Abrázame fuerte y abrázame rápido
El mágico hechizo que emites
Esta es la vida en rosaCuando me besas el cielo suspira
Y cuando cierro los ojos
Veo la vida en rosaCuando me aprietas contra tu corazón
Estoy en un mundo aparte
Un mundo donde las rosas florecenY cuando hablas, los ángeles cantan desde arriba
Todos los días las palabras parecen convertirse en canciones de amorDame tu corazón y alma
Y la vida será siempre
La vida en rosaGema empezó a tararear.
Christopher y Atlas escucharon a Gema cantar para los pequeños bebés. Los dos tenían un biberon en la mano y lo estaban agitando.
Recostados contra el marco de la puerta observaron sin interrumpir.
Los bebés miraron a su madre con atención. Sus ojitos borrosos no la detallaban pero su suave voz les llamaba la atención.
Christopher ingresó y alzó a uno de los bebés para alimentarlo.
Atlas hizo los mismo que su padre y se sentó en una de las sillas mecedoras.
Gema sostuvo con cariño a su pequeña princesa y la amamanto.
Los amamantaba por turno. No podía sostener a sus dos bebés por temor a dejarlos caer. Se extraía la leche de los dos pechos y se los daba en biberones con la ayuda de Christopher y Atlas.
Se sorprendió al quedar embarazada tan rápido. Creía que con la edad de Christopher y ella tenrr un bebé sería muy difícil.
Su sorpresa fue mayor al enterarse que eran tres bebés. Dos niños y una niña.
Esta vez ya no hizo a un lado a Christopher y lo incluyó en todo.
Luego del nacimiento de los bebés Christopher se hizo la vasectomía.
Christopher observó con amor a su pequeño hijo, este era idéntico a su pequeño Atlas cuando era un bebé. Sus pequeños ojitos y boquita, su pelusita negra en la cabeza y sus pequeñas sonrisas.
Atlas sostenía con cariño a su hermanito. Este tenía una pelucita castaña en la cabeza, sus ojitos eran marrones y era un bebé muy serio.
Los ojitos de la beba en los brazos de Gema eran de color miel. Tan dulce como su carita. Su pelo castaño era solo unb pequeño mechón en su cabeza.
Parecía una muñeca.
La voz de Gema se siguió escuchando y todo era tan tranquilo.
Atlas se llenó de nostalgia al recordar a su madre cantarle en las noches cuando era niño.
Christopher se sintió completo por fin. Cuando todo empezó él creyó que solo sería una leve presencia en la vida de Atlas. Al final, él no pudo mantener la distancia de su pequeño primogénito.
Miró a Gema y sonrió.
Y tampoco pudo mantener la distancia de esta mujer.
Más de 15 años oliendo su perfume, escuchando su voz, regañándolo o solo llamándolo suavemente, llenaron su alma por completo.
Él se había peleado con sus mellizos y se alejaron de él, pero la vida le recompensó con tres niños más.
Estos serían su tesoro tanto como lo era Atlas. Obvio, Atlas siempre tendría una posición diferente a los demás.
Porque él era su PRIMOGÉNITO.
FIN.
🍃🍃🍃🍃
Sé que es muy corto peero, tengo otras historias llenándome la cabeza y voy dejando a otra detrás. Quiero terminar este para no dejarlo en el aire.
Ni siquiera tengo ideas para los extras pero veré si se me ocurre alguno.
😬😬😬😬.
Nos vemos😁😆.