Eat your heart out

Capítulo 31 : Pastel

Yo estoy siempre contigo

Estaba oscuro pero cálido, y esperaba ver a su viejo amigo dar un paso adelante para saludarlo. Sintió que la presencia lo llenaba de amor, como una suave caricia. Sin embargo, la muerte no apareció. Algo sedoso se movió sobre él, y supo que el toque había cambiado. Hambriento. El calor se acumuló en sus entrañas, palpitó a través de lo que podría llamarse su cuerpo en este plano insustancial. ¿Un sueño? Se sentía como un sueño, solo que más profundo.

No permitiré que sientas dolor. Ahora eres mía y tengo que protegerte.

¿Dolor? No sentía dolor, solo una profunda sensación de satisfacción. Era amado y deseado y podía llorar de lo bien que se sentía. Algo lo presionaba, dentro de él, y la emoción de la unión era embriagadora. Quería más, más adentro, lo más adentro posible de sí mismo. Esto era el paraíso.

Sí... sólo placer ahora, mi Harry.

"Harry. Mi tesoro. Mi alma. Mía, para siempre."

¿Tom? Harry nadó hacia la superficie de su mente como si unos tentáculos sombríos lo estuvieran empujando a regresar. Antes de emerger, sintió el toque de la presencia una vez más en los labios como un beso. Abrió los ojos y se encontró con los ojos rojos como la sangre de su amor. Tom estaba jadeando, examinando el rostro de Harry y se iluminó de alegría cuando Harry despertó.

"Buen día, mi amor."

Resaltó estas palabras con un lento movimiento de caderas y la cabeza de Harry se agitó. Tom estaba profundamente dentro de él y podía sentir su longitud retorciéndose ansiosa contra su próstata. Se sentía... Tan. Jodidamente. Bien.

—Oh, mierda... —susurró. ¿Cómo podía encontrar palabras para decir? Su mente estaba nublada por un deseo vertiginoso. Tom se rió entre dientes con tristeza.

" Me tocó a mí despertarte y te quedaste dormida desnuda. ¿Cómo pude resistirme cuando gemías así en tu sueño?"

Él solo asintió con la cabeza en señal de acuerdo y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Tom. Su amante estaba de costado frente a Harry y tenía una de las rodillas de Harry enganchada en el hueco de su codo para abrirlo para la polla de Tom. El ritmo lento y profundo no se aceleró ahora que Harry estaba despierto. Tom probablemente estaba tratando de ser considerado con la cantidad de veces que Harry había sido penetrado en el último día. Sin embargo, no había dolor y se preguntó si su sueño no era un sueño. Si el horrocrux, si su campeón, realmente le impedía sentirlo.

Más que eso, su cuerpo, por dentro y por fuera, parecía mucho más sensible de lo que era de costumbre. El lento arrastre de la erección de Tom dentro de él hizo que el placer se disparara por su columna vertebral como electricidad. El líquido preseminal se filtraba de él cada vez que su próstata era golpeada, y podía sentirlo goteando cálido y pegajoso por su eje. El roce del abdomen de Tom contra ella se sentía menos como un deslizamiento suave y más como una caricia firme. ¿Podría, podría amplificar algunas de las sensaciones de Harry mientras embotaba otras? Honestamente, eso era tan maravilloso como injusto. Estaba tambaleándose al borde de un orgasmo intacto, y ya podía sentir cómo la fuerza de este lo haría... ruidoso. Tom también lo notó. Su respiración se aceleró y sus caderas lo siguieron, perdiendo rápidamente ese intento de hacer el amor paciente y lento. Sus dientes se hundieron en el cuello de Harry antes de que gruñera.

"¿Vas a deshacerte de nada más que mi polla dentro de ti?"

Harry decidió arrastrar a Tom con él. Siempre había demostrado su debilidad en la cama.

"¿Sirvería a mi señor como es debido si no pudiera? Por favor, folla mi agujero de puta más fuerte".

Su amado hizo un ruido inhumanamente depredador y cerró las manos alrededor de la espalda de Harry, con su rodilla todavía atrapada en el brazo de Tom. Lo abrió tanto que el golpe de las bolas de Tom golpeando sus nalgas resonó obscenamente fuerte en la habitación. Harry tuvo un momento para agradecerle a Merlín por los hechizos de privacidad antes de gritar durante su orgasmo. Tom estaba justo detrás de él, silbando el mío y mordisqueando el nuevo mordisco en el cuello de Harry. El cuerpo de Harry continuó apretando su polla durante tanto tiempo que su amado se retiró con un gemido, todavía goteando semen sobre el estómago de Harry. Una vez que estuvo seguro de que podría hablar sin jadear, sonrió y preguntó con picardía: