Era una noche fría y tenebrosa de esas que los niños se imaginan cuando le cuentan cuentos de miedo, tú y yo, descansábamos plácidamente después de una intensa sesión de besos, resguardados por el candor que desprendía una vieja cobija, tú permanecías con los ojos cerrados pero con los sentidos abiertos, mientras yo solo me dedicaba a leer tus gestos, sabía que ocultabas algo y me hacía de oídos sordos porque yo también cargaba con mi secreto, yo no sabía que tú deseabas matarme en realidad me importa poco, pero tú desconocías que era yo quien guardaba el cuchillo bajo la almohada.
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Ten cuidado si te encuentras con un poeta. Nunca, hagas lo que hagas, nunca le mires a los ojos, puede discernir todo lo que llevas dentro porque ha vomitado sobre el papel todas sus emociones durante hace ya algún tiempo. Un poeta tiene las palabras correctas para enamorarte si se lo propone en menos de cinco minutos, pero también tiene la capacidad de destruirte de la manera más hermosa dejando la escena del crimen libre de rastros para los demás.
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Trozos de ti y de mí
ŞiirDesde muy pequeña me ha llamado mucho la atención la poesía, me parece una manera excelente para transmitir los sentimientos más humanos que se encuentran navegando por nuestro corazón. Hace poco me he adentrado bastante en los versos y quiero comp...
