Bullets [Jinx] (Lightcannon)

Capítulo 14

-¿Sabes? Cuando acepté meterme en este embrollo no incluí el trabajar contigo, viejales- Le dijo Zeri al magnate de Zaun, que la miraba de tal forma que si las miradas matasen, la peliverde estaría seis metros bajo tierra.

-Tampoco es que me haga gracia trabajar contigo, has sido la que más trabajos me ha jodido y con diferencia- Le dijo el hombre, intentando calmarse y pensar con la mente fría.

-A ver, sólo dejabas a Jinx para defender los encargos y era la única que podía hacerme frente, los demás eran más minions que otra cosa- El hombre suspiró con pesadez, negando con la cabeza en un intento de no caer en sus provocaciones.

-Bien, el motivo por el que estás aquí es muy simple- Dijo Silco, retomando el principio de la conversación- Quiero que desmanteles a estas personas- Le entregó una carpeta donde habían varias direcciones y personas apuntadas.

-...Son Quimobarones, ¿por qué quieres que vaya a por tus socios?- Preguntó la chica sin comprender.

-No son todos, hay algunos desaparecidos- Le respondió el pelinegro- Estos de aquí son los que ponían varias pegas a mi trabajo como líder por...tener a Jinx, por lo que son los principales sospechosos- Zeri miró los nombres y las ubicaciones detenidamente.

-Bueno, otro día, la misma mierda- La Zaunita se rió de sus propias palabras mientras se levantaba de la silla y estiraba las piernas- ¿Quieres que avise a los de arriba, o prefieres que mantengamos esto en las sombras?- Preguntó mientras se ponía su chaqueta negra por encima.

-Cuanta menos gente lo sepa mejor, así que solo avisa a quien creas conveniente- Le indicó el hombre, encendiendo el puro y dándole una calada- También avisa a tu noviecito, que seguro que le hace ilusión destruir parte de mi negocio- La chica se rió con un deje de travesura y salió por la puerta, encontrándose de cara con Ekko que acababa de llegar.

-¡Hola!- Saludó la chica, dándole un rápido abrazo al chico- Tenemos trabajo que hacer- Le dijo, emocionada, mientras que pequeños rayos comenzaban a rodear a la chica.

-Ya lo se, lo sabía antes de que llegaras- Le dijo el chico, riéndose por la hiperactividad de su novia- De todos modos, espérame fuera, tengo que hablar sobre la protección de los territorios con Silco- La Zaunita asintió y corrió escaleras abajo.

-Bueno, cuanto antes entre, antes salgo- Se dijo el chico a si mismo, resignado a tener que hablar con el mafioso, aunque se rió un poco al escuchar a Zeri saludar a Sevika con un "hola ogro".

***

     El cielo comenzaba a tornarse gris, avisando de una posible tormenta que azotaría Demacia. No es que la preocupara, las tormentas en Demacia no eran un problema pues no solían ser muy fuertes y, aprovechando que los Demacianos son gente muy precavida, todas las casas del reino estaban preparadas para soportar fuertes impactos. No era eso lo que la preocupaba, su preocupación era que se había levantado con los primeros rayos del sol y Jinx no estaba con ella, de hecho no estaba por ninguna parte del castillo.