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Narra Irina

La semana posterior al encuentro en el patio trasero pasó con una mezcla de normalidad y ansiedad que no podía disimular. Las clases avanzaban, las bromas entre mis compañeros de Slytherin seguían su curso y la vida en Hogwarts continuaba. Sin embargo, en mi mente todo parecía diferente. Cada vez que veía a Fred o George, algo en mi interior se agitaba. Había una conexión que no podía negar, pero a la vez, la confusión me envolvía, como si todo lo que sentía no tuviera sentido.

El sábado por la tarde llegó finalmente. Fred, George e incluso yo, teníamos una cita en un rincón apartado del castillo, uno al que solo los tres conocíamos. Mi estómago se revolvía mientras caminaba hacia allí. Algo me decía que este día cambiaría todo, que las dinámicas entre nosotros tres se redefinirían de una manera que ya no podría ignorar.

Cuando llegué al lugar, un pequeño claro en el bosque que rodeaba Hogwarts, encontré a los gemelos esperándome. Estaban sentados en un tronco, charlando y riendo, como si nada fuera diferente. Pero en cuanto me acerqué, todo en el aire cambió. La atmósfera se cargó de algo más profundo, algo que hacía que mi corazón latiera más rápido. Fred fue el primero en notar mi presencia.

—Vaya, Irina, qué puntual —comentó Fred con su sonrisa característica, pero había algo en su tono que delataba que sabía que la situación no era tan sencilla.

George, por otro lado, me observó en silencio, sus ojos brillando de una manera que no había notado antes. Como si estuviera esperando, evaluando cada uno de mis movimientos. Mi cuerpo se tensó bajo su mirada, pero a la vez, había una sensación de confort que no podía evitar.

—¿Estás lista? —preguntó George, su voz tranquila pero cargada de algo que me hizo sentir que este día no sería como cualquier otro.

—Supongo... —respondí, tratando de sonar segura, aunque por dentro sentía que me estaba metiendo en algo que no podría controlar.

Fred y George se miraron por un momento, un intercambio de miradas que me hizo sentir como si estuviera siendo parte de algo más grande. Algo que ninguno de los tres quería reconocer completamente, pero que estaba ahí, flotando entre nosotros. La tensión era palpable, como si estuviéramos a punto de atravesar una línea invisible.

—Tenemos algo que decirte —dijo Fred, volviendo a mirarme con una intensidad en su mirada que hizo que mi pulso aumentara. George asintió, como si estuviera de acuerdo con lo que su hermano había dicho.

—Queremos ser claros contigo, Irina —continuó George, dándose un paso hacia mí. —Lo que está pasando entre los tres no es algo simple. No es solo un juego, no es solo una atracción pasajera.

Fred se levantó del tronco y se acercó un paso más, como si quisiera que estuviera completamente consciente de lo que eso significaba.

—Esto es algo real, Irina. Y no estamos aquí solo para jugar con tus emociones o para que todo termine en una sola noche. —Su voz era grave, pero también había una suavidad que me hizo entender que esto no era una simple declaración.

De alguna manera, sentí que una parte de mí ya lo sabía, que lo que estaba sucediendo entre nosotros tres iba más allá de una simple amistad o de una relación de coqueteo. La atracción no solo existía entre uno y yo, sino entre los tres, y la dinámica estaba empezando a volverse más clara.

—¿Qué estáis diciendo exactamente? —pregunté, mi voz casi un susurro, como si no quisiera que las palabras salieran por miedo a lo que pudieran significar.

Fred se acercó aún más, tan cerca que pude sentir su calor. Su presencia era arrolladora, y aunque mi mente quería resistirse, mi cuerpo estaba reaccionando de una manera que no podía ignorar.

You Are Very Sexy- Los gemelos Weasley +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora