El contrato

Tensión al Límite

Capítulo 4

La convivencia entre Izuku y Katsuki parecía una bomba de tiempo. Cada interacción entre ellos estaba cargada de palabras cortantes, miradas desafiantes y una tensión que ninguno lograba ignorar. A pesar de ello, ambos comenzaban a acostumbrarse, de alguna manera, a la presencia del otro. Sin embargo, la llegada constante de Shoto Todoroki a la casa estaba alterando el frágil equilibrio.

Esa semana, Todoroki había aparecido dos veces más. Cada visita era una mezcla de insinuaciones sutiles y sonrisas encantadoras dirigidas a Katsuki, lo que encendía algo oscuro en Izuku. Aunque no lo admitiera, los celos lo estaban consumiendo.

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El evento benéfico

Esa noche, Katsuki e Izuku debían asistir juntos a un evento benéfico organizado por Bakugo Industries. La idea era presentarse como una pareja feliz, lo que, para Izuku, era un desafío titánico considerando el carácter explosivo de Katsuki.

—¿Te vas a tardar todo el día, nerd? —gritó Katsuki desde el pasillo mientras Izuku intentaba ajustar su corbata frente al espejo.

Izuku salió de la habitación, con el rostro ligeramente rojo por la presión.

—Estoy listo —dijo, tratando de sonar calmado.

Katsuki lo miró de arriba a abajo, con una expresión neutral que pronto se transformó en una mueca burlona.

—Bueno, al menos no pareces un desastre completo.

Izuku rodó los ojos.

—Gracias por el cumplido.

En el auto, el silencio entre ellos era incómodo. Katsuki revisaba su teléfono mientras Izuku miraba por la ventana, preguntándose cómo sería la noche. Cuando llegaron al lugar del evento, las luces brillantes y el murmullo de la multitud los recibieron.

Mitsuki los esperaba en la entrada, radiante y encantadora como siempre.

—¡Ahí están mis chicos! —exclamó con entusiasmo, ignorando la rigidez entre ellos.

Izuku forzó una sonrisa, mientras Katsuki solo asintió con una mueca.

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La sombra de Todoroki

El evento transcurría sin mayores problemas. Katsuki e Izuku mantenían las apariencias, saludando a los invitados y charlando con los socios de la empresa. Sin embargo, todo cambió cuando Shoto Todoroki hizo su entrada triunfal.

Vestido impecablemente y con su aire misterioso, Shoto se acercó directamente a ellos.

—Kacchan, Izuku —dijo, con una sonrisa que parecía más afilada de lo habitual.

Izuku tensó la mandíbula al escuchar cómo Shoto usaba el apodo que él nunca había tenido derecho a pronunciar. Katsuki lo miró con desdén, aunque no pudo evitar una pequeña sonrisa de reconocimiento.

—¿Qué haces aquí, medio hielo? —preguntó Katsuki, cruzando los brazos.

—Vine a apoyar, como cualquier buen socio debería hacer. Aunque admito que no esperaba verte tan… ¿acompañado? —dijo Shoto, dirigiendo una mirada significativa a Izuku.

Izuku sintió que su pecho se apretaba. Shoto no estaba haciendo nada abiertamente ofensivo, pero cada palabra parecía un intento de insinuar que Katsuki y él no pertenecían juntos.

—Estamos aquí juntos, como siempre —respondió Izuku, tratando de sonar seguro, aunque su voz tembló ligeramente.

Katsuki notó el tono y lo miró de reojo, pero no dijo nada.

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Una escena incómoda

Más tarde esa noche, mientras Katsuki hablaba con un grupo de empresarios, Izuku decidió tomar un respiro. Caminó hacia la terraza, buscando aire fresco para calmar sus nervios. Pero no pasó mucho tiempo antes de que Shoto apareciera detrás de él.

—¿Te sientes fuera de lugar? —preguntó Shoto, apoyándose en la barandilla junto a Izuku.

Izuku lo miró, tratando de mantener la calma.

—Estoy bien, gracias.

Shoto sonrió, pero había algo en sus ojos que lo ponía nervioso.

—No lo parece. Debe ser difícil, ¿no? Pretender que todo está bien cuando claramente no lo está.

—¿A qué te refieres? —preguntó Izuku, aunque ya sabía la respuesta.

—A ustedes dos. Tú y Katsuki. No sé qué tipo de arreglo tengan, pero es obvio que no se soportan.

Izuku sintió una punzada de ira.

—Eso no es asunto tuyo.

Shoto se acercó un poco más, lo suficiente para invadir su espacio personal.

—Solo digo que, si las cosas se complican, siempre puedes contar conmigo.

Izuku dio un paso atrás, su corazón latiendo con fuerza, pero no por atracción, sino por la incomodidad que le provocaba la cercanía de Shoto. Antes de que pudiera responder, una voz familiar rompió el momento.

—¿Qué demonios está pasando aquí?

Katsuki estaba de pie en la puerta de la terraza, con una expresión que combinaba confusión e ira.

—Nada que te importe, Kacchan —respondió Shoto, pero su sonrisa desapareció cuando Katsuki caminó hacia ellos, claramente molesto.

—¿Nada, eh? Entonces aléjate de mi esposo, ahora.

Shoto levantó las manos en señal de rendición.

—Tranquilo, solo hablábamos.

—Pues deja de hablar y vete.

Shoto suspiró, pero finalmente se dio la vuelta y se fue, dejando a Katsuki e Izuku solos.

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El enfrentamiento

Izuku esperaba un regaño, pero en lugar de eso, Katsuki simplemente lo miró con una intensidad que lo dejó sin aliento.

—¿Por qué dejas que te hablen así, nerd? —preguntó finalmente.

—No lo hice. Estaba a punto de decirle algo cuando llegaste —respondió Izuku, aún recuperándose de la sorpresa.

Katsuki bufó.

—No necesitas justificarte conmigo. Pero si Todoroki vuelve a intentar algo como eso, dímelo de inmediato.

Izuku lo miró, confundido por el tono protector en su voz.

—¿Por qué te importa? Esto es solo un contrato, ¿no?

Katsuki se quedó en silencio por un momento antes de encogerse de hombros.

—Porque no soporto a los idiotas como él. Eso es todo.

Izuku no estaba convencido, pero decidió no insistir. Sin embargo, algo en la forma en que Katsuki lo miraba, en la manera en que había reaccionado ante Shoto, lo dejó preguntándose si realmente todo era solo un contrato.