Capítulo 6. "Bajo el Desierto"

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Mark alcanzó a romper el silencio. Y decía la verdad. Sus pupilas seguían negras, pero su iris ahora era rojo.

Y Maya logró verlo de más lejos. Sus cabellos rubios caían por su frente, un rubio oro que se veía perfecto con el rojo. Sus pecas eran más claras, y su piel brillaba como la de un bebé, y su actitud que se distinguía incluso en su pose. Y estaban sus ojos. Rojos y ¿hermosos?

-¿Cómo son rojos?, ¿de qué hablas? –preguntó.

Y en ese momento entró a la sala una señora alta, morena y con una cara inexpresiva. Vestía un traje azul formal, que resaltaba su cintura y unos lentes, que al parecer de Maya, se veían perfectos apoyados en su fina nariz.

-Pasen por acá –dijo la señora.

Dejó la puerta que no daba a ninguna sala de la que habían salido los chicos, y los chicos se preguntaron por qué no la había divisado antes.

Los condujo por un pasillo despoblado. Esto no era un hospital, dedujeron. Iban los 4 caminando, eso podía significar que nadie más había sobrevivido, sólo ellos.

Luego de pasar unas cuantas puertas, la señora abrió una grande que estaba al final de un pasillo al que había llegado luego de unas cuántas vueltas.

Adentró había una mesa ovalada, con 4 sillas y un pizarrón en un extremo.

-Tomen asiento, por favor –la mujer les indicó las sillas y los chicos, confundidos, tomaron asiento.

-Bueno –comenzó la mujer una vez que todos estaban sentados-. Se preguntarán por qué están aquí.

Todos asintieron. En silencio.

-Las circunstancias por las que pasaron la trágica noche que recuerdan, los hizo especiales. Tan especiales que una corporación especial debe hacerse cargo de ustedes. Sé que tienen muchas preguntas, pero me gustaría comenzar explicándoles las raíces de toda historia. Primeramente, en el mundo no existen sólo humanos, también hay unas criaturas a las que denominamos Derms.

¿Denominamos? ¿Quiénes? Suena a manada.

-Los Derms son una especie de seres extraterrestres que vienen a habitar la tierra de paso, hemos llegado a concluir que salen y entran de la tierra unas tres veces por día, horas irregulares por tiempos irregulares, sumándole que su medio de transporte es sumamente rápido y sus puntos de entrada y salida son totalmente variados, por lo que no se pueden localizar. Pueden estar en todos lados, cualquier persona puede ser un Derm. Estos seres son capaces de acomodar su estética a lo que quieran, y mantenerla por, incluso, años.

La señora hablaba con total comodidad, como si fuera una especie de animal casi extinto de la que se estuviera refiriendo.

-Su especie es tan amenazante, debido a su facilidad para integrarse en la sociedad y pasar desapercibidos, que llega a ser asombrosa. Además no hay una capacidad límite de sus capacidades, la variedad de sus cualidades sobrehumanas es inmensa. Pero hemos encontrado algunas de esas variedades, las cuáles han sido evaluadas gracias a ustedes.

¡¿QUÉ?!

-Ustedes fueron atacados, brutalmente atacados, pero aun así sobrevivieron. Han sido capaces de soportar las heridas que les fueron causadas. Y no han reaccionado de manera impensada. Gracias por eso, de todas maneras.

-De nada -dijo Dave, nervioso-, creo.

-Siguiendo el tema -siguió la señora, luego de darle una mirada-, los Derm le han dejado a ustedes unas secuelas luego de ese ataque. Su ADN fue modificado, en realidad, fue casi anulado en algunas estructuras. No había forma de restaurarlo a su forma original, pero si había una forma de salvarlo. Y era completándolo con otra forma de ADN, una sustancia que estuviera capacitada para esa función. En estos instantes, sus genes están completos, pero no de la misma manera que antes.

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