En Mandalore, vive la familia Kryze, de 5 hijas, las cuales se llaman: Padme, Satine, Maz, Ursa y Bo-Katan.
Un día, llegan 2 caballeros a las vidas de Padme y Satine, los señores Skywalker y Kenobi.
El señor Skywalker queda prendado de Padme, al i...
En ese momento, llegó Breha Antilles y las encargadas de atenderla fueron Ursa y Bo-Katan.
-Hola, Breha. ¿Qué te trae por aquí?- le preguntó Ursa.
-Hola, Ursa. Bo.- les devolvió el saludo, Breha. -He venido a invitar a Tine a un paseo y para preguntarle si quiere venir a tomar el té con nosotros...- les informó y se oyó un grito de parte de la señora Kryze a Satine. -¿Pero qué pasa? ¿Por qué vuestra madre le grita a Tine?- le preguntó a las dos menores de las Kryze.
-Mamá está como loca.- dijo Bo. -Es insoportable.-
- El señor Organa le ha pedido matrimonio a Tine y ella lo ha rechazado.- explicó Ursa.
-Por eso vuestra madre está así...- comprendió Breha, y en su cabeza se formuló un plan, el cual duraría solo dos o tres días. -Si queréis, puedo llevarme al señor Organa a almorzar a mi casa.- les propuso y las dos menores respiraron aliviadas.
-Sí, llévatelo y dale un buen plato de comida.- dijo Bo, feliz de librarse de Organa por unas horas. -Así no tendremos que seguir aguantándolo.- masculló.
Breha le hizo la propuesta a Organa y este aceptó, pese a los intentos de la señora Kryze, porque se quedara. Organa insistió con su supuesto orgullo herido y se fue con Breha a la Casa de los Antilles.
Tras el ajetreo del día, al caer la noche, Satine por fin pudo hablar a solas con Padme, mientras preparaban la cama para irse a dormir. A Satine no le cabía en la cabeza que el señor Skywalker se fuera de Concordia a Coruscant, sin saber si volvería o no a Mandalore.
—No entiendo que lo pueda alejar así de Concordia.- dijo Satine, sacando los camisones de ambas del armario.
—Léela, no me importa.- dijo Padme y le dio la carta. Satine miró a su hermana, la cual estaba molesta y dolida, pero cogió la carta y la leyó en voz alta:
Querida señorita Padme: Me apena decirle esto, pero debemos abandonar el condado de Mandalore. Mi hermano tiene asuntos que atender en Coruscant, al igual que el señor Kenobi, el cual está impaciente por ver a su hermana, casi tanto como nosotros. Por otra parte, Ahsoka Kenobi, no hay quien la iguale en gracia, belleza y figura. Mi hermano la admira mucho, tanto que esperamos que muy pronto yo pase a llamarla mi hermana. Mi querida amiga, no te olvidaré ni a ti ni en los momentos bellos que pasé en Mandalore.
Afectuosamente,
A.Skywalker
-¿No está bastante claro?- le dijo Padme a Satine, deshaciendo la cama.
-Aurra sabe que su hermano está enamorada de ti y se lo ha llevado lejos para que te olvide.- replicó Satine.
-Pero yo sé que ella es incapaz de hacer daño a alguien deliberadamente.- dijo Padme, y Satine puso los ojos en blanco. Su hermana era demasiado inocente. -Lo que ocurre es que no me ama. Nunca me ha amado.- aseguró, colocando las almohadas.
-¡Sí te ama, Padme! ¡No te rindas!- soltó Satine contrariada. -A ver, los tíos vendrán a casa en la semana del Día de la Vida. Cuando ellos vuelvan a Coruscant, ve con ellos. Ya verás que en cuanto se entere de que estás allí, irá a verte.- le dijo y la besó con cariño en la frente.
Tras la pequeña charla, ambas se pusieron el camisón y se metieron en la cama para intentar dormir. Al final, lo consiguieron.
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