Capitulo 12: ¿Fin?

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Mientras Vanya controlaba a Isabel con su energía blanca, levantándola en el aire como si fuera un muñeco, Isabel, aunque consciente dentro de su propio cuerpo, estaba limitada, sin poder liberarse del dominio de Vanya. Su propio poder luchaba por salir, pero la fuerza de Vanya la sobrepasaba.

Desde el otro lado del salón, Pogo intentaba razonar con ellas, o al menos con quien tuviera el control. “Isabel… Vanya… ¡Deténganse! Esto no es lo que desean. Por favor, escuchen.”

La voz de Vanya, fría y distante, salió de los labios de Isabel. "¿Por qué debería detenerme? ¿Para que sigan encerrándonos, tratándonos como monstruos? Ya no somos las mismas."

Isabel, dentro de su propio cuerpo, intentaba resistir, y aunque sus pensamientos eran solo murmullos para Vanya, sus palabras estaban llenas de desesperación. "Vanya, no hagas esto… Pogo no tiene la culpa… Nosotras no somos esto."

Pero Vanya mantenía su control firme, ignorando los intentos de Isabel. En un destello de frustración, Isabel usó la poca energía que le quedaba para crear una barrera de hielo a su alrededor, intentando romper el control de Vanya. La temperatura en la habitación descendió rápidamente, y el rincón donde estaba Isabel comenzó a congelarse.

Pogo, notando la lucha interna en Isabel, dio un paso adelante, intentando conectar. "Isabel, sigue luchando. Yo sé que puedes controlarlo… eres más fuerte de lo que crees."

Sin embargo, Vanya reaccionó rápidamente, canalizando su energía para romper la barrera de hielo que Isabel había creado, lanzando a Pogo contra la pared con un violento movimiento de energía. El impacto fue brutal, y Pogo cayó al suelo, visiblemente herido. Isabel, horrorizada y sintiendo su propia impotencia, gritó con voz ahogada: "¡No, Pogo!"

Vanya sonrió levemente, usando a Isabel para darle la espalda a Pogo, mientras la academia comenzaba a temblar a su alrededor, los muros cediendo poco a poco ante la furia de Vanya.

Pov Cinco:

Cinco apareció en medio de los escombros de la academia, observando el desastre con los ojos entrecerrados y la mandíbula apretada. La estructura que había visto de pie por tantos años ahora era solo ruinas, y la preocupación lo invadió. Su mirada se movió rápidamente entre sus hermanos, quienes estaban dispersos, aturdidos, entre los restos.

—¿Dónde está Isabel? —preguntó con tono urgente, sus ojos llenos de impaciencia mientras recorrían los rostros de sus hermanos.

Luther dio un paso adelante, todavía con la expresión tensa. —Cinco, escucha... Isabel… Isabel estaba con Vanya cuando todo se descontroló. Nos hizo creer que podríamos... encerrarlas para proteger a todos, pero... —tragó saliva, notando el enojo en los ojos de Cinco— Vanya escapó, y creo que Isabel también…

La mirada de Cinco se endureció aún más, y sin perder tiempo, lanzó un suspiro lleno de resignación y rabia contenida.

—¡Genial! —exclamó, sarcástico—. Así que el apocalipsis sigue su curso, ¿no? Y parece que la "bomba" de esta vez es nuestra querida Número Siete.

Klaus, que estaba a un lado observando, intentó suavizar el ambiente con su tono relajado, aunque su rostro denotaba cansancio. —Vamos, Cinco… no tenemos tiempo para sermones. Sabemos que tenemos que detener a Vanya… pero no sabemos cómo. Es… distinta.

Cinco lo ignoró y se giró de nuevo hacia Luther, su expresión fría y determinada. —Bien, ya que todos se empeñaron en hacer las cosas mal desde el inicio, supongo que tendré que salvarles el trasero una vez más. —Los miró a todos—. Escúchenme, Vanya es más peligrosa de lo que imaginan. No es solo que tenga poderes; ella es la fuente del apocalipsis.

¨Sombras de lo que eramos¨Where stories live. Discover now