El aire frío de la mañana se colaba por las rendijas de la ventana, mientras Liam permanecía tumbado en la cama, mirando al techo. La gira seguía su curso, pero el vacío que sentía en su pecho no desaparecía. Las tensiones con Zayn se acumulaban en silencio, como una tormenta a punto de estallar. Aunque seguían compartiendo momentos a escondidas, las pequeñas grietas en su relación comenzaban a hacerse más evidentes. Los celos, las inseguridades y la presión por mantener todo en secreto estaban comenzando a desgastarlos.
Aquel día, después de una presentación exitosa, la banda tenía programada una entrevista con un medio de renombre. El hotel estaba lleno de periodistas que esperaban poder obtener alguna primicia o declaración jugosa de los chicos de One Direction. Mientras se preparaban para la rueda de prensa, los miembros de la banda conversaban entre sí, pero Liam no podía evitar sentirse inquieto.
Había algo en el aire esa mañana, una sensación extraña que no lograba entender. Las palabras de Malik resonaban en su cabeza: "Tenemos que ser fuertes." Pero a pesar de sus esfuerzos por mantener la calma, Liam no podía dejar de pensar en las dudas que lo acosaban. ¿Estaba su relación con Zayn puesta en riesgo? ¿Era la fama lo que realmente los separaba?
Esa tarde, mientras se preparaban para la entrevista, Zayn se acercó a él con una sonrisa nerviosa. -Oye, Liam... ¿te sientes bien? Te vi un poco distante en los últimos días.
Liam trató de sonreír, pero no pudo evitar notar que el brillo en los ojos de Zayn había desaparecido, reemplazado por una sombra de incertidumbre. —Estoy bien, Zee. Solo necesito un poco de espacio, sabes cómo es esto. La gira y todo el caos me está afectando un poco.
Zayn asintió, pero algo en su expresión lo inquietó. No quería admitirlo, pero la distancia entre ellos era cada vez más palpable. Estaba claro que ambos se estaban alejando, aunque ninguno de los dos se atrevía a decirlo en voz alta.
La rueda de prensa comenzó con la típica euforia que rodeaba a la banda. Las cámaras parpadeaban y los periodistas lanzaban preguntas rápidas y escurridizas. Liam se mantenía en su papel, respondiendo las preguntas con la sonrisa de siempre, mientras su mente seguía atrapada en la maraña de pensamientos que no lo dejaban en paz.
Fue durante una de las preguntas sobre su dinámica como banda que las cosas tomaron un giro inesperado.
Un periodista, con una sonrisa astuta, dirigió la pregunta hacia Malik. –Zayn, he notado que últimamente has estado bastante cercano a Liam. ¿Podemos esperar alguna noticia sobre una nueva colaboración entre ustedes dos, o tal vez algo más personal?
Liam sintió cómo su estómago se revolvía al escuchar esa pregunta. No era nada nuevo que la prensa tuviera sus ojos puestos sobre ellos, pero la forma en que la pregunta se lanzó, de manera tan abierta y directa, le hizo sentir como si su mundo estuviera a punto de desmoronarse.
Zayn, como siempre, trató de mantener la compostura. –Nos llevamos muy bien, es normal que compartamos ideas. Somos compañeros de banda, y nuestra relación es profesional. No hay nada más que eso.
La respuesta fue diplomática, pero Payne notó algo en la forma en que Malik respondió, una leve tensión en su voz, como si estuviera tratando de esconder algo. El ambiente, que hasta ese momento había sido ligero y relajado, se volvió más tenso. Los demás miembros de la banda intentaron aligerar la situación con bromas y comentarios para desviar la atención, pero Liam no podía dejar de pensar en lo que acababa de suceder. Algo no estaba bien.
Después de la rueda de prensa, la banda fue llevada a una zona privada del hotel para relajarse antes de la cena. Liam, sumido en sus pensamientos, se apartó un momento del grupo, buscando algo de espacio. No pudo evitar observar a Zayn, quien conversaba animadamente con Harry y Louis. Parecía que todo seguía con normalidad, pero Liam sentía que algo había cambiado. En su interior, la desconfianza comenzaba a tomar forma.
Fue entonces cuando, sin previo aviso, Niall se le acercó, con un semblante serio y algo preocupado. –Oye, Liam, ¿estás bien? Te vi algo raro durante la entrevista. ¿Te pasa algo con Zayn?
Liam miró a Niall, sorprendido por la pregunta. –No, no pasa nada... ¿por qué?
Niall suspiró, observando con detenimiento a Malik y luego a Liam. ‐Es que... se nota que algo no anda bien entre ustedes. He notado la tensión, no soy tonto. Y, sinceramente, no quiero que todo esto nos afecte como banda. Zayn parece distante, y tú... tú también lo estás. ¿Todo está bien entre ustedes?
Liam sintió cómo el nudo en su garganta se hacía más fuerte. No podía mentirle a Niall, al menos no con total sinceridad. Sabía que las cosas no estaban bien, pero no sabía cómo explicarlo sin exponer su relación con Zayn. -Lo que pasa, Niall, es que todo esto se está volviendo más difícil de lo que pensaba. No sé si esto va a funcionar, ya sabes... el hecho de mantenerlo en secreto.
Niall lo miró, frunciendo el ceño. –¿Qué estás diciendo? ¿Te refieres a tu relación con Zayn?
Liam se quedó en silencio, sin saber cómo responder. Niall había sido uno de los primeros en notar la cercanía entre él y Zayn, pero nunca había cuestionado nada. Sin embargo, en ese momento, algo dentro de Liam le decía que no podía seguir escondiendo lo que sentía.
Esa noche, después de la cena, Liam se retiró a su habitación, pero no pudo conciliar el sueño. Todo lo que había sucedido durante el día se repetía una y otra vez en su mente. La pregunta del periodista, la tensión con el moreno, la preocupación de Niall... Estaba claro que las cosas ya no podían seguir así.
Al día siguiente, cuando Zayn entró en su habitación para hablar sobre los planes para el día, Liam no pudo evitar confrontarlo.
–Zayn, ¿qué está pasando? Todo el mundo lo nota. Niall me preguntó directamente si había algo mal entre nosotros, y ahora... ahora todo el mundo está empezando a sospechar. ¿Por qué no me dijiste lo que realmente está pasando?
Malik se quedó en silencio por un momento, como si tratara de encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, se acercó a Liam, con la mirada cargada de frustración. –No sé, no doy más... te lo voy a decir, Liam. Lo estoy intentando, pero esto es demasiado. Todo lo que hago parece mal. La presión de mantenerlo en secreto, los celos, las miradas... Ya no sé qué más hacer.
Liam lo miró, confundido. –¿Celos? ¿A qué te refieres?
Zayn soltó un suspiro, como si se estuviera rindiendo. –Te lo estoy diciendo, Liam. Los celos. Siento que estás distante, que estás presionándome, y la gente lo nota. He visto cómo miras a otras personas, cómo te acercas a ellos. Y eso me mata, Liam. Lo que tenemos es especial, pero siento que todo esto nos está destruyendo.
La confesión de Malik golpeó a Liam con la fuerza de una tormenta. Nunca imaginó que Zayn pudiera sentir lo mismo que él: esa misma inseguridad, ese mismo miedo a perderse. Pero ahora, al enfrentar la realidad de su situación, Liam no sabía si podrían superar lo que ya estaba ocurriendo entre ellos.
La presión estaba comenzando a desgarrar la relación, pero también los estaba acercando más a la verdad: ¿estaban dispuestos a luchar por lo que sentían, o simplemente se dejarían arrastrar por el caos que había surgido entre ellos?
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