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Cuando Joong se enteró de lo que había sucedido, no perdió tiempo y se dirigió al hospital con urgencia. Sabía que la ambulancia probablemente llegaría antes que él, así que era mejor ir directo al hospital para estar allí cuando Pavel llegara. Al llegar, se esforzó por manejar todo de la manera más discreta posible. No podía permitir que nadie se enterara de lo que estaba pasando.

Le explicó a Pooh que tenía que hablar con el personal de la ambulancia de manera cuidadosa para evitar que se filtrara información sobre lo ocurrido. Pooh, aún afectado por la situación, siguió la indicaciones del mayor.Cuando llegaron al hospital, rápidamente hicieron el ingreso de Pavel, y tanto Joong como Pooh se quedaron afuera en la sala de espera. Mientras esperaban noticias, sentían la ansiedad acumulándose. Pasó una hora , hasta que finalmente el doctor apareció.

-¿Familiares de Pavel Phoom?

Pooh se levantó rápidamente, seguido por Joong. El médico les dio una mirada tranquilizadora antes de hablar.

-Tranquilos, todo fue un gran susto. En realidad no le sucedió nada grave, simplemente está profundamente sedado. ¿Saben qué fue lo que tomó?

Pooh, aún algo confundido, sacó el frasco de pastillas de su bolsillo y se lo mostró al doctor.
El médico tomó el frasco, lo leyó rápidamente y dijo:

-Esto es un somnífero. Es un medicamento utilizado para ayudar a las personas a dormir, un relajante, nada peligroso en dosis controladas. Sin embargo... ¿alguno de ustedes sabe por qué Pavel tomaría esto?

Joong reconociendo el bote de pastillas asintió

-Sí, de hecho, se lo recetaron hace tiempo. Tiene problemas para dormir, pero llevaba tiempo sin tomarlo... No sabía que lo había vuelto a usar.

El doctor asintió y añadió:

-Entiendo. Lo que parece haber sucedido es que Pavel tomó una dosis mayor de la recomendada. No está en peligro inmediato, pero el medicamento ha aumentado su efecto sedante. Esto explica que esté tan dormido. No es algo grave, pero estará dormido más tiempo de lo habitual hasta que el cuerpo elimine el medicamento.

Pooh, aliviado pero aún preocupado, asintió.

-Lo único que podemos hacer ahora es monitorearlo -agregó el doctor- asegurarnos de que no haya complicaciones. Pero no se alarmen, esto no es tan raro. Lo único que necesitamos es esperar a que el efecto pase.

-Podemos pasar a verlo-preguntó Joong

-Sí, pueden entrar. No hay problema.

Antes de que se dirigieran a la habitación, miró a Pooh y le dijo

-Pooh, deberías irte a casa. Aún no sabemos cuándo despertará Pavel. Yo me quedaré a cuidar de él.

Pooh rápidamente negó con la cabeza y, con voz firme, contestó

-No, deberías irte tú. Yo me quedaré.

Joong lo miró, dudando por un momento, y en su mirada se notaba la preocupación por dejarlo solo, pero Pooh lo miró con ojos suplicantes, como si esa fuera la única manera de sentirse un poco menos aterrado por la situación.

-Por favor, déjame quedarme y cuidarlo- suplicó, casi sin poder contener el miedo en su voz.

Finalmente, Joong asintió, aunque no con total convencimiento.

-Está bien, estaré pendiente del teléfono. Cualquier cosa, me llamas.

Con una última mirada preocupada, salió de la habitación, dejándolos solos.

Pooh se detuvo frente a la cama, mirando a Pavel con una mezcla de alivio y dolor. Sentía que el peso de la angustia lo había aplastado durante estos días, y ahora, con Pavel tan tranquilo, no podía evitar sentir que su mundo se desmoronaba al ver a quien amaba tan vulnerable.

Entre la Luz y la CorazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora