Los días que siguieron a su noche en el parque estuvieron llenos de miradas furtivas, sonrisas a escondidas y mensajes intercambiados entre bastidores. Liam y Zayn parecían haber encontrado una manera de disfrutar de su conexión, aunque fuera en los márgenes de la fama y bajo la presión constante del equipo y los demás integrantes. Sin embargo, mantener el equilibrio entre su relación secreta y las exigencias de la banda comenzaba a cobrarles factura, y pronto descubrirían que no todo iba a ser tan sencillo como esperaban.
La gira avanzaba a toda velocidad, y cada concierto los sumergía en un mar de gritos y aplausos. Los días eran un torbellino de entrevistas, sesiones de fotos y ensayos. Liam y Zayn trataban de disimular su cercanía, pero algunos miembros de la banda ya empezaban a notar pequeños detalles que los hacían levantar una ceja.
Una noche, tras un concierto agotador, el grupo se reunió en la sala VIP del hotel. La banda estaba en el punto más alto de su popularidad, y aunque estaban todos cansados, la adrenalina seguía corriendo por sus venas. Liam y Zayn permanecían un poco apartados del resto, intercambiando miradas cómplices entre conversaciones triviales.
Shawn, quien era conocido por su carácter directo y sin filtros, se acercó a ellos con una expresión pensativa.
—Oye, ustedes dos han estado bastante unidos últimamente, —comentó con una sonrisa pícara—. ¿Pasa algo que no sepamos?
Liam se tensó de inmediato, sintiendo un nudo en el estómago. Tratando de actuar natural, se encogió de hombros y forzó una sonrisa. —Nah, solo hablamos de arte y esas cosas. Ya sabes cómo es Zayn con sus pinturas.
Shawn arqueó una ceja, mirando a Malik con una mezcla de curiosidad y burla. —¿Arte, eh? Bueno, parece que últimamente te interesa bastante la compañía de Liam.
El moreno mantuvo la calma, acostumbrado a manejar situaciones incómodas. —Es solo que tenemos cosas en común, Shawn. No es nada del otro mundo.
Mendes soltó una carcajada, dándoles una palmada en la espalda. —Bien, bien. Solo recuerden que somos un equipo, ¿vale? No queremos secretos entre nosotros.
Después de que Shawn se alejara, Liam dejó escapar un suspiro de alivio, pero la incomodidad ya se había instalado en su pecho. Mantener su relación en secreto no iba a ser fácil, especialmente si algunos miembros del grupo comenzaban a sospechar. Esa noche, mientras el resto celebraba en la sala VIP, Liam y Zayn decidieron regresar a sus habitaciones antes de que la situación se volviera aún más complicada.
Al llegar al pasillo del hotel, ambos se detuvieron frente a las puertas de sus habitaciones, sintiendo la tensión en el aire.
—Creo que deberíamos ser más cuidadosos, —murmuró Liam, mirando a su alrededor como si alguien pudiera escucharlos—. No quiero que esto termine afectando a la banda.
Zayn asintió, con una expresión seria. —Lo sé. Pero también quiero estar contigo. Esto que tenemos es importante para mí, Liam.
Liam lo miró, sintiendo la mezcla de emociones que compartían: la necesidad de estar juntos, pero también el miedo constante de ser descubiertos. Finalmente, se acercó y tomó la mano del pelinegro, apretándola con suavidad.
—Lo resolveremos, Zee. Lo haremos funcionar, —dijo con una convicción que intentaba mantenerse firme a pesar de las dudas—. Pero tal vez deberíamos darnos un poco de espacio... al menos mientras estemos con los chicos.
La idea de alejarse, aunque fuera temporalmente, no agradaba a ninguno de los dos, pero ambos sabían que era la mejor decisión. Con una última mirada, se despidieron y entraron en sus respectivas habitaciones, llevando consigo la incertidumbre y el peso de su relación secreta.
A la mañana siguiente, Liam despertó con una sensación de vacío. Aunque su resolución de mantener la distancia parecía lógica, no podía evitar sentirse inquieto al pensar que quizá estaba perdiendo algo importante. Decidió ocupar su mente con trabajo, y se dirigió al estudio improvisado que habían montado en el hotel para escribir nuevas canciones.
Mientras tanto, Zayn decidió dedicar la mañana a pintar, tratando de canalizar sus emociones en el lienzo. Sin embargo, su concentración se vio interrumpida cuando Shawn y Louis aparecieron en la habitación sin previo aviso.
—¡Zayn! —exclamó Shawn, mirando el lienzo—. Estábamos a punto de salir a explorar la ciudad y pensamos que podrías unirte a nosotros. Vamos, necesitas despejarte.
Malik, algo reticente al principio, aceptó la invitación, sabiendo que un poco de distracción podría ayudarlo. Los tres salieron a caminar por la ciudad, deteniéndose en tiendas de arte y pequeños cafés. Sin embargo, durante el paseo, Louis comenzó a hacer preguntas sobre su reciente cercanía con Liam.
—Es raro verte tan unido a Liam, ¿sabes? —comentó Louis con una sonrisa cómplice—. Parece que se entienden muy bien últimamente.
Zayn intentó mantener la calma, sabiendo que cualquier reacción exagerada podría levantar sospechas. —Supongo que hemos descubierto intereses en común. Además, es bueno tener a alguien en quien confiar. La gira puede ser agotadora.
Louis asintió, pero había algo en su mirada que indicaba una leve desconfianza. —Claro, solo no te olvides del resto de nosotros, ¿vale? Somos una banda, y lo que le afecta a uno, nos afecta a todos.
La conversación dejó al moreno intranquilo. Sabía que su relación con Liam no era algo que pudiera compartirse abiertamente, pero tampoco quería que los demás sintieran que estaba siendo deshonesto. A pesar de sus sentimientos hacia Liam, tenía un compromiso con la banda y con cada uno de los chicos. La presión comenzaba a acumularse, y el peso de las expectativas era cada vez mayor.
Esa noche, la banda tenía otra presentación en un estadio repleto. La energía de los fans era electrizante, y cada uno de ellos se entregó por completo en el escenario. Sin embargo, Liam no podía evitar lanzar miradas hacia Zayn de vez en cuando, captando sus gestos y expresiones. Parecía más distante, como si algo lo estuviera preocupando.
Cuando terminó el concierto, el equipo se dirigió al hotel para descansar. Sin embargo, Liam decidió buscar a Zayn. No podía soportar la idea de que algo estuviera mal entre ellos sin aclararlo. Lo encontró en la terraza, mirando las luces de la ciudad en silencio.
—Zee... —dijo, acercándose con cautela—. Sé que prometimos mantener la distancia, pero... no puedo dejar de pensar en ti. Y parece que algo te preocupa.
Zayn se giró para mirarlo, con una mezcla de tristeza y frustración en los ojos. —Liam, esto es complicado. Shawn y Louis han empezado a hacer preguntas. Y no quiero que mi relación contigo ponga en peligro lo que tenemos con la banda.
Liam suspiró, sintiendo el mismo peso en su pecho. —Lo sé. Pero tampoco quiero perderte. Esto es real para mí, Zayn. Eres la única persona con la que puedo ser yo mismo.
Malik lo miró con ternura, y por un momento, todo lo demás dejó de importar. Lentamente, se acercaron y se abrazaron, compartiendo un instante de paz en medio del caos. Sabían que no podían ignorar las dificultades que venían, pero en ese abrazo encontraron la fortaleza para seguir adelante, incluso si eso significaba enfrentar los retos que se avecinaban.
Desean que haga maratón?