CINCO AÑOS DESPUÉS
—Es más pequeña de lo que esperaba.
Checo me mira sorprendido.
—Pareces decepcionado.
—Decepcionado no. Confundido.
Se ríe entre dientes.
—Creo que es normal. Simplemente están hechos así.
¿Normal? Vuelvo a bajar la mirada, observando dubitativo el tamaño.
—Esto no puede estar bien. La romperemos.
Mi maravilloso marido se atraganta con su risa ahogada y me rodea con el brazo.
—En primer lugar, creo que el paso número uno es dejar de llamar esto a nuestra hija.
Hija.
Entierro la cara entre las manos. ¿De quién era este ridículo y mal pensado plan? Y, en segundo lugar, ¿qué ser humano idiota me dio -a mí- un hijo real del que ser responsable?
Apenas puedo cuidar de mí mismo. ¿Un conglomerado? Claro. ¿Un ser vivo que respira? Una vez maté una planta de interior «imposible de matar».
—¿Cuál es el paso número dos? —pregunto desde detrás de las manos.
Checo tira de ellas hacia abajo, girándome para mirarle.
—Deja de asustarte.
—No veo que eso sea una posibilidad.
Su rostro decae ligeramente.
—Llevamos cuatro años en esa lista. Hemos ido a clases de paternidad y hemos pasado por todos los malditos obstáculos que nos han puesto. Dime que no te lo estás pensando.
Me quedo boquiabierto.
—¿Eso es lo que piensas?
—¿Cómo si no voy a tomarme...? —Me pasa la mano por encima—... ¿Todo eso?
—No me estoy volviendo loco por Amelia, ahora es nuestra. Me estoy volviendo loco por cómo demonios puedo ser padre de alguien cuando ni siquiera puedo decirme a mí mismo con convicción que es hora de dejar el trabajo y dejar de jugar con los números.
—Puedo garantizarte que nunca tendrás que decirle eso.
Eso me arranca una pequeña carcajada.
—Hablo en serio, Checo. ¿Y si la cago? ¿Y si se convierte en mí?
—¿En un hombre dulce y cariñoso que haría cualquier cosa por su familia y que ama con todo su corazón? —Checo le pasa un brazo por la cara—. ¡No, el horror! ¡Haz que pare!
Le hago callar y vuelvo a mirar rápidamente a la diminuta -y digo diminuta humana dormida.
—Deberíamos comprobar su talla, ¿verdad?
—No. —Checo me pone las manos en los hombros y me saca de la habitación—. Ya se ha hecho las revisiones y está en la media, lo que significa que ya se parece a su papá y no a su estresado padre, así que ya no tienes que preocuparte.
Me dejo caer en el sofá.
—Espero de verdad que se parezca a ti.
—Lo sé, Max. Pero no tendríamos esta niña si no pensara que serías un padre increíble.
Tiro de Checo hacia abajo, a mi lado, y me subo a su regazo.
—¿Cómo evito convertirme en.... él?
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Bastardo [Chestappen]
Fanfiction𝗠𝗔𝗫 La muerte de mi padre no sólo me arranca el corazón sino que desgarra toda mi vida. Su funeral trae la aparición de su hijo bastardo, el subproducto de las aparentes desventuras de mi padre. Checo Pérez es un quisquilloso y desconfiado con u...