Esa noche, llegué a mi casa y mis padres me estaban esperando en la cocina. Miraron mi cabello y fruncieron el ceño.
-Sí. Está blanco. Es mi cuerpo, mi cabello, mi vida. Ustedes no pueden controlar mi vida. Ni siquiera son capaces de controlar la suya. Déjenme en paz. Al menos por un tiempo.-Dije ya enfadada con ellos, sin razón.
Me dispuse a subir las escaleras pero mi padre me detuvo.
-Necesitamos hablar.-Me senté sobre la mesa y mi madre empezó a hablar.
-Nos iremos. Hemos llegado a la conclusión de que necesitamos pasar un tiempo de vacaciones. Todos nosotros. Necesitamos arreglar varias cosas.
-No quiero ir.
Ambos suspiraron.
-Sabemos que no te podemos obligar a nada. También sabemos que no estás pasando un buen momento; pero es hora de...
-No iré.
-Liz, por favor...-Dijo mi padre.
-Soy muy responsable. Tengo casi 18 años. No haré ninguna locura, ni fiestas, ni nada por el estilo. No podría hacerlo ni aunque quisiera, pues no tengo amigos. Vayan ustedes. Tienen muchas cosas que arreglar. Pueden dejarme aquí.
-No podemos dejarte.
-Claro que pueden. A esta altura deberían saber que estaré bien yo sola. He estado sola prácticamente desde que mataron a Brittany.
Quedaron sorprendidos ante mi respuesta. Jamás habíamos hablado de ese tema.
-Yo... Yo creo que puedes quedarte. Pero tienes que mantener todo en orden, y ser responsable.-Dijo mi padre.
Acepté y a la mañana siguiente tomaron un vuelo con destino a México. No se que harían dos viejos amargados en México por dos semanas, y tampoco me importaba.
A penas se fueron tomé mi skateboard y patiné hasta llegar al bar. Allí me senté en la mesa de siempre en la cual ya estaba Lucas.
-Soy libre.-Dije suspirando.-Vámonos. A cualquier lado.
Me miró y sonrió.
-¿A qué te refieres?
-Mis padres. Por fin se fueron.-Ahora tenía una expresión de preocupación.-No, no malinterpretes. No murieron.-Se relajó.-Fueron a México para "arreglar las cosas". Sería mucho más fácil divorciarse, pero creer que todavía no es tarde para salvar nuestra familia. Se equivocan.-Me molestó un poco hablar de eso. De mis padres. Él se dio cuenta y cambió de tema.
-¿A dónde quieres ir?
-A donde sea.
-Mi abuelo tiene una casa en el medio de la nada. Jamás la usa, la última vez que fue allí fue hace cinco años. Y sé donde esconde la llave.
-Por mí está perfecto. ¿Cuándo salimos?
-¿Qué te parece ahora?
-Genial.-Dije pensando que estaríamos allí una hora o dos.
Lucas le pidió el día libre a Joe y él aceptó. Salimos del bar y el se subió a su moto.
-Te seguiré con mi skateboard.-Le dije.
-Ni lo sueñes. Son dos horas de viaje. Pero llévala. Tal vez puedas andar allí.
Me subí a la moto detrás de él. Metí mi skateboard en su mochila y me sostuve de unos caños de la moto.
-Ten.-Me dijo dándome la mochila.-Llévala tú. Así te sostienes de mí. Es más seguro.-Le hice caso y antes de arrancar me dio su casco.-Úsalo. Sólo por las dudas.-Me lo puse y partimos.
Atravesamos el pueblo y llegamos a la ruta. Allí el aire era puro. Cerré los ojos y respiré. Estaba lejos de todo, y a la vez cerca de lo que quería. Alguien que me entendía.
Lucas comenzó a ir más rápido y yo me agarré más fuerte de su cintura inconscientemente. Volteó a preguntarme si estaba bien y yo asentí. Pero no lo estaba. Tenía miedo. Mucho miedo.
Los minutos pasaban y me acostumbraba a ese miedo. Ya no era miedo, era emoción. Se sentía como un sueño. Cuando caes de un lugar muy alto, y sientes una sensación muy extraña. Luego te despiertas.
Y eso era a lo que yo le temía.Despertar.
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You Light Up My World
RomanceElizabeth es una chica de 17 años, que, cuando su hermana menor Brittany murió, pasó de ser aplicada y estudiosa a un desastre. Ella conoce a Lucas el día en que pelea con sus padres y decide ir a beber a un bar. Él trabaja como mesero allí porque a...