Jack, es un joven que tiene como sueño convertirse en un gran piloto de carreras, este tras muco esfuerzo lo logra, pero al final le esperaria un cambio que lo marcaria de por vida.
Luego de conseguir mi licencia ya estaba listo para conducir, Arthur y yo estuvimos trabajando en un coche para conducir y después de un arduo trabajo pudimos terminarlo.
Me inscribí para la carrera de la siguiente semana y pude ser aceptado. El dirigente de las carreras me dijo que me preparé. Estuve esperando esa semana cada vez más emocionado y nervioso.
Cuando llego el día simplemente el tener una ropa de cuero al estilo de los competidores hizo que casi me desmayara. Es broma, pero si estaba muy contenta, hasta me tome fotos antes de la carrera.
Luego de eso me acerqué a mi coche y me metí. Ahí Arthur me dio mi casco y me dijo.
Bueno chico ¿Estás listo para este momento?
J: Solo me pones más nervioso jaja.
R: Solo te diré una cosa, este es tu primer intento, tu primera vez, si es que fallas o pierdes no pasa nada no todos consiguen ganar al primer intento.
J: No te preocupes Arthur, yo se que ganare.
A: Bueno...
Cuando Arthur se fue escuchando los megáfonos sonar nombrando a todos los competidores incluyéndome a mí. Luego apareció la chica que indicaría el inicio de la carrera. Los coches encendieron sus motores, el humo comenzaba a salir y de un momento a otro...
...la bandera bajo y presione el pedal a fondo.
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De pronto todos los coches comenzaron a acelerar y el mío también, sentí la adrenalina y la emoción en el momento de estar compitiendo con los otros corredores, muchos autos estaban delante de mí por ahora. Intente pasar bien las curvas, hice los giros como me enseñaron y acelere en los momentos clave.
Pero a pesar de todo eso, de alguna manera que no entendía, poco a poco los otros competidores comenzaron a pasarme. Al principio los ignoraba y solo me enfocaba en mi mismo, pero me di cuenta de que las vueltas ya se acababan y que estaba quedándome en los últimos puestos.
Intente dar todo de mí, acelere al máximo, pero ya era tarde... había quedado penúltimo en la carrera. Avance un poco para estacionar el coche y cuando baje de este note como, los otros competidores que ganaron festejaban entre ellos.
Estaba con mucha colera, no podía haberme decepcionado tanto, intenté llevarme mis cosas y vi a lo lejos como Arthur se me acercaba a mí.
A: Nada mal niño.
J: ¡Cállate! No me digas niño ¿no viste que queda penúltimo?
Arthur intento ayudarme con las cosas, pero no quise y solo lo evite.
Hey, hey, oye- dijo mientras me agarraba el hombro.
Déjame, quiero estar solo- respondi molesto.
A: ¿Oye qué esperabas? ¿Que esa hojalata con ruedas les pasara a los demás coches mejorados?
