Durante el día yo paseaba por la ciudad y era extraño las maldiciones de aquí eran extrañas, no atacaban a los humanos directamente pero algunas acompañaban a los humanos repitiendo palabras como "Dinero", "te quiero", "te odio". Eran maldiciones manifestadas de deseo o obsesiones, pero bueno tenia que hacer algo, al parecer alguien que me estaba queriendo molestar hizo que me contrataran como profesor en una escuela, en mi mente apareció la imagen de Satoru riéndose de mi cara y a Geto pidiendo que lo perdonara y a Shoko intentando contener una risa. camine enojado pensando que le iba a hacer a Satoru cuando volviera, en alguna parte de Japón Satoru estornudo sintiendo un escalofrió en su espalda. Pasaría un tiempo y por fin llegaría a la escuela, algunas alumnas me veían pensando que era un estudiante, se tenia que decir que mi apariencia se había estancado, por algún motivo que yo desconocía pero no iba a reclamar tenia la apariencia de mi un joven de 18 años y bueno me agradaba eso, pero solo era apariencia mi cuerpo ya era completamente maduro ya estaba en su punto físico máximo, caminaría por el lugar hasta que escuche algunos ruidos de una voz familiar, y vería a una mujer con bata medica entrando y hablando algo, me acerque y vi como una maldicion se enrollo en su cuerpo, era asquerosa parecía de deseos carnales o algo. pero no la juzgaría la enfermera era muy bonita, vería a Miko salir con una chica que me hizo sentir una sensación extraña, pero hablaría -"Hola Miko"- esta se giro para verme sorprendida y yo mire hacia dentro viendo la enfermera -"Y creo que hola a las dos"- la amiga de Miko una joven de cabello naranja corto con un uniforme escolar, aun que extrañamente las faldas de la chicas aquí eran demasiado cortas, lo decía ya que en la escuela jujutsu o las chicas utilizaban pantalón o una falda pero que les llegaba hasta la rodilla o un poco arriba, y bueno las de aquí era muy cortas. -"mmm? Miko, ¿le conoces?"- habló Hana la amiga de Miko, y esta misma asintió y hablo -"Si, pero ¿Qué haces tu aquí?"- suspire cansado y dije -"al parecer una persona molesta me inscribió aquí aprovechando que iban a pedir dos nuevos profesores y bueno me contrataron una temporada para trabajar como profesor de educación física"- le dije y el timbre sonaría -"Miko tenemos clases"- Miko miro a Hana y asintió -"Si ya voy, ve tu primera le tengo que preguntar una cosa a el"- esta lo dijo y Hana no quería irse pero Miko la convenció y esta se fue, Miko me atrajo para un lado y la mire confuso -"Necesito tu ayuda, la sensei Kido.. ella"- la mire y suspire -"Si ya lo vi, ¿Quieres que me deshaga de el?"- le pregunte y esta esta vez sintió pero con mas animo, parecía que estaba molesta suspire y estuve de acuerdo. Ella se fue y yo tocaría la puerta -"Disculpe"- espere un poco y escuche una voz diciendo pasa.
Entre en el lugar y mire a la medica del colegio, una mujer hermosa sin precedentes, una bata banca, una falda negra, unas medias oscuras transparente y una camiseta morada que dejaba ver un buen escote, ella tenia el pelo largo castaño recogido en una coleta y utilizaba unas gafas. La verdad todo era hermoso pero la maldicion que se componía de un un tronco masculinos y una cabeza con un cuello largo y varios brazos alrededor de ella y sujetando sus pechos era asqueroso, por suerte ella no veía aquello o estaría asqueada de aquello, me acerco, le sonreír y extendí -"es un gusto soy Aki kamo, el nuevo profesor de educación física"- ella parecía sorpresa pero aun así acepto mi mano y la estrecho, la maldicion parecía un poco molesta pero de un momento a otro sintió miedo, ya que desde mi mano extendí energía positiva de mi cuerpo a la de la enfermera, por un simples motivo para repeler la maldicion la cual fue expulsada del cuerpo de la mujer y esta abrió un poco los ojos y hablo -"Mmm? que raro me sentía extraña pero ahora.."- le sonreí y hable -"Bueno solo pase para saludar"- separo nuestras manos y fingí que me caiga algo pero en verdad era solo para agarra a la maldicion que intento escapar, me volví a levantar y empiezo a irme con la maldicion en manos la cual intentaba ahórcame y golpear mi cuerpo lo cual no tenia ningún efecto en mi, la enfermera hablo antes de irme -"También es un placer Aki, mi nombre es kido"- le sonreí y salir de allí. Al salir aplaste a la maldicion con mis manos y deje que callera la cual empezó a desaparecer y yo camine a la sala del director, hable con este y al pareció estaba feliz de verme, hasta que entendí por que estaba feliz -"Entonces usted es el señor Aki, estoy tan feliz de que usted allá aceptado trabajar en nuestra escuela, y mejor de todo que no cobrara tan caro, es muy bueno al saber que un gran profesor de educación física trabajara con nosotros"- me quedaría confundido hasta que este me tendió el contrato y una carta, el contrato era normal hasta que vi mi paga era la mitad de una paga de un profesor y sin incluir las horas que me tuviera que quedar por la noche o tarde, sabia que todo era culpa de Satoru, maldecí al niño de los seis ojo en mi mente que estaba seguro que si no fuera un hechicero hubiera creado una maldicion por todas las veces que le había insultado u odiado en aquel momento, suspire y finalmente firme el contrato, este me dio el libro y algunos documentos que iba tener en cuenta para llevar mis clases. Decidí salir de allí, y al salir del colegio recibiría una llamada la cual era de Toji -"¿Si?"- conteste y le hable solo para escuchar su voz -"Hey Aki ¿Cómo lo llevas?"- suspire -"Bueno la ciudad es extraña pero bien, ahora soy profesor de educación física"-
Este se rio y dijo -"Si Gojo me comento que había mandado una carta de recomendación y otra de pedido con tu nombre"- chasqueo la lengua y dije -"Golpéalo por mi, pero bueno, ¿Cómo están las armas malditas que te di?"- este miro a su maldicion inventario y hablo -"Por ahora todo bien, pero sobre tu otro proyecto"- lo mire confuso y pregunte -"¿Que pasa con el?"-
Toji suspiro y dijo -"Desapareció, Gojo dijo que los pactos que habías puesto no fue suficiente y que tendrías que pensar en otra cosa"- suspire cansado -"Bueno lo pensare aquí y cuando este listo te avisare para que lo recojas, eres literalmente el transporte perfecto"- este suspiro ya sabiendo lo que iba a tener que hacer -"Esta bien, oye cuando vuelvas Rin te matara, lo sabes ¿no?"- levanto mi ceja -"¿Aun sigue con querer buscarme una novia?"-
-"Si le dije que lo dejara pero ya sabes como es"- suspire otra vez ya había perdido la cuenta de cuantos suspiros había soltado ya -"Bueno dile que conocí una mujer interesante aquí"- Toji sonrió y miro de reojo el teléfono -"¿si? bueno le gustara esa noticia, bueno ya voy a colgar tengo que recoger a los niños del colegio"- me reí -"El papa del año"- este rio y colgó el teléfono, sonreí, Toji había cambiado, la teoría que el se auto despreciaba era cierto pero con su mujer con el aquello se fue ya que el era mas confiante y mas amigable también, bueno conmigo, la verdad como le dije no me iba a meter en su relación con su clan pero que si necesitara ayuda con cualquier cosa yo lo ayudaría sin pensar dos veces.
Volví a caminar y algo paso interesante, mire hacia un lado y vi una maldicion mírame y esta dijo -"oye.. ¿Me ves?"- me quede confuso -"Claro que te veo.. ¿Qué quieres?"- al decir aquello sentí un cambio en el entorno como si el tiempo se congelo, al ver aquello active mi dominio simples y salí de cerca de la maldicion al verla me sorprendí al verla que casi me mordió, esta se había vuelto enorme y con una boca enorme con varios dientes, sin previo aviso la maldicion corrió contra mi y yo amplié el dominio simples pero esta vez era diferente, el dominio era mas violento y oscuro, al la maldición entrar dentro del alcance el espacio empezó a romperse y yo al sacar mi espada la cual simplemente apareció en mi mano y al instante activaría una de sus técnicas.
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Un nuevo hechicero en la Era Meijin
FanficLa vida no tiene sentido sin la muerte y la muerte no tiene sentido sin la vida, en raros casos un ser puede recuperar memorias de su vida pasada, pero ¿Que pasaría si un humano fuera a un mundo donde maldiciones y hechiceros viven en una guerra con...