。*✧Emilia Díaz ✧*。
Después de estar en el stream con Carre, Ger se fue conmigo a mi depto y estuvimos hablando y viendo películas.
—Que piola que Carre esté bien, pero no puta idea de que es lo que está escondiendo, medio rari —dijo Uni mientras cerraba la puerta principal.
—Se me ocurre una cosa, no la he visto a su novia hace banda igual, algo están pensando esos dos—dije
—na, vos decís? Para mi que es algo relacionado a los streams. Se me ocurre un contrato o algo así
—Para mi van a ser papás—dije
—Me da algo, no a menos que ya nazca la criatura
— y clarooo tienen que pasar los primeros 3 meses para asegurarse que no pase nada malo y después se da conocer
—Te imaginas?? Conozco a mi primo ya hace un tiempo y al fin se le dio. El siempre ha soñado con una familia.
—El nunca me contó eso. Pero igual desde pequeños éramos inseparables. Nos conocimos porque nuestras casas estaban enfrente, en Bahía Blanca.
Nuestros padres eran muy amigos y muchos findes acostumbrábamos a ir a la casa de alguno de los dos y comer asado, la típica tarde tranqui con flia. Era vernos y pelotudear todo el tiempo.Cuando llegó la adolescencia recuerdo que fuimos a nuestra primera joda juntos y vi a Rodrigo tomarse hasta el agua de los floreros, yo solo un trago tome y ya me sentía mal. En ese entonces muchos amigos nuestros querían que fuéramos novios y una amiga mía me dijo que Rodrigo era otro pibe que me gustaba y lo terminé besando, estábamos borrachos y aún pibes que no sabían controlarse en la adolescencia.
Y nuestra amistad se fue al carajo desde que le conté que me iba a ir a otro continente a estudiar en la universidad.
Me dejo de hablar, nuestros padres intentaron que entendiera mi decisión.
Espero hasta el minuto, cuando yo estaba apunto de abordar el avión para despedirse y pedirme perdón, me dijo que odiaba pensar que no iba a estar con el todos los días y odiaba las despedidas. Desde ese entonces sentí que todo entre nosotros cambió, y vos sabes que yo estaba enamorada de él, fue muy duro irse a otro continente mientas creía que mi otra mitad era el, pero hoy se que no...—Gracias por contarme eso y por abrirte conmigo. Se que fue una parte muy dura y que te toco madurar y aprender a vivir sola al otro lado del mundo..
Pero... no sé, a veces pienso que, a pesar de todo, algunas cosas de la vida nos traen de vuelta a los mismos lugares, o a las mismas personas. Quizás suena cursi, pero siento que nada en el pasado fue casualidad.Germán se quedó en silencio unos segundos, como buscando las palabras. Parecía dudar, y yo notaba una especie de nerviosismo en sus gestos.
—No es que quiera revivir el pasado, no me malinterpretes —continuó finalmente, mirando hacia abajo—. Solo que me gustaría aprovechar estos días que estás acá, ¿entendés? Quizás salir, hablar un poco más... No tiene que ser algo complicado, solo una salida para despejarnos simplemente para hablar y conocernos más. Yo... creo que nos haría bien. A los dos.
Me miró con una sonrisa leve, un poco avergonzado y pude sentir que detrás de su propuesta había algo más. Algo que quizás él no se animaba a decir directamente, pero que se notaba en cada palabra y en cada mirada que me dirigía.
—Germán... gracias. En serio, gracias por decirme todo esto y por estar acá —respondió Emilia, mirándolo con dulzura.
—No sabés lo mucho que significa para mí que quieras compartir estos momentos, y que te importe lo que he pasado. A veces, después de tanto tiempo y distancia, pensé que quizás estas cosas ya no tenían lugar en mi vida. Pero ahora me doy cuenta de que me equivoqué, porque... bueno, acá estamos.
Emilia respiró hondo, sintiendo cómo el corazón le latía con fuerza, tratando de ordenar sus pensamientos.
—Me encantaría salir contigo. Creo que también necesito recordar quién era antes de todo esto, y siento que con vos puedo ser esa persona otra vez. Además, nadie me hace reír como vos, y si algo quiero ahora, es eso: reírme y disfrutar el momento.
Le tomó la mano suavemente, dejando que las palabras fluyeran con naturalidad.
—Gracias por no dejar que me olvide de lo importante que es tenerte en mi vida.
—Emi... realmente me haces muy feliz con todo lo que acabas de decir —respondió, un poco avergonzado, pero sin poder evitar la sonrisa tonta que se le dibujaba en el rostro—. No sabes cuánto... y, bueno... hay algo que quiero preguntarte, aunque me siento un poco raro pidiéndolo.
Hizo una pausa, como si la vergüenza lo invadiera, pero se armó de valor.
—¿Te parecería bien si... si me quedo a dormir aquí? Solo para seguir charlando, para estar un rato más... No quiero presionarte ni nada, pero... se me hizo muy tarde. Si no te parece, lo entiendo perfectamente.
—Se me hace totalmente imposible decirte que no—dijo Emilia mientras reía
—¿De verdad? —dijo, con una sonrisa tímida que no podía evitar—. Me hace sentir... bueno, muy bien que digas eso. Estaba un poco nervioso, no quería incomodarte.
Se quedó en silencio por un momento, como pensando en lo afortunado que se sentía de estar allí con ella, después de todo lo que había pasado.
—Gracias, Emi... no sabes lo que significa para mí. Será bueno estar cerca, solo... sin pensar en nada más, solo disfrutar el tiempo juntos.
Emilia sonrió, luego suspiró, como si lo que él había dicho la hubiera tocado profundamente.
—Claro, Ger, no hay problema. No hay otra cama, pero yo tengo un sofá grande, o si preferís ... podemos compartir la cama, sin drama. Lo que te haga sentir más cómodo. Al final, ya somos amigos, ¿no? —dijo con una sonrisa suave, tratando de hacer que todo se sintiera natural
Emilia y Germán charlaron y rieron un rato más y luego se durmieron..
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Cuando Volvimos a Encontrarnos | Germán Usinger, Unicornio
Fanfic🌺Emilia y Rodrigo fueron inseparables en su juventud, unidos por una amistad que parecía inquebrantable. Pero la vida los llevó por caminos diferentes cuando Emilia se mudó a otra ciudad. Años después, un reencuentro inesperado despierta viejos sen...