9:Manada

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*Han pasado meses desde que Rhaenyra fue coronada.

*Alicent hace un ultimo intento por separar a Aemond de Lucerys

*Hay boda

Ya habían pasado al menos seis meses desde que Rhaenyra tomo el lugar que le correspondía en la dinastía Targaryen, la reina y su familia habían llegado a poner orden en la capital, iniciando, claro, con purgar el pequeño consejo.

Señoríos fueron quitados y otorgados, algunos otros se vieron en la necesidad de pagar su deslealtad, ya sea entregando a los futuros herederos de cada gran casa traidora a la legitima heredera, o con la muerte, como ocurrió con el Lord Mano Otto Hightower, Ser Criston Cole o el señor de Harrenhal, Larys Strong.

Algunos suplicaron clemencia antes de sucumbir al fuego de dragón o pasar por la espada del príncipe Lucerys Velaryon, el Omega no se había limitado solamente a cumplir con las sentencias en privado, y el ahora rey consorte lo apoyo, debían dar un mensaje, debían anunciar a todos aquellos que se habían atrevido a renegar de su juramento a la auténtica heredera, que cualquier muestra de traición, conspiración o usurpación, seria severamente castigada.

Y las cabezas postradas en picas por todo el Red Keep eran muestra de aquello.

Si desafías al dragón, podrías arder.

Es por eso que ahora, con la anterior princesa Rhaenyra instaurada como nueva monarca, los señores de grandes casas fueron mandados llamar hasta la capital, con ella sentada en el Trono de Hierro, su esposo, el rey consorte Daemon, a su lado izquierdo y la princesa Rhaenys a su lado derecho, luciendo, como solo una dama de sangre real podría, la insignia de la Mano. Sus hijos, hijastras y hermanos, Helaena ahora luciendo los colores de su casa y Daeron mandado a traer desde Oldtown; presenciaban ahora como cada una de las casas hincaba la rodilla y juraba lealtad al príncipe heredero Jacaerys Targaryen, señor de Dragonstone y heredero al Trono de Hierro.

Rhaenyra miraba todo con una pequeña sonrisa, las cosas eran como debían ser, ella en el trono y su hijo como su sucesor, nadie en los reinos podría quejarse si después de ella venia un rey, entonces la reina miro al resto de su familia, todos ellos parados rectos, proyectando orgullo por su hermano y entonces noto a Lucerys, su segundo hijo lucia extraño, aun portaba ese gesto exclusivo de su casta Valirya, pero Rhaenyra no pudo evitar notar que el Omega parecía lucir… triste.

La reina lo había notado cuando entendieron que Aemond no volvería de Oldtown, ella había accedido a la precisión hecha por su hermano hacia casi siete meses.

—Le has otorgado el perdón a mi madre, déjame llevarla con su familia, si es verdad que es libre de irse—. Lucerys había asentido y ella había accedido, creyeron que, con el vinculo con Lucerys formado, el Alfa volvería al cabo de asegurarse que su madre estaría bien cuidada, una vuelta de luna se convirtió en dos y luego en tres, hasta que entendieron que Aemond no volvería.

Lucerys no mostraba signos de un Omega en abandono, seguramente por su sangre de dragón, pero para una madre era fácil ver las señales, especialmente cuando aun y confirmado el estado de Lucerys, el Omega no dejo de entrenar, no dejo de pulir sus habilidades y no descanso ni un solo día, a pesar de las peticiones de su madre o las ordenes de Daemon. Lucerys se negó a obedecer.

—Si pierdo al cachorro, significa que no era tan fuerte como pensaba y Aemond no era el Alfa con el que debería conservar un lazo—. Las palabras sonaban bastante crueles, pero solo escondían el dolor que seguramente su cachorro estaba sufriendo al saber que su Alfa no volvería ¿Esta era la manera en la que los Omegas Valyrios lidiaban con el rechazo? Ella jamás estaría segura, ninguno de los libros, inclusive los que Daemon había conseguido, decían algo al respecto.

Omega con sangre Valyria (lucemond) HOTD[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora