la luz de mi vida

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siempre creyó que sus padres se amaban y por eso ella estaba ahí, y hubiera preferido creer eso toda su vida.

Corría por los largos pasillos del castillo de su tío Veg, era una niña feliz y muy consentida por todos los héroes del pueblo a los cuales llamaba Tíos a excepción de Stax y Willy que eran sus abuelos. Su risa tierna y digna de una pequeña.

Buscaba al dueño de ese enorme edificio y fue grande su sorpresa al encontrarlo en una habitación, más no estaba solo; con el estaba Sapopeta, pocas veces había visto al semi Dios pero aún así le caía bien.

-Vegetta yo en lo personal creo que lo mejor sería dejar las cosas asi- al parecer ambos discutían, sin embargo no sabia de que, ella solo se quedó quieta al lado de la puerta.

-¿Pero que cojones dices Sapopeta?- pregunto el de ojos morados al mayor.

-no necesitamos un líder, además recuerda lo que paso la última vez con Luzu y Quackity, ¿quieres desatar otra guerra?-

La menor solo pudo quedarse en silencio al escuchar el nombre de sus padres, más su escondite no le duró mucho por que Veg pudo sentir su presencia.

-Luz sal de ahi-

No tuvo otra opción más que entrar a la habitación que espiaba para soltar con la voz más tierna posible - holis tio -

-¿Qué te eh dicho de escuchar conversaciones ajenas? - pregunto con molesta

La niña solo mecio sus pequeños pies en el piso de madera con nervios -Lo siento tío Veg, es que ya sabes que soy curiosa-

Oh Dios no podía regañar a ese ángel, solo era una pequeña que estaba curiosa por el mundo que la rodea, sin duda eso lo había sacado de Quackity.

Le sonrió y la mando a su cuarto pata seguir platicando con  el castaño. Luz solo se despidió de los mayores y se marchó a la habitación que tenía en ese castillo, ella tenía muchas habitaciones en las casas de los demás héroes pero sin duda su favorita era esa y la que tenía en casa de Rubius.

Jugaba con todos los juguetes que le había hecho el de vestimenta morada, sin duda la tenían muy consentida. Continuo con su juego hasta que llegó el mayor a su habitación.

-¿Luz?-

-Dime tío - respondió sin apartar la vista de sus muñecas.

-Te quiero contar algo, pero necesito que me digas que escuchaste de lo que hablábamos yo y sapo- y fue directo a lo que quería saber.

-la verdad es que no escuche mucho, solo el nombre de mis papis- dejo sus juguetes a un lado y miro al azabache mayor -¿por que hablan de ellos?, ¿volverán pronto?, estoy emocionada de conocerlos-

Olvide mencionarlo, ella nunca supo que sus padres habían muerto aquel día.

-si pronto vendrán- tenía unas inmensas ganas de llorar, ¿como le dices a una niña que sus padres se mataron entre ellos?.

- ¡SIIII !- Grito al saber que por fin conocería a sus padres -¿Crees que les guste el vestido que me compraste?.

-les encantara- sin más salio del cuarto para finalmente llorar, odiaba tener ocultar esto Luz.

el hijo de el revolucionario y el alcaldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora