de la tarde, al parecer me habia tomado mucho tiempo dormido.

Bueno, la cosa es que intente salir por la puerta por la que ellos salieron, pero justo cuando me acercaba la puerta se abrió de pronto y el hombre que hablaba hace unos minutos me vio. Ambos nos quedamos viendo unos segundos y luego corrí rápidamente a la ventana que había para escapar.

Aunque como el hombre era un adulto y yo tan solo un niño no paso mucho para que me atrapara.

Ya te atrapé, pequeño ladrón, dame tu mochila y mas vale que no hayas robado nada- dijo el hombre molesto.

J: No... se lo juro que no le robe nada señor.

El hombre me quito la mochila y comenzó a sacar todo lo que tenía, unos cuadernos, comida, un cepillo de dientes y lápices. El hombre se quedó extrañado con todo eso y al final simplemente me devolvió la mochila no sin antes seguir haciéndome preguntas.

Bien, no traes nada, ahora responde ¿Qué diablos haces en mi taller? – pregunto seriamente.

J: Un... un hombre me guio hasta aquí.

Hay, quien habrá sido, en fin ¿ahora dime donde estan tus padres? -Me dijo mientras intentaba tomar mi mano.

¡No! ¡No quiero verlos! -Le respondi

¿Que te pasa? ¿No quieres ver a tus padres? – me pregunto extrañado.

No... estoy aquí, porque hui de ellos- le contesté triste.

El hombre se quedo en silencio unos minutos, se cruzo de brazos pensando en que hacer conmigo, hasta que al final tomo una desicion. 

Te llevare ante los lideres del vecindario a ver que opinan de ti, ellos decidiran si regresas con ellos o no ¿vale? - dijo el señor.

Asenti con la cabeza y ambos salimos del garaje. Cuando salí... ni siquiera podía parpadear, había muchas personas caminando por las veredas, note muchos coches siendo arreglados y sobre todo coches compitiendo en la pista que había visto anteriormente, también había vendedores y personas que apostaban para ver quien ganaba.

Jacked, el carrerista inalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora