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Y llegó Diciembre, lo que significaba que llegaba la Semana del Día de la Vida. En esa semana, los señores Fisto, los tíos de las cinco hermanas Christ, vendrían a pasar la semana a Mandalore, desde Coruscant.

El señor Kit Fisto, veterano Jedi de las guerras, condecorado por el mismo Canciller Supremo, y siendo recompensado con una suma de 10,000 créditos al año, antes de las guerras, había sido un excelente abogado que había amasado una fortuna de 6,300 créditos. Era el hermano mayor de la señora Kryze.

Su esposa, Aayla Secura, de familia noble de Stewjon, conoció a los propietarios de Praderas, los señores Qui-Gon y Tala Kenobi, padres de Obi-Wan y Ahsoka Kenobi. Era aficionada a los paseos y a la historia, además de ser una ferviente lectora, como su sobrina favorita, Satine. Adoraba a Padme, pero tenía un especial cariño por la segunda de las hermanas Kryze.

Llegó la semana del Día de la Vida, y el lunes llegaron a Kalevala los señores Fisto. Los Kryze fueron a recibirlos. Ursa y Bo le preguntaron a su tía sobre las novedades de moda en Coruscant. Maz le preguntó por los nuevos pianos y sobre algún libro filosófico de algún Jedi conocido. Y Padme y Satine salieron a pasear con su tía para charlar y ponerse al día, mientras el señor Fisto se quedaba con los señores Kryze.

Al día siguiente, el señor Vizla, junto con varios oficiales, fueron invitados a comer en Kalevala, y esta vez no declinaron la invitación. Satine le presentó a su tía, al pintoresco señor Vizla, y ambos hablaron de Praderas. La señora Fisto sospechó que las palabras de Bisla eran un tanto contradictorias. Eran medias verdades. Por lo que, cuando los militares se fueron de Kalevala, decidió hablar con su sobrina.

Tenía que ponerla sobre aviso. No sabía las intenciones de Vizla, pero algo le decía que desconfiara completamente de él. Salió con su sobrina a pasear, pero cogieron una ruta larga para poder hablar sin que oídos no deseados las escucharan.

-Bueno, tía, ¿qué te ha parecido el señor Vizla?- le preguntó Satine.

-Es un joven agradable, querida, pero te pido que seas precavida. No te lances a un compromiso por amor a menos que veas toda la perspectiva de la situación y no solo una parte de ella.- le recomendó la señora Fisto, preocupada.-Confío en tu buen juicio, querida.-

-Gracias por su recomendación, tía. Seré cuidadosa con respecto al señor Vizla.- le respondió Satine y volvieron a casa.

Al día siguiente, en una reunión para tomar el té, Satine se dio cuenta de que las atenciones que Vizla solía tener con ella ahora eran dirigidas a la señorita Riyo Chuchi, la cual había heredado una fortuna de 9,000 mil créditos. Esto a Satine no le molestó, ya que, aunque Vizla era guapo, en su corazón sabía que amaba a otro hombre, pero aún no comprendía quién era ese hombre.

La Semana del Día de la Vida pasó volando. El día 25 de diciembre, tras el desayuno, fueron entregados los regalos. Solían recibir cada una tres regalos. Uno de sus padres, uno de su tía Fisto, y otro de su tío Fisto.

Para Padme fueron unos guantes blancos nuevos de parte de su tía, un collar de plata con un dije de una cruz de parte de sus padres, y un libro llamado: "La Princesa de Cleves", de autor Anónimo, de parte de su tío.
Para Satine fueron un libro llamado: "La Ciudad de las Lomas", de Christine de Pizón, de parte de su tía, unos pendientes de parte de sus padres, y un juego nuevo de escritura de parte de su tío.
Para Maz, un libro filosófico de parte de su tío, un paquete de hojas para partituras de parte de su tía, y de parte de sus padres unas botas nuevas.
Para Ursa, un gorro nuevo de parte de su tía, unos zapatos de baile nuevos de parte de sus padres, y un broche para el pelo de parte de su tío. Y para Bo- Katan, un vestido rosa nuevo de parte de su tía, unos guantes rosas nuevos de parte de sus padres, y unos pendientes nuevos de parte de su tío.

Llegó el domingo y se efectuaron las despedidas, pero con Padme acompañando a los señores Fisto. En la entrada de Kalevala estaba toda la familia Kryze despidiendo a Padme y a los Fisto.

-Dale muchos recuerdos a mi hermana.- le dijo la señora Kryze a Patme-Y procura no ser una carga, querida.-

-¡Pobre Padme!- se lamentó el señor Kryze, desde el porche y con Satine a su lado. -Se ve que a las jóvenes les gusta sufrir por amor, les da que pensar y cierta prestigio entre sus amigas.- opinó, haciendo reír a la rubia. -Ahora te toca a ti, Tine, has rechazado a Organa, ahora toca que alguien te dé calabazas. ¿Qué hay del señor Vizla?- sugirió, y Satine lo miró. -Es un hombre honorable y en caso de darte calabazas, lo hará como un caballero.- continuó diciendo.

-Padre...- dijo Satine.

-Y tienes una madre que sacará partido de tus calabazas.- añadió con ironía el señor Kryze, y ambos sonrieron.

- añadió con ironía el señor Kryze, y ambos sonrieron

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⏰ Última actualización: Nov 11 ⏰

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Orgullo y Prejuicio:ObitineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora