Papás

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BUCK

Era uno de esos turnos tranquilos en la estación, donde las horas parecían pasar lentamente, sin grandes incidentes. Después de revisar las herramientas y hacer las tareas rutinarias, me dirigí hacia la cocina. Eddie estaba sentado allí, como siempre, con una taza de café en la mano, mirando distraídamente fuera de la ventana.

Me senté a su lado, buscando alguna conversación para romper el silencio.

—Oye, Eddie —dije, tomando mi taza—, ¿cómo va todo?

—Todo bien —respondió, pero algo en su tono me hizo pensar que había algo más.

Lo observé con detenimiento. No estaba suelto como de costumbre. Pensativo, incluso parecía preocupado.

—¿Todo bien? —insistí.

Eddie suspiró, se recostó en la silla y me miró fijamente.

—Hay algo que quiero preguntarte —dijo, antes de tomar un sorbo de café.

—¿De qué se trata? —pregunté, ya empezando a imaginarme de qué iba la cosa.

—Es sobre Christopher. La próxima semana es el Día de los Padres en la escuela... —comenzó, con una mirada que me hizo adivinar que no todo iba a ser sencillo.

—¿Y qué pasa con eso? —le respondí, no comprendiendo del todo la preocupación en su voz.

—Christopher... —dijo con cautela—, está un poco triste porque solo me tiene a mí como padre. Y la actividad es para que los niños lleven a "sus dos papás". Quiero decir, sé que estamos juntos en esto, pero nunca lo habíamos hablado de manera formal. No quiero incomodarte, Buck, pero me preguntaba si te gustaría ir con nosotros. Si Christopher te ve como su segundo papá... lo haría muy feliz. Pero si no te sientes cómodo con eso, no pasa nada.

Estuve unos segundos en silencio, procesando sus palabras. La idea de acompañarlos me dejaba un nudo en el estómago. No quería hacerle sentir que estaba presionado a aceptar algo que no quería, pero también sabía lo importante que sería para Christopher.

—Déjame hablar con él —respondí finalmente.

—¿Estás seguro de que no te incomodaría? —insistió Eddie, como si quisiera asegurarse de que no me estaba presionando.

—No lo sé... —dije, mirando mi taza y luego a Eddie—. Mejor lo hablamos con Christopher. Vamos a preguntarle.

Eddie asintió y se levantó de la mesa, tomándome por sorpresa cuando empezó a caminar hacia la puerta. Fue ahí cuando me di cuenta de lo que significaba realmente para él.

—Vamos —dijo, con una sonrisa tímida—. Le preguntamos a Christopher.

Unas horas después, ya con el turno finalizando, decidimos ir a la casa de Eddie. Christopher estaba jugando en el salón, ajeno a la conversación que se estaba por dar. Eddie se acercó a él con una mirada un tanto nerviosa.

—Chris, ¿te puedo preguntar algo? —dijo Eddie, mientras Buck se acercaba, nervioso también.

Christopher levantó la vista de sus juguetes, y con una sonrisa brillante, dijo:

—Sí, papá.

—Bueno, ya sabes que el lunes es el Día de los Padres en la escuela... —comenzó Eddie, mirando a Buck como si estuviera buscando su apoyo.

—Sí... —respondió Christopher, encogiéndose de hombros—, pero yo solo tengo a ti como papá.

Eddie se agachó y le acarició el cabello, buscando las palabras adecuadas.

—Chris... yo sé que solo me tienes a mí. Pero ¿te gustaría que Buck viniera también, como tu segundo papá?

Christopher levantó la vista, los ojos brillando.

—Sí, sí, sí... quiero que Buck venga, papá. Ya sabes, él es parte de nuestra familia. —Se levantó de repente, como si estuviera más que emocionado por la idea—. ¡Así ya tengo dos papás!

Buck, que se había quedado un poco en shock, no pudo evitar sonreír con ternura al ver la reacción de Christopher.

—Claro que sí, Chris —respondió Buck, ya sin poder disimular lo que sentía—. Estaré allí.

Christopher saltó de felicidad, abrazando a ambos.



La jornada del viernes había llegado a su fin, y ya estábamos todos reuniéndonos para hacer el cierre del turno. Bobby estaba en su oficina cuando se acercaron Eddie y Buck con una pequeña duda que aclarar.

—Capitán, ¿puedo hablar contigo un segundo? —dijo Eddie, mientras Buck estaba a su lado.

Bobby levantó la vista y asintió.

—Claro, ¿qué pasa?

—El lunes, Christopher tiene la actividad del Día de los Padres en la escuela —comenzó Eddie—. Y queríamos pedirte permiso para faltar a la mañana.

—¿Faltar a la mañana? —preguntó Bobby, con una sonrisa burlona. Sabía exactamente hacia dónde iban con la solicitud.

—Sí, necesitamos acompañarlo. —Eddie explicó, haciendo una pausa—. Es algo importante para él, y la idea es que Buck venga conmigo.

Bobby no pudo evitar soltar una carcajada mientras miraba a los dos.

—Así que ya están convirtiéndose en toda una familia, ¿eh? —dijo con tono jocoso.

Hen y Chimney, que se encontraban en el lugar, se acercaron rápidamente, ya imaginando qué estaba pasando.

—¿Qué pasa? —preguntó Hen, mirando a Buck y Eddie con una sonrisa traviesa.

—¿Toda una familia ya? —se burló Chimney, mientras miraba a Eddie y luego a Buck.

—Bueno, sí —respondió Buck con una sonrisa, un poco nervioso, pero también orgulloso—. Parece que sí.

—No sé de qué se están riendo —interrumpió Bobby—. Si ya están convencidos, yo no tengo problema. Solo asegúrense de que no haya emergencias.




El lunes llegó y con él el esperado evento en la escuela. Eddie y Buck estaban nerviosos, pero también felices. Ver a Christopher con esa sonrisa en el rostro al verlos llegar a la escuela fue suficiente para hacerlos sentir que todo lo que hacían tenía un propósito.

—Miren, chicos, ¡ahí vienen los papás de Christopher! —exclamó la profesora cuando los vio

Buck se sonrojó un poco, pero la mirada de Eddie sobre él le hizo sentir que, de alguna manera, todo estaba bien.

Cuando terminaron las actividades, Christopher corrió hacia ellos y los abrazó con fuerza.

—¡Gracias, papá! ¡Gracias, Buck! —dijo entre risas, mirando a ambos como si fueran todo su mundo.

Ambos lo miraron, y un sentimiento compartido, cálido y profundo, los unió en ese instante.

¿Fue casualidad? - BUDDIE[BUCK Y EDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora