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8 de Septiembre de 1991

Narra Irina

La primera semana de clases en Hogwarts pasó como un susurro: rápida, pero intensa. Los pasillos estaban llenos de rumores, risas y miradas curiosas, mientras que los profesores parecían haber decidido que este año los estudiantes no tendrían ni un momento de descanso. Cada asignatura era más desafiante que la anterior, y la pila de pergaminos y libros en mi mesa de estudio crecía a un ritmo alarmante.

Entre las clases de Pociones, Encantamientos y Defensa Contra las Artes Oscuras, el tiempo parecía desvanecerse en un caos de deberes, prácticas y madrugadas revisando apuntes. Pero había algo diferente este año. Cada día, después de terminar mis deberes, mi mente volvía al club de duelos. Había escuchado rumores de que las pruebas para unirse al club serían a mediados de septiembre, y mi ansiedad iba en aumento.

Blaise me alentaba, recordándome que esa oportunidad era perfecta para alguien como yo, que necesitaba demostrar —quizás no a los demás, pero sí a mí misma— que era capaz de salir de la sombra de mi familia. Sin embargo, cada vez que me imaginaba de pie en un duelo, con todos los ojos en mí, sentía que el estómago se me encogía.

~Una tarde en la sala común~

Era sábado por la tarde, y la sala común de Slytherin estaba casi vacía. La mayoría de los estudiantes habían salido a disfrutar del sol en los terrenos de Hogwarts, pero yo había decidido quedarme para estudiar y repasar algunos hechizos básicos. Con mi varita en la mano, repasaba mentalmente los movimientos cuando escuché una voz a mis espaldas.

—¿Practicando para el club de duelos, Irina?

Me di la vuelta y vi a Regulus, que me observaba con una media sonrisa. Siempre había algo en su mirada, algo tranquilo y calculador, como si viera más allá de las palabras.

—Quizás —respondí con una sonrisa tímida, sintiendo el calor subir a mis mejillas.

Él se sentó frente a mí y me miró con curiosidad, como si quisiera entender por qué alguien como yo, que siempre había estado tan callada, decidía ahora involucrarse en algo tan competitivo.

—No te veo como la típica duelista. —Su tono era neutral, pero en sus palabras había un toque de desafío, como si estuviera poniéndome a prueba.

—¿Y cómo me ves entonces, Regulus? —pregunté, cruzando los brazos, medio divertida y medio irritada. Me intrigaba su percepción.

—Como alguien que suele mantenerse al margen, que observa en lugar de actuar. —Sus palabras no tenían malicia, pero había algo en ellas que me incomodó. Quizás porque tenía razón.

—Tal vez quiero cambiar eso —respondí finalmente, un poco a la defensiva.

Regulus asintió, aparentemente satisfecho. Entonces, se inclinó hacia mí y bajó la voz, como si estuviera compartiendo un secreto.

—Si de verdad quieres destacar, tendrás que hacerlo bien. El club de duelos es competitivo, y este año no será fácil.

Lo miré, sintiendo que algo en su tono me empujaba a tomar en serio lo que estaba diciendo. Sabía que detrás de su expresión tranquila, él estaba probándome.

—Lo sé, y estoy preparada —contesté, aunque en el fondo me sentía más insegura de lo que dejaba ver.

Antes de que pudiera añadir algo más, la puerta de la sala común se abrió y vi entrar a Blaise, seguido de Tom Riddle y Matheo. Tom notó que Regulus y yo hablábamos en un rincón y levantó una ceja con curiosidad.

You Are Very Sexy- Los gemelos Weasley +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora